Capitulo 19. Mi héroe.
JADE.
Mamá cierra la puerta de casa detrás de nosotras y deja las lleves en la mesilla que se hubica a un lado del perchero, hemos vuelto a casa para empacar unas pocas cosas, no hablamos en todo el camino y ahora me muero por aclarar las cosas.
Me volteo lentamente hacia ella y la miro fijamente a sus ojos.
— Mamá, sé que no quieres decirme mucho, pero realmente quiero saber cómo es que te hiciste cargo de una niña que no era tuya. Otra persona en tu lugar me abría dejado en algún orfanato, ¿por qué te hiciste cargo de mi?.
Ella suspira entrecortadamente, señala el sofá de la sala y nos encaminamos hacia él para luego sentarnos una al lado de la otra, mamá toma mis manos y las acaricia suavemente.
— Yo tenía apenas ocho años cuando conocí a tu papá.—comienza a decir—. Era un niño tan timido al principio, no tenía amigos, era muy solitario. Así que no dudé en acercarme y creeme Jade, nunca me arrepentiré de haberlo hecho, Brandon se convirtió en mi mejor amigo, en mi hermano mayor, en mi confidente, en mi familia. Guardé en mi corazón cada momento que pasé con él, bueno o malo. Eramos inseparables.
» Y todo cambió cuando cumplimos dieciocho y asistimos a Kingston, de la nada llegó ésta chica hermosísima, con un caracter de los mil demonios, rebelde y sin vergüenza, con sus ocurrencias y su sarcasmo. Para sorpresa de todos ella era la compañera de Brandon, ¡Dios! eran tan diferentes, pero ellos se complementaban a la perfección. Fue entonces que en un abrir y cerrar de ojos ya no éramos solo Brandon y Alice. Roger, Teza, Dominic y Freya se habian unido a nuestro pequeño grupo, nos convertimos en mejores amigos, en familia.
— ¿Freya era mi...?
— Tu mamá.—afirma—. Cuando se graduaron de la universidad ellos no esperaron ni un año para casarse, luego de su boda ocurrieron cosas que los hicieron esconderse, no podían irse porque Freya ya estaba embarazada, cuando naciste, las personas que los buscaban los encontraron porque al nacer tú fuiste una fuente incontrolable de energía que los atrajo.
— ¿Entonces no soy humana? ¿Qué soy entonces? ¿qué eran mis padres?.
— Brandon... iba a ser el alfa de Blood Moon, Jade.—mis ojos se abren de par en par—. Pero al tener que huir con Freya, el único que podía tomar el control era Dominic.
— ¿Por qué él? ¿eran familia?.
— No, Brandon no tenía hermanos ni primos que pudieran hacerse cargo, Dominic era el alfa de la manada Vikram, cuando Brandon le dejó el cargo; Blood Moon y la manada Vikram se unieron y se hicieron una sola, por eso ahora es una de las manadas más importantes del Reino Unido, la cantidad de miembros es innumerable y viven en todos lados.
— Si Brandon era... lobo, eso quiere decir que yo soy...
— No lo sé hija, sería lo más común pero hay un problema.—ella me mira con preocupación—. Tu mamá era alguien muy poderosa, demasiado a decir verdad. Para venir a este mundo ella tuvo que reencarnarse en una criatura poco común, en el testamento, ellos me dejaron una carta explicándome todo pero ésta nunca apareció. Me dejaron tu custodia, me pidieron que te protegiera, y lo hice hija, nunca me arrepentiré de haberlo hecho.
— ¿Quién es el hombre que dijiste que era mi padre?.
— Su nombre era Milton, un hombre que conoci en America, fue muy bueno con ambas pero murió a causa de un cancer de huesos.
— Vaya.—suspiro—. ¿Nos mudábamos mucho por temor a que nos encontraran estos locos, no es así?.
— Si, nos fuimos de Darkwood por mi miedo a que volvieran. Aunque la familia Vikram los desterró, tenía miedo de que volvieran y lograran arrancarte de mis brazos.
— Lo que no entiendo es; si sabías que Darkwood era peligroso para mi, ¿por qué volvimos?.
— Porque te morías Jade, entre más tiempo pasábamos lejos de Darkwood, más enferma te ponías, algo dentro de mi me dijo que tenía que regresar aquí si no quería perderte, y no me equivoqué, porque los dolores, los vomitos y las hemorragias no han vuelto. Tenía que volver, pero sabía que te pondría en peligro de todas maneras, por eso se me ocurrió un plan.
— ¿Qué plan?.
— Contactar a Sasha y pedirle que ocultara tu escencia, tu olor, eso fue hace un año. Pero creo que el hechizo ya perdió la fuerza porque se empieza a sentir tu energía, y esos extraños poderes dentro de ti han empezado a despertar, tengo la sospecha de que los heredaste de tu madre.
— No puedo creer todo esto, siempre pensé que era una chica común y corriente.—susurro mirando la nada, con una angustia recorriendome el alma.
Me daba miedo el siquiera pensar que podía ser una loba, el recuerdo de Ellie retorciéndose de dolor mientras que sus huesos se quebraban uno por uno invadía mi mente y aumentaba mi miedo.
— Vi a Ellie transformarse frente a mi, mamá.—murmuro volteándola a ver—. No se ve que sea muy divertido.
— Lo sé cariño, pero sé que eres fuerte y lograrás superarlo, si es que tienes que hacerlo.
— Aren dice que la primera transformación ocurre cuando se cumplen los dieciocho y la luna está alineada con el bosque o algo así, solo faltan dos meses mamá, ¿cuándo pensabas decirme todo esto? ¿cuando me estuviera convirtiendo en medio de mi cumpleaños?.
— No hija, sabía que tenía que contarte pero... me daba miedo que me odiaras por ocultarte tantas cosas, iba a decirte todo esto mucho antes de tu cumpleaños. Lo siento mucho.
Suelto un suspiro lleno de angustia, aún no puedo creer que no sea mi madre biológica. Todo parece ser un sueño demasiado loco.
— Tú eres mi madre Alice.—pronuncio firme, ella me mira expectante —. No importa si no tenemos la misma sangre, me cuidaste, me diste tanto amor y a pesar de que no todo fue color de rosas, me diste la mejor infancia, y sin duda mi adolescencia a tu lado fue aún mucho mejor. Me salvaste del peligro, sacrificaste tu vida para cuidarme y hacerte cargo de mi. Lamento no decirtelo todo el tiempo pero; te amo, y estoy agradecida de tenerte conmigo... eres mi héroe mamá.