Darkwood

Capitulo 27

Capitulo 27. Origen. 

JADE.

 La noche ya ha caído, apenas somos iluminados por la luz de un farol, hemos pasado la última hora hablando de nosotros, acariciándonos, besándonos, haciéndonos compañía. Mi rubio se encuentra sentado y me ha puesto en su regazo a horcajadas, jugueteo con su cabello mientras que él rodea mi cintura y habla acerca de sus pasatiempos.

 — Aprendí a tocar guitarra a los diez años, digamos que si hubiese seguido mis sueños de niño ahora mismo sería algo parecido a Ed Sheeran.—suelta una risita—. Pero luego ese sueño quedó en el olvido y llegó uno mucho mejor.

 — ¿Cuál?.—le pregunto rodeando su cuello con mis brazos. 

— Mi sueño más grande era ser un buen líder para mi manada, casarme con la mujer de mi vida. Tener hijos y criarlos con amor y muchos valores junto a mi luna, pero al pasar el tiempo ese sueño se resumió a ser solamente un buen líder. Dejé de esperar a mi luna y me concentré en prepararme para ser un buen alfa. 

— ¿Por qué dejaste de esperarla?.

 — Bueno, principalmente porque quise enfocarme en mis lecciones de alfa, y cuando cumplí veinte años tuve que comprometerme con Tamara por el tratado, en ese entonces yo creía que sentía amor por ella, pensaba que no había nadie más perfecta que ella, así que me olvidé por completo que no era mi compañera. Si te soy sincero siempre pensé que ella no llegaría nunca, ahora ya no estoy tan seguro. 

— ¿Sigues pensando que puedo ser yo?.—pregunto insegura, Aren coloca su mano sobre mi mejilla y me acaricia con suavidad.

 — Sigo pensando que eres tú, siento que eres tú. Lo que siento por ti no lo he sentido por nadie y aunque Reece no ha intentado marcarte, tengo fe en que eres tú y él solo está esperando el momento indicado. 

Dejo caer mi frente sobre la suya y suspiro. 

— No sabes lo mucho que deseo ser tu compañera, Aren.—susurro con un nudo en la garganta—. Pero si no lo soy... 

— No digas eso.—me interrumpe—. Aún queda tiempo para saberlo, mientras tanto disfrutemos del ahora, desperdiciamos dos meses intentando ignorar lo que nos pasaba, evitándonos, haciendo como si no sintiéramos ésta conexion desde esa vez que nos chocamos en la entrada de Kingston. 

— Tienes razón, fui muy tonta al creer todo lo que decían de ti, de tu familia. Yo sólo tenía miedo de salir herida.—confieso, él asiente comprendiendo mis palabras. 

— Jade, si algún día te lastimo creeme que no será intensionalmente, yo nunca he querido hacerte daño y nunca me atrevería a jugar contigo.

 — Te creo.—susurro acercándome a su boca.

 Beso sus labios una vez más antes de que nos pongamos de pie y comencemos a guardar las cosas, cuando hemos recogido todo comenzamos a caminar hacia su auto, le ayudo a meter todo en los asientos traseros y me subo al lado del pasajero, el rubio se sube después de mi y arranca el auto para después comenzar a conducir de nuevo hacia la mansión.

 — Estoy preocupada por mamá.—murmuro rompiendo el silencio unos minutos después—. Sé que Roger la acompaña, pero no puedo evitar preocuparme por ella, siento que no está bien, algo me dice que está sufriendo. 

Me llevo una mano al pecho. Aren toma mi mano libre y le da un gentil apretón. 

— Si ellos no vuelven mañana yo mismo iré a buscarlos.—dice firmemente, apreto su mano angustiada. 

— Y yo iré contigo. 

— Claro que no, no voy a permitir que te pongas en peligro, Miller. 

— No es justo, Aren.—me quejo—. Todo esto está pasando por mi culpa, al menos la mayor parte, y esas chicas son mis hermanas, yo tengo que buscarlas. No pienso dejar que todos pongan sus vidas en peligro para hacer lo que yo tengo que hacer. 

Volteo a verlo, él luce tenso y su mandíbula se ha endurecido, sus ojos lucen más grises y no se apartan del camino. 

— No podrán protegerme por siempre.—susurro. 

— Quizás no, pero lo intentaré.—murmura—. Deja que te ayudemos Jade, permite que te proteja. 

Guardo silencio y me sumerjo en mis pensamientos durante el resto del viaje, no dejo de pensar en mamá, mi pecho se agita, algo está mal, puedo sentirlo; ella no está bien.

 Cierro mis ojos y la imagen de mis hermanas llega a mi mente, no puedo evitar pensar que debería ser yo la que tendría que estar buscando a esas personas que ahora mismo mi madre y Roger están buscando. No debería estar escondida en la mansión Vikram como una cobarde. 

Llegamos a la casa media hora después, el rubio aparca en el enorme garage, salgo del auto rápidamente sin darle tiempo de abrir mi puerta lo que lo hace bufar molesto, le sonrió apenada porque no fue mi intención impedir que fuera un caballero conmigo. Ambos nos adentramos a la mansión intentando no tomarnos de nuestras manos, es dificil retener nuestros impulsos pero debemos hacerlo si no queremos que nos descubran. 

— Hola. 

Salto del susto cuando escucho la voz de Ellie frente a nosotros, ella se encuentra de pie al final de las escaleras, Aren se acerca a ella y besa su frente tiernamente, mi corazón se derrite ante su acto tan tierno, me encanta que sea cariñoso con su hermana menor. 

— ¿Cómo te fue?.—le pregunta el rubio, ella sonríe grandemente y besa su mejilla. 

— Me fue de maravilla, gracias por haber hablado con papá para que me dejara ir con Derek.—le agradece la rubia. Alzo mis cejas y sonrío como tonta sin poder evitarlo. 

— ¡Lo planeaste todo!.—exclamo mirando a Aren sonriente, él me voltea a ver y se encoje de hombros. 

— De otra manera nunca podríamos estar los dos a solas.—se defiende—. Además, admite que la pasamos bien. 

— Lo admito. 

Ellie nos mira con picardía. 

— Por favor diganme que no seré tía aún.—se burla.

 Mis mejillas se sonrojan mientras que Aren se atraganta con su propia saliva y mira con nerviosismo a su hermana. 

— Ellie, no hemos hecho nada.—susurro avergonzada. 




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