Capitulo 29

Capitulo 29. Hogar. 

JADE. 

Mamá y Dominic se encaminan hacia la sala de reuniones en cuanto terminan de hablar con Aren, lo siguiente que ocurre pasa tan rápido que apenas puedo terminar de procesarlo todo. Los gritos se escuchan hasta aquí, podemos escuchar todo con claridad. Glenda le suplica piedad a Dominic, incluso le ruega a mi madre por su perdón, pero lo único que logra hacer es que mi madre le de el puñetazo de su vida. 

Obviamente después mamá le pidió disculpas a Aren por haber tocado a su madre, pero mi rubio comprendió. Al final, Dominic le pide a su abogado que comience con el tramite de divorcio lo más pronto posible, en unos días sería un hombre libre y aunque me siento mal por Aren y Ellie, estaba feliz por él, porque por fin se liberaría de esa bruja, después de tantos años. Luego de eso, Dominic se mete en su papel de alfa y hace lo que humilla más a un lobo; destierra a Glenda de la manada Blood Moon.

 Ella sale del salón hecha pedazos, corre hacia los brazos de su hijo mayor pero lo único que recibe es un rechazo. Por más que lo intente, yo sólo no puedo sentir empatia por una persona tan frívola y calculadora, ella les ha hecho mucho daño a mamá y a Dominic, y no conforme con eso; traiciona a su propio cuñado con la esperanza de deshacerse de su peor enemiga; mi madre.

 La bruja es escoltada fuera de la mansión por dos miembros de la manada, según lo que nos dice Dominic; ella se iría pronto con su antigua manada; Blue Night, luego del divorcio, mientras tanto se quedaría encerrada en una cabaña resguardada por miembros de Blood Moon. Aren y Ellie ven a su madre marcharse, a pesar de todo ella se mantiene con la cabeza en alto, se despide secamente de sus hijos, completamente resentida con ambos por no haberla defendido. 

Y entonces se va, no sin antes lanzarme una mirada de odio puro directamente a mi.

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Derek y Roger regresan una hora después junto con parte de la manada. Todos se encaminan hacia el salón de reuniones para empezar con el plan, Dominic se despide de mamá y de mi para irse junto con los demás, mamá se acerca a mi, al menos ya luce más tranquila. 

— Jade, creo que es hora de irnos a casa, amor.—dice dándome una mirada apenada. Aren se voltea hacia mi y trata de sonreirme.

 — Ve con tu madre Jade Miller, todo va a estar bien, ahora mismo sólo organizarémos todo el operativo para mañana y... 

— De hecho, él mismo va a planear todo.—interrumpe una congestionada Ellie mirándonos con burla—. Aren es el Dios de los planes perfectos, así que ve a dormir tranquila, él no dejará que les pase nada a tus hermanas. 

Le sonrío agradecida por intentar aligerar las cosas. 

— Gracias, por todo. Y... lamento mucho que esté pasando todo esto.—susurro mirándolos a los dos. 

— Las cosas pasan por algo.—comenta Aren—. Lo único que nos queda es enfrentarlas y seguir.

 — Su madre se equivocó, chicos.—mamá se une a la pequeña charla—. Quizás ahora se esté comportando como una bruja, pero sé que ella los ama, una madre ama a sus hijos más que a su propia vida, Glenda se dará cuenta de sus errores tarde o temprano y se dará cuenta de que ustedes dos son todo por lo que tiene que luchar.

 » Así que no se sientan mal, ella tiene que afrontar las consecuencias de sus actos, y cuando lo haga; va a volver para luchar por ustedes.—mamá mira directamente a Ellie—. Pero nunca se pueden olvidar que ella es su madre, la mujer que les dio la vida. 

— Gracias por sus palabras Alice, pero por ahora... yo no tengo madre.—Ellie hace una mueca—. Buenas noches y con permiso.

 Ella se despide de todos nosotros y se marcha escaleras arriba. 

— Le va a tomar mucho tiempo perdonar a mi madre, pero va a estar bien.—murmura Aren.

 Derek se asoma por el pasillo y mira a Aren.

 — ¿Vienes Aren? La manada te espera, es hora. 

El rubio se despide de todos, besa mi mejilla olvidándose por un momento de que debemos fingir que no nos morimos el uno por el otro y se marcha sin darse cuenta de que nos acaba de delatar enfrente de mi madre, Lux y Sasha. 

— Jade Adelaide Miller, tú y yo tenemos que hablar seriamente de esto.—ella se cruza de brazos.

 Le sonrio nerviosa.

 — Otro día. 

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 Lux y Sasha nos dejan a mamá y a mi en casa a eso de la una de la madrugada, ellos deciden irse a la casa de Lux, algo me dice que entre ellos hay algo, de otra forma Sasha se hubiese quedado en casa con nosotras tal y como se lo sugirió mi madre. 

Mamá y yo nos adentramos a nuestra casa riéndonos un poco de ellos dos y sus evidentes nervios, miro a mi alrededor, la casa esta a oscuras y está tan fría que de nuestras bocas sale vaho cada que hablamos, un escalofrío me recorre de pies a cabeza. 

— Mamá, ¿no crees que la casa está un poco extraña?.—le pregunto dejando mi mochila en el suelo, ella mira al rededor desconfiada. 

Ella intenta encender la luz pero el foco no prende.

 — Qué raro.—susurra mirando el techo—. Quizás sólo deba ir a ver los fusibles, dejame ir a ver afuera. 

— Claro, voy a ir a dejar esto a mi habitación.—le informo tomando de nuevo mi mochila.

 Ella se dirige hacia la parte trasera de casa y yo me encamino hacia mi habitación. El silencio es aterrador, apenas han pasado cuatro días desde que nos fuimos de casa y ahora se siente como si... ya no fuera nuestro hogar. 

Abro la puerta de mi dormitorio y me adentro a paso lento, está muy oscuro pero la luz de la luna logra iluminar un poco, paseo mis ojos por todo el lugar, aparentemente todo está en orden así que dejo mi mochila a un lado de la puerta. 

Suspiro con tristeza pensando en Aren y en lo mucho que voy a extrañar dormir junto a él, no hay forma en que deje de pensar en él, en lo que hemos vivido desde el día de mi ataque. Todo mi mundo se ha puesto de cabeza desde ese día, y lo único bueno que me ha pasado ha sido ganar la amistad de Ellie y tener esto tan especial con él. En pocos días pasaron tantas cosas, la Jade de antes habría salido corriendo, aterrada por todas las cosas que tan de repente se le vinieron encima.