¡Me veo como las chicas de Pinterest!
Observo felizmente mi reflejo en el espejo.
Realmente no iba muy arreglada, pero me gustaba de sobremanera como me veía.
Lucia emocionada una hermosa camisa de beisbol entreabierta que dejaba entre ver un lindo top liso junto un pantalón negro un poco flojo pero que me hacía ver un trasero maravilloso.
Y todo esto en menos de veinticinco dólares. Es lo mejor.
El noventaicinco por ciento de mi ropa es comprada en las celestiales tiendas de segunda mano que amo con todo mi corazón.
En cambio, Kirsten usa un carísimo vestido plateado que se ajusta perfectamente a sus curvas que tiene un escote suelto.
En comparación a mi estilo de tenis, Kir usa unos tacones grises con brillitos.
Esos tacones hasta ganas de usarlos me dieron, pero no puedo. Aparte de que no es acorde a mi vestimenta, mis rodillas son una mierda que siempre se joden a cada rato y desde que tuve un esguince por utilizar tacones dejaron ser parte de mi guardarropa.
Estúpida solo una vez, no más.
El sonido de mi celular me hace dejar de verme en el espejo como toda una narcisista.
Es Archer diciendo que me espera abajo junto un sticker gracioso de una cucaracha mexicana.
-Mi amorcito, ya vino Archer por mi – aviso a Kir ordenando mi mochila de fiesta.
Mi mochila contiene dos botellas, una de agua y otra de Coca-Cola. Llevo un cambio de ropa por si alguien me tira su vaso y un gas pimienta que Kir me regaló. Siempre preparada.
-Por nosotras querrás decir – aclara decidida – Avisaré a Barbara.
Frunzo el ceño.
¿Barbara? ¿Irá con nosotras? Pensaba era una salida solo con nosotras.
-Pero Archer solo viene por…
-Por nosotras. No seas egoísta.
Con una mueca asiento decepcionada. Quería pasar tiempo a solas con él.
Nunca creí que Kir presentara tan rápido a la banda de su hermano, yo tuve que pasar cuatro semestres para que pudiera conocerlos. Nunca los presenta a nadie, es muy reservada en ese aspecto.
-Hola holaaaa – una hermosa Barbara aparece en el pasillo.
Se ve espectacular…
¿Y si le gusta a Archer y se casa con ella?
Trae un pegado vestido negro resaltando sus grandes pechos y caderas que la hace ver como una diosa. Su cabello rojo flameante cae liso en los costados de su fina cara resaltando sus delicados rasgos de modelo.
Barbara es la primera persona que conozco en persona que sea extremadamente hermosa.
Vuelvo a mirar mi sencillo atuendo y ya no me gusta tanto como hace unos momentos.
Tuve que hacerle caso a Kir y ponerme un vestido.
¿Cubrí bien mis granos?
- ¡No puedo creer que conoceré a Kallias Krieger! ¡Es mi más grande crush! – se abanica emocionada la cara.
Voltea hacia mi juntando sus manos.
- ¿Me dejas sentarme a lado suyo? ¿Por favor? – hace un puchero.
¡Nooooo!
Trato de poner una sonrisa – Eh sí.
Me abraza feliz dándome las gracias.
-Bueno que esperamos, ya hay que ir.
Barbara es la que dirige la caminata al ascensor mientras habla alarmada con Kirsten.
Yo pasé a ser la amiga que va detrás de las otras dos. ¡Que bien!
Todo por lo que había estado emocionada se ha ido directo a la mierda.
Bueno… Al menos Barbara va a estar feliz.
Deja de ser egoísta, Alessandra. Ella merece estar feliz hoy, tu podrás ver después a Archer.
Toda mi decepción desaparece al salir de la residencia y ver al rubio parado fuera de su camioneta mirándome con una sonrisa que devuelvo de inmediato.
Paso en medio de Kir y Barbara para correr a los brazos de Archer rodeándole la nuca con mis brazos.
El esconde su cabeza en mi cuello ocasionándome pequeñas cosquillas con su respiración y levantándome del suelo, a lo que yo como toda una sin vergüenza rodeo sus caderas con mis piernas.
No tenía idea de cuanto lo extrañaba hasta que lo tengo aquí abrazándome fuertemente.
- ¡Te extrañé muchísimo, Inglemán! Por poco y ya no te recordaba, ¡Pasarón años!
- ¡Yo solo extrañé ver esos ricitos, exagerada!
Me separa indignada de su pecho - ¿Y mi persona?
Finge dudar.
-No, solo los ricitos. La persona se queja mucho.
Se ríe de mi al ver mi puchero.
Le doy un golpe en el hombro.
Una fingida tos nos hace recordar que atrás nuestro están Barbara y Kirsten.
-Oh, sí. – me bajo de los fuertes brazos de Archer – Archer, ya conoces a Kir y la pelirroja es Barbara, nuestra nueva amiga.
Kir solo lo saluda de lejos agitando su mano sonriente, por otra parte, Barbara se acerca contoneando su sexis caderas.
Ay no…
La pelirroja le ofrece la mano a Archer mientras la hace ojitos.
El me ve de reojo indeciso, pero le estrecha la mano, en un giro inesperado Barbara se pone de puntitas para tratar de besar a mi rubiecito.
Un tenso Archer suelta su mano rápidamente y se esconde detrás mío poniéndome de barrera entre ella y el.
¡Chale…!
Quizás estoy siendo un poco maldita. Tengo que controlar mis celos que no debería sentir.
- ¿Van a venir con nosotros? – me susurra Archer en voz baja.
-Sí, perdón por no avisarte.
Le dedico una apenada sonrisita.
Asiente – Esta bien, vámonos.
Se dirige a la puerta de copiloto abriéndola como siempre hace. Por poco me dirijo ahí, pero Barbara me hace recordar que le di mi lugar.
Se sube al asiento dichosa de su suerte mientras Archer la ve receloso frunciendo su seño.
-Gracias – agradece una pelirroja sexi sonriente.
Kir y yo nos subimos a los asientos traseros de la camioneta mientras un interrogante rubio me mira fijamente a través del espejo retrovisor.
Me asomo entre los asientos delanteros poniendo la música en el estéreo inteligente que tiene Spotify. Estoy más enamorada de la camioneta que del dueño.