Darkwood

Capitulo 31

Capitulo 31. El Rescate. Act 2. 

AREN. 

— Ella parece muy preocupada por ti hijo.—comenta mi padre observando a Jade a través del retrovisor mientras que Lux arranca el auto y comenzamos a alejarnos.

 Volteo a verla y es verdad, está asustada por lo que pueda pasarme, la preocupación es visible en su rostro. Suspiro cuando el auto dobla hacia la carretera principal y la pierdo de vista.

 — Nos hemos hecho muy buenos amigos estos últimos días papá, ella está preocupada por todos.—respondo mirando los puntos que he marcado en el mapa en mi regazo.

 — No soy estúpido Aren Vikram, conocí a la madre de Jade y fui testigo de su amor por Brandon Castleland. La forma en la que ella te mira... he visto esa mirada antes, en Freya. Ella te quiere.—Dominic voltea a verme muy serio—. No quiero que la lastimes Aren, ¿sientes lo mismo por ella?.

 Me pensé por un momento el decirle la verdad, pero no era buena idea, si le decía que Jade y yo queríamos estar juntos pero no podíamos por culpa del alfa Carlo, él iría de inmediato a enfrentarlo a la fortaleza Trainer y eso simplemente no nos conviene porque es justo lo que estamos tratando de evitar, una guerra de manadas. 

— Solo es un mal entendido papá, somos amigos y nos queremos como amigos, no te preocupes, entre ella y yo no existe nada, ella estará bien, así que no te preocupes.

 Él endurece la mandíbula y asiente, sé que no me ha creído pero no tiene la intensión de profundizar el tema justo ahora. 

Lux conduce en silencio los diez minutos de transcurso hacia Pacto de Sangre, cuando estamos cerca él estaciona la camioneta un poco alejado y entonces envía la señal a Sasha, podemos sentir como la energía del hechizo comienza a rodearnos, y la hora llega. Los tres nos bajamos de la camioneta y comenzamos a guardar todo lo que podamos necesitar en nuestros bolsillo, cinturones y botas, me pongo unos guantes de cuero negro para no dejar huella, mi padre me lanza un pequeño equipo que estaremos utilizando para comunicarnos, conecto todo y me coloco el audífono en el oído. Los miembros mas fuertes de nuestra manada nos esperan a unos pocos metros de distancia, mi padre palmea mi hombro. 

— Guíanos, hijo. 

Asiento con expresión seria y comienzo a caminar hacia la parte trasera de la iglesia, Zack y los demás estan esperándonos y cuando llegamos les pido a todos que guarden silencio. 

— Papá, Lux y yo entraremos primero, debemos asegurarnos de que las chicas están allí, no podemos atacar a los monjes solo porque sí, si ellas están alli y las cosas se salen de control les daremos la señal y sólo entonces van a entrar.—todos asienten y entonces el operativo comienza. 

Todos se esconden entre las ramas en posición de ataque, papá, Lux y yo nos acercamos a paso lento, yo me adelanto y los guió hacia una de las entradas más escondidas de la iglesia, la descubrí haciendo investigaciones de la estructura hoy en la mañana, tenía muchos libros acerca de la iglesia, en pocas horas memoricé todos los mapas que habían del edificio, con un poco de fuerza logro partir el candado que sella la compuerta escondida en el suelo y la abro sin problema, utilizo mis poderes de lobo para asegurarme de que no hay nadie antes de entrar, mis botas tocan el suelo con fuerza, al parecer el lugar es como un pequeño altar al que los monjes vienen a rezar y a arrepentirse de sus pecados. Tal y como lo pensé, el lugar se encuentra en penumbras, así que me veo obligado a usar mi visión de lobo para ver mi camino. Papá y Lux entran cuando les doy la señal. 

— ¿Por dónde empezamos?.—pregunta Lux mirándome. 

— Tenemos que separarnos, la iglesia tiene dos pisos, tú puedes ir al de arriba, no hay muchos salones así que terminarás rápido, si no están allí baja y reúnete con papá quien buscará en el piso principal. 

— ¿Y tú?.—mi padre me observa con preocupación. 

— Iré al sótano, ellos tienen sus habitaciones allí, deben estar en su hora de rezo, así que el que vaya allá abajo debe ser el que mejor se pueda camuflar en el silencio y la oscuridad, sabes que puedo hacerlo padre, no dudes de mi ahora.—gruño ante su mirada indecisa, él suspira rendido y asiente—. Si los necesito allí abajo, les mandaré la señal por el radio. 

— Andando, entonces. 

Soy el primero en salir, Lux sale después de mi y se dirige a las escaleras en silencio. 

— Ten cuidado hijo.—susurra papa dándome una palmada en el hombro. 

Él se marcha sin más y lo pierdo de vista. Así que yo también me puse en marcha y me dirigí hacia las escaleras, cinco minutos después ya me encontraba en el sótano, un enorme pasillo se encontraba frente a mi habían arededor de veinte habitaciones en todo el sótano, los rezos se escuchan por todo el lugar poniéndome los pelos de punta, nunca me imaginé que estaría tan cerca de estas personas. 

Para mi siempre fueron una leyenda más del pueblo, y ahora estaba aquí, invadiendo su territorio para buscar a las hermanas de la chica a la que quiero. 

Comienzo a recorrer los largos pasillos del sótano en busca de las chicas, pasan diez minutos y no encuentro nada, pero justo cuando estoy por darme por vencido lo siento... Siento la misma esencia de frutillas que siento cuando estoy cerca de Jade. 

Aren!" 

De pronto escucho una voz en mi cabeza y creo que me volví loco, pero otra voz muy parecida llama mi nombre también, al instante sé que son ellas y están contáctandose conmigo a traves de mi cabeza. 

— ¿Dónde están? Ayudenme a encontrarlas.—susurro rogando en mi interior que ellas puedan escucharme—. Necesito que me den una señal para encontrarlas. 

"¡Debajo de la virgen, Aren! Estamos debajo de la virgen!."

 Mis ojos recorren todo el lugar en busca de la dichosa virgen, mis pies recorren una y otra vez el lugar, busco y busco el lugar que ellas me indican pero no encuentro nada. Hasta que logro diferenciar la figura de una virgen justo al final de uno de los pasillos, en la pared se encuentra una estatua mediana de la virgen María, toco todo el altar buscando algún botón o algo que revele alguna puerta, encuentro una pequeña palanca escondida a un lado de la figura y cuando estoy a punto de jalarla siento una mano en mi hombro que me hace saltar del susto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.