Capitulo 23. Inevitable.
JADE.
Aren me está besando.
Realmente es él, no es ningun sueño o alguna alucinación mía, él realmente me besa, sus fuertes manos sostienen con firmeza mi rostro mientras acaricia lentamente mis labios con los suyos, las mariposas se revuelven en mi estomago, el miedo desaparece por complento. He perdido la noción del tiempo perdida en su boca. Me besa de una forma tan tierna y suave, su corazón late con furia al igual que el mío, acaricio su cabello con suavidad y me olvido de todo lo que nos separa, ambos nos introducimos en un mundo donde solo nosotros dos existimos y lo imposible no tiene cabida.
Unos minutos después él comienza a separarse de mi despacio, y es entonces cuando recuerdo lo que he hecho y siento pánico.
— Aren, yo hice esto... no sé como, destruí todo, yo lo destruí...—susurro asustada.
— Tranquila, cariño, tranquila.—él trata de tranquilizarme, suelta mi rostro sólo para rodearme con sus brazos y abrazarme con fuerza.
Me aferro a su cintura y escondo mi rostro en su pecho intentando tranquilizarme porque perdiendo la cabeza no logro nada.
— Tengo miedo.—susurro cerrando mis ojos para no ver el desastre que he causado.
— Estoy aquí, estarás bien Jade.—dice besando la cima de mi cabeza—. Vamos a descubrir lo que ha pasado, todo estará bien.
— No me sueltes.—susurro aferrándome aún más a él.
— No voy a dejarte, nunca más.
(...)
Unos minutos después, cuando logro tranquilizarme; Aren me toma en brazos y comienza a adentrarse más al bosque, recargo mi cabeza en su hombro tratando de regular mi agitada respiración. En pocos minutos llegamos al centro del bosque Darkwood, el rubio toma asiento sobre un tronco grueso frente a la laguna y me coloca sobre su regazo, su mano izquierda acaricia suavemente mi cabello.
Me separo solo un poco de él para verlo frente a frente. Sus ojos se ven mas azules gracias al resplandor que sale del agua, trata de sonreirme pero lo único que logra es alzar solo un poco la comisura de su boca. No puedo evitar mirar fijamente sus masculinos labios, esos que ahora están sonrosados por nuestro apasionado beso.
Sin poder evitarlo me acerco lo suficiente a su boca para poder besarlo de nuevo, presiono mis labios contra los suyos disfrutando una vez más su calor, su olor y la suavidad de su boca. Suspiro separándome unos pocos centímetros.
— Perdoname, nunca quise hacerte daño.—susurra sobre mis labios manteniendo sus ojos cerrados—. Sabes que al romper con Tamara rompía también el tratado de paz, el alfa de la manada Trainer no estuvo contento cuando se enteró y me amenazó con hacerle daño a Ellie, a mamá, a papá y... a ti.
— ¿Qué?.—susurro sin poder creerlo.
— De alguna u otra manera, él se enteró de tu existencia y le demostré sin querer que eras muy importante para mi, ahora sabe que eres una de mis mayores debilidades y quiere aprovecharse de eso. No podía dejar que te hiciera daño por mi culpa, ni a mi familia, así que acepté el plan de Tamara, nosotros sólo estamos fingiendo que el compromiso sigue en pie para tener tiempo de buscar una solución a la rivalidad de las manadas.—me explica acariciando mi cintura, cierro mis ojos procesando sus palabras—. Te juro que en mis planes nunca estuvo el lastimarte, lo siento, Miller, lo siento mucho.
Abro mis ojos mirándolo completamente sorprendida, mi pecho se llena de emociones al escucharlo, pero también me invade la vergüenza porque le dije todas esas cosas cuando me enfadé con él.
Alzo mi mano y la coloco sobre su mejilla, acariciándo el rastro de barba.
— Yo también lo siento.—murmuro rodeando su cuello con mi brazo libre—. Te dije todas esas cosas en la mañana, pensé lo peor de ti... y tú sólo estabas protegiendonos.
— No lo sabias, me merecia todas y cada una de las palabras que me dijiste.
Niego con la cabeza en desacuerdo.
— Claro que no Aren, no lo merecías.
Muerdo mi labio inferior con fuerza sintiéndome apenada, él lo libera con su pulgar, sus ojos no se despegan de mi boca y en menos de lo que canta un gallo nuevamente tengo su boca devorando la mía con suavidad. Rodeo su cuello con ambos brazos y disfruto de sus besos lentos y calientes, sus fuertes brazos rodean mi cintura y mis manos comienzan a acariciar su cabello rubio.
— Creo que me haré adicto a tus labios, Jade Miller.—gruñe sobre mi boca, le sonrio tímidamente y dejo un pequeño beso sobre su boca—. Eres la criatura más hermosa y fascinante que he visto en mi vida, me cautivaste desde la primera vez que te vi.
Mis mejillas se calientan por sus palabras, sonrío con felicidad y no puedo evitar soltar una risita que lo hace sonreír genuinamente y robarme un beso.
— ¿Qué pasará con nosotros ahora?.—le pregunto insegura—. Yo siento que se me estruja el corazón cada vez que te veo con Tamara, no creo poder soportar... verlos así todo el tiempo, no creo poder seguir viviendo en la mansión.
Él suspira profundamente y rodea mi cintura firmemente.
— Lo sé, escucha... vamos a solucionar eso, pero no me pidas que renuncie a ti, no hay nada en éste mundo que yo quiera más que tenerte conmigo Jade Miller, intenté dejarte libre pero lo que siento por ti es más grande, no es ninguna juego y yo sé que sientes lo mismo.—asiento dándole la razón—. Si fuera por mi mandaria todo al carajo por ti, pero no puedo permitir que ese infeliz de Trainer lastime a mi familia o a mi manada.
— Yo te comprendo Aren, es sólo que...—inhalo profundamente—. No sera nada fácil verlos actuar como una pareja enfrente de mi.
— Jade, sólo quiero que grabes en tu hermosa cabeza que nada de mi relación con Tamara es, ni será real, ella y yo no somos ni serémos nada más que amigos de la infancia, yo le guardo un gran cariño por eso, pero contigo es diferente.