Darkwood

Capitulo 5

Capítulo 5. La hermana.

 JADE. 

Llegó Octubre, el mes favorito de mamá y el que más odio yo, principalmente por el frío de mierda que suele hacer. Admito que en algunos países en los que he vivido el clima no apesta tanto en este mes, pero al parecer en Darkwood si que apesta. 

— Deja de refunfuñar cariño, me haces recordar a tu abuela paterna, esa señora vivía amargada y lo que más le gustaba hacer era refunfuñar justo como tú.—comenta mamá estacionando el auto enfrente de la universidad Kingston. 

— Bueno, al menos heredé algo de la familia de papá, odio el frío, odio que mis alergias vuelvan y odio que mi nariz arda y sangre. No sé tú pero creo que tengo suficientes motivos para estar refunfuñando.

 — Dios, si así eres a los diecisiete no me quiero ni imaginar cuando tengas sesenta años.—murmura y luego sonríe—. Hablando de tu edad, en dos meses es tu cumpleaños, ¿quieres que hagamos una fiesta o algo divertido?. 

— ¡Si, claro! ¡no puedo ni imaginar lo divertida que será una fiesta a la que asistan solo dos personas!.—exclamo con un exagerado entusiasmo que por cierto es fingido—. Y claramente con esas dos personas me refiero a ti y a mi. 

— Bebé, esperemos a que para ese entonces hagas muchos amigos. 

— Llevo un mes en Darkwood y no he hecho ni un amigo. Es como si todos evitaran acercarse a mi, y quizás sea lo mejor, no se cuanto tiempo nos quedaremos aquí.

 Mamá suspira y cambia su sonriente rostro por una expresión más seria. 

— De eso quería hablar contigo hija, he hablado con mis jefes y ellos quieren que yo me quede permanentemente en mi puesto, y a mi me encanta el pueblo, así que no me molestaría quedarme. 

Abro mis ojos sorprendida y ella se apresura a hablar antes de que pueda responder.

 — Sé que pronto serás mayor de edad y quiero aclararte que si para ese entonces aún quieres ir a otra universidad podrás hacerlo pero por favor Jade, dale una oportunidad al pueblo, sé que terminará gustandote mucho la vida aquí. 

— Mamá, me gusta el pueblo. Admito que los primeros días odiaba el lugar e incluso me dio un poco de miedo por lo que me dijo aquella chica pero... no me había tomado el tiempo de conocer Darkwood. No está tan mal y si quieres quedarte... lo entenderé, pero debes saber que si algún día deseo ir a hacer mi vida a otro lugar lo haré.

 — Lo entiendo querida, y estoy completamente de acuerdo. Miro la hora en mi teléfono y suspiro.

 — Debo ir a clase, nos vemos en la tarde mamá.—me despido de ella con un beso en la mejilla y salgo del auto para luego salir corriendo hacia la entrada de la universidad. 

(...) 

— Antes de finalizar la clase de hoy, quiero formar los equipos para la investigación de la próxima semana, recuerden que estaré calificando la redacción, la ortografía y obviamente su esfuerzo. Así que diré las parejas para que aprovechen la hora del descanso y se pongan de acuerdo.

 El profesor comienza a decir nombres, aprovecho el momento para comenzar a guardar mis cosas, luego de unos minutos dice mi nombre y siento que el destino es un puto desgraciado. 

— Miller, Jade hará pareja con Vikram, Elizabeth. 

Mi corazón se agita cuando escucho uno de los apellidos que he estado evitando desde que llegué a la universidad, mis ojos se dirigen rápidamente hacia la chica que ahora es rubia, ella me mira también y me saluda con la mano desde el otro lado del salón, le sonrío incómodamente y le regreso el saludo.

 El profesor nos da vía libre para salir a nuestro descanso y me apresuro a salir del salón, camino lo más rápido que puedo hacia mi lugar favorito de Kingston; la biblioteca. Dejo caer mi trasero en un asiento lo más alejado de las pocas personas que hay en el lugar y tomo uno de los libros que se encuentran en la mesilla enfrente de mi.

 — ¿El amor del Hada? No pensé que fueras de las chicas a las que les gusta lo fantástico. 

Alzo la mirada y me topo con la chica Vikram. Ella toma asiento a mi lado y me mira sonriente. 

— No me gusta, pero a veces leo éste tipo de cosas para matar el tiempo.—le respondo incómoda, ella lo nota y suspira poniéndose seria.

 — Sé porqué te comportas asi.—susurra—. Estuve allí ese día. 

Alzo una ceja en su dirección. 

— ¿De qué hablas?. 

— El primer día de clases, en la clase de mi madre. No me fui del salón, estuve allí todo el tiempo y escuché lo que te dijo.—murmura mirando fijamente mis ojos—. Lo lamento mucho, ella es muy sobreprotectora con nosotros, lo es más con él. 

Me encojo de hombros y desvío la mirada. 

— Yo... no logro entender porqué ella se puso así, solo fui amable y admito que bromeé un poco con él, pero no fue en mal plan. 

— Seguramente malinterpretó las cosas, me disculpo por ella, Aren es su niñito y además se casará pronto, mi madre simplemente está un poco paranoica... 

— ¿Se casará?.—la interrumpo con asombro, Elizabeth me mira incrédula y asiente. 

— Si, él y su novia Tamara se casarán en un año más o menos, cuando terminen su último año aquí. 

— ¿Pero cuántos años tiene? ¿No es muy joven?.

 — Tiene veinticinco, ¿y tú porqué preguntas tanto?.—pregunta cruzándose de brazos y alzando las cejas. 

Empiezo a balbucear sin sentido y a negar con la cabeza frenéticamente, ella empieza a reír a carcajadas y a aplaudir. 

— Quizá mamá no está malinterpretando las cosas, ¿eh, pillina?. No te culpo, mi hermano no está tan feo.

  — No es eso, no es eso. Te lo juro, es que él... bueno, no. Yo solo... Aren no... 

— ¿Yo qué?. 

Grito espantada al escuchar su voz detrás de mi, me levanto de un salto y me alejo lo más que puedo de ambos. Elizabeth me mira con diversión y Aren se cruza de brazos mientras me mira con su expresión seria pero puedo ver un toque de diversión en sus ojos grises. La bibliotecaria me chita a lo lejos. 




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