Darkwood

Capitulo 51

Capitulo 51. Ascender.

 JADE

El silencio en el interior del auto es agobiante, Aren conduce a una velocidad bastante rápida, la noche luce mucho más oscura, y una extraña y espesa niebla ha comenzado a descender desde lo alto para rodearnos. El camino apenas se puede ver a causa de ello. 

Volteo a ver a Aren, está tan serio y concentrado en la carretera, su mandíbula se encuentra apretada y su mirada en ningún momento abandona la carretera, trago saliva fuertemente al sentirme de un momento a otro muy impotente; está ignorándome y eso para mi es como si una navaja filosa estuviera acariciando mi corazón con caricias que en lugar de herirme... me queman. 

— Lo siento, ¿de acuerdo?.—susurro temblorosamente, él no me mira pero traga fuerte—. No quería lastimarte, sé que aún me quieres, sé lo que significo para ti. Nunca fue mi intensión hacerte sentir así, tampoco quería hablarte como lo hice, una parte de mi está molesta contigo por todo lo que pasó. Pero sé que no tienes la culpa, solo... no lo sé, tal vez ambos estamos equivocándonos. 

El silencio que sigue a mis palabras, mis ojos pican pero aún así no aparto la mirada de su perfil. 

— Ya no me ignores, cometí un error al besarlo, ¿si?. Él no me hizo sentir ni la cuarta parte de lo que tú me haces sentir. Entiendo tu enojo pero... tú estás avanzando, ¿por qué yo no puedo hacerlo?. 

El rubio suelta un suspiro. 

— Yo no estoy avanzando, Jade. Pero tienes razon, tienes todo el derecho de seguir con tu vida —susurra finalmente, parece querer volver al silencio pero al final se decide por hablar—. Estoy estancado en un hoyo profundo del que no puedo salir por más que lo intente, estoy atrapado, lo estoy desde que firmé el acuerdo. ¿Pero sabes qué?. Cuando llegaste a Darkwood te convertiste en la luz que me mantenía cuerdo en medio de la oscuridad, te convertiste en mi escape, en mi ancla... en poco tiempo te adueñaste de todo de mi.—sus manos se aprietan sobre el volante—. Algo en mi interior me dijo que serias tú mi eterna compañera desde esa vez que chocaste conmigo en la entrada de Kingston.

 » Esa vez, cuando vi tus ojos brillantes supe que serías mi salvación, por un breve instante estuve a punto de tomar tu mano y llevarte a un lugar donde pudiera decirte que estuve esperándote desde que nací.—suelta una risita seca—. Estaba pensando como un chiquillo ingenuo de nuevo, te veía pasar a lo lejos y lo único que pensaba era: "debería ser mía" "Me muero por que esa hermosa princesa sea mía". 

— No me estás ayudando a sentirme menos maldita.—susurro desviando la mirada. 

Él bufa. 

— Ahora sientes lo que yo siento cada vez que el maldito destino se empeña en hacerme ver como el jodido villano de la historia, lastimándote sin siquiera quererlo o intentarlo, y no sabes cuánto odio esto. Odio esto en lo que me estoy convirtiendo.

 Guardo silencio mirando con dolor su impotencia, su desespero y su enojo, no hay palabras que yo pueda decir para mejorar la situación.

 Yo también odio que todo tenga que ser tan complicado, odio que él esté sufriendo, odio que no podamos estar juntos por más que lo intentemos.

 Siempre hay algo que nos separa. 

— Yo te sigo amando Jade, y a pesar de que todo indica que Trisha es mi compañera... Mi amor por ti crece más con cada día que pasa, y me está matando el no tenerte conmigo.

 Él voltea a verme, sus ojos dolidos y su expresión llena de tristeza me estrujan el corazón. 

"Yo también te sigo amando" quiero decir, pero antes de que eso pase, algo me dice que voltee a ver hacia la carretera. 

Entonces grito el nombre de Aren a todo pulmón cuando veo la figura de una persona encapuchada de pie en medio de la calle. Aren reacciona al instante pisando bruscamente el freno, pero la persona se encuentra tan cerca que la única opción que tiene es girar el volante con la intensión de esquivarla, y cuando pensamos que lograremos hacerlo, la figura encapuchada alza las manos enviando una gran onda expansiva que ocasiona que el auto aún en movimiento choque contra ella y ante el impacto, pierda el control. 

Todo parece ocurrir en cámara lenta, el auto de Aren comienza a dar vueltas por toda la carretera, los cinturones de seguridad logran mantenernos en nuestros lugares pero nuestros cuerpos son golpeados con los movimientos bruscos del auto. 

En una de las vueltas mi cabeza se estrella con fuerza contra el filo de la puerta y mi vista se oscurece por un momento. 

Escucho el grito aterrado de Aren llamando mi nombre a lo lejos, pero en mi mente todo se borra, todo desaparece. Mis ojos se abren perezosamente cuando el auto deja de moverse, y luego... lo último que veo son los ojos claros de Aren. 

Entonces, simplemente me dejo caer al vacio sin saber si volveré a abrir los ojos alguna vez.

 ~~♦~~ 

AREN.

 ¡AREN! 

El grito desgarrador de Jade se quedará en mi memoria para siempre, luego de su grito todo se volvió un desastre tan rápidamente. 

Intenté hacer todo lo posible por mantenernos a salvo, pero nunca me esperé a que una fuerza tan poderosa nos impactara con tanta potencia, mi cuerpo sintió el gran impacto, pero lo único en lo que podía pensar era en que no estaba solo en ese desastre; ella estaba a mi lado.

 Jamás me había sentido tan impotente en mi vida, el miedo de perderla me atacó con más fuerza que antes.

 Y mi miedo se hizo realidad cuando en medio de todo el caos vi como su cabeza se estrellaba contra el material duro de la puerta del auto, ella cerró sus ojos un breve instante en el que yo aguanté la respiración y grité con dolor su nombre. Pero entonces ella me miró, y lo supe. 

Realmente la estaba perdiendo, ese último pensamiento se quedó en mi cabeza antes de que perdiera el conocimiento por completo. 




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