Kir y Elijah habían traído un par de botellas de vodka y coca cola ya que ni Kallias ni yo tomábamos alcohol. Por mi parte no tomaba debido a que no me gustaba el sabor y mañana tenía universidad, Kallias por otra parte tenía que conducir.
Kir tenía una sonrisita malvada que dejaba entre ver sus malas intenciones, su hermano ya se había dado cuenta de sus malvados fines y la mirada de reojo con el ceño fruncido.
-Empezaremos – inicia Kir maliciosamente – Hoy revelaremos sus deslices, sucios pecadores.
-No seas exagerada, Kirsten – la sermoneo divertida.
-ni sias exigirida – me hace burla Kir
Isabella levanta el brazo entusiasmada – Empiezo yo. Yo nunca nunca he vomitado mientras hacia un baile erótico.
-Maldita chismosa – reclama Elijah indignado antes de tomar un trago.
Todos soltamos una pequeña risa. A partir de ahí todos tratan de delatarse entre ellos. Kir espera tranquila en su lugar para soltar la gran pregunta.
Kir carraspeó para llamar la atención de la banda – Yo nunca nunca me he besado con alguien que está aquí presente.
Se hace un silencio tenso en todo el lugar, Kir parece satisfecha con eso ya que no trata de esconder su sonrisa. Por otro lado Elijah e Isabella comparten una mirada incómoda indecisos de que decisión tomar.
Al final Isabella cansada de la situación toma su shot de vodka y Elijah le sigue.
-De lo que uno se entera en estos momentos – dice Kir inocentemente como si no lo hubiera sabido antes.
Elijah molesto intenta devolverle el golpe a su hermana – Yo nunca nunca he tenido un no-novio que me humilló delante de todos por su novia oficial.
-Yo nunca nunca me volví famoso y se me olvidó que tengo hermana
-Yo nunca nunca fui una perra chismosa
Ambos se ponen a pelear como niños. Algo que tiene la familia Brown muy presente es su competitividad y orgullo, con mis años conociendo a Kir se que es una persona muy explosiva si le dañan el orgullo y parece que justamente está pasando con su hermano.
Antes de que pueda interferir habla por primera vez en toda la noche Kallias. Traté de ignorarlo durante el juego pero aun podía sentir su penetrante mirada sobre mi.
-Yo nunca nunca…
Hace una pausa suspensiva saboreando las palabras saliendo de su boca.
Al escucharlo hablar logro notar su marcado acento inglés en el que lo hace ver aun mas sexi si es posible.
Hace un profundo contacto visual como si estuviera reprochándome alguna cosa.
Es imposible ¿cierto?
-He olvidado a mi mejor amigo del hospital.
Trato de ver si la indirecta es para mi o para alguien más.
Pero ¿será Archer?
-¿No vas a tomar? – pregunta increpandome.
Dios, si es Archer. Nunca pensé volverlo a ver, es increíble. Él fue mi única compañía mientras mi padre falleció.
Cuando mi papá estuvo internado en el hospital por su cáncer de hígado, todos estaban distraído así que un día que nos dieron la noticia de que había empeorado salí corriendo por los pasillos sintiendo que el corazón se me rompía en miles de pedazos, choqué con él cuando estaba doblando un angosto pasillo y él salía de su habitación. El utilizaba una bata de hospital pero dejaba ver lo mal que se encontraba su cuerpo, estaba lleno de cortes y moretones por todas partes. Ahí él solo tenía quince y yo doce. Él tenía un pequeño dulce de chocolate en sus manos que representaría el inicio de nuestra corta amistad. Todos los días lo iba a visitar a su habitación para llevarle un dulce y platicar con el.
Y no puedo creer que tenga a ese niño enfrente mio y que se haya convertido en alguien tan hermoso.
-¿A-Archer? – pregunto en un susurro emocionada – No lo puedo creer.
Me levanto de mi lugar para darle un abrazo, se tensa al principio pero aun así me devuelve el abrazo. Sigo totalmente impactada de verlo ahí.
-¿Sorprendida de verme, chica encuesta?
Me safo de su abrazo enojada recordando cómo se fue del hospital sin despedirse, aun sabiendo como me iba a doler.
-Te largaste – lo fulmino con la mirada recordando eso – Te largaste sin decirme y todavía te dignas a reclamar de que no te recordaba.
Aun así no lo puedo odiar, él fue mi refugio durante esa época, me ayudó a sobrellevarlo. Durante un tiempo llegué a pensar que era un ángel que lo habían enviado para ayudarme. Ridículo claramente pero lo pensé.
-¿Podemos hablar en privado? – Insiste acercándose a mi
Estaba tan ocupada reprochándole que había olvidado a los demás, quienes nos observaban con la boca abierta como si no pudieran creérselo. Y estaban aún más sorprendidos los de su banda.
Levanto mi palma deteniéndolo – Hoy no. Mañana tengo clases y ya es tarde.
Su regreso era algo que quería procesar. ¡Dios! No lo podía creer, era la persona que me conoció con todas mis partes malas. Mi defensor de pesadillas.
-Que excusa tan estúpida – voltea los ojos fastidiado – Mañana hablaremos
Advierte duramente señalándome, recoge sus cosas y se acerca a mi. Deja un suave beso en mi frente mientras susurra lo suficiente bajo para que solamente yo pueda escuchar su grave voz inglesa.
-Lo siento, cariño.
Sin mirar a nadie sale de ahí pensativo, como si tuviera tantas cosas en su mente para prestarle atención a las demás personas.
Me hace recordar a la época en la que lo encontraba en su habitación de hospital tan concentrado en su propia mente que no tenía expresión alguna sobre su rostro.
Su salida nos deja en un tenso silencio en el que todos me observan impactados por la escena. Mis mejillas se sonrojan por las miradas.
Que incomodo…
-Me voy a dormir, chicos. Adiós.
Me despido de todos ellos y subo a la habitación de Kir.
Aunque trate de negarlo, me emociona volver a ver a Archer.
Me acuesto con una pequeña sonrisa al recordar los viejos tiempos en los que dormía con él por mis pesadillas.