Darkwood

Capitulo 55

Capitulo 55. Silencio mortal. 

JADE

Suelto una risita por las cosquillas que Aren me causa en el cuello, él ríe divertido y crea un camino de besos desde mi cuello hasta mi boca donde reparte pequeños besitos húmedos. He perdido la noción del tiempo desde que él me tomó en brazos y se sentó en la cama conmigo en su regazo para llenarme de tiernos besos y caricias, me repite una y otra vez lo mucho que me ama y cuánto le hice falta, también me confiesa que estuvo yendo a verme al cementerio todos los días con la esperanza de que todo fuera un sueño, me cuenta que pasaba la mayor parte del día con la mirada perdida en el ataúd blanco en el que me encontraba. 

Mi interior se contrae al imaginarlo sólo en aquel lugar, sufriendo por mi. Sé que lo que me pasó dejó una marca permanente en él, sus ojeras y su aspecto demacrado me lo confirman, lo abrazo con fuerza deseando poder reparar todo el daño hecho, lo beso llena de amor intentando hacerle ver que estoy aquí de nuevo, amándolo con más fuerza que antes.

 — ¿Qué fecha es?.—pregunto de pronto jugando con sus dedos. Aren aclara su garganta nervioso.

 — Es el veintiséis de diciembre. 

Mis ojos se cierra con fuerza al escucharlo, el miedo y la ansiedad me invaden, me queda tan poco tiempo. 

— ¿Qué pasa?.—pregunta acariciándome. 

— Queda muy poco para mi transformación.—susurro apoyando la cabeza sobre su pecho, disfruto escuchando los latidos de su corazón—. Nastia ya está aquí Aren, ella fue la que causó nuestro accidente. 

— Lo supuse, pero... ¿no se supone que las quiere vivas a las tres?—pregunta confundido—. ¿Por qué intentó matarte?. 

— Es que no quería matarme, de alguna forma ella sabía que yo no moriría por mucho tiempo esa noche, supongo que solo lo hizo para asustarnos. 

— Esa maldita... estoy harto de su mierda, esa noche me tomó por sorpresa pero si la vuelvo a ver juro que va saber quién es Aren Vikram.—gruñe enojado, suelto una risita y me pego más a su cuerpo.

 — No lo dudo, pero me temo que eso me corresponde a mi.—susurro contra su pecho—. Cuando eso pase, no quiero que nadie intervenga, será la única oportunidad que tendremos de acabar con ella. Prometeme que no permitirás que nadie interfiera, ni siquiera tú. 

— No me pidas eso.—ruega tomando mi mentón para alzar mi rostro. 

— Es necesario, prometemelo por favor.

 Rozo mis labios con los suyos suavemente a la misma vez que mis ojos se pierden en los suyos, Aren suspira pesadamente y asiente.

 — De acuerdo, te lo prometo.

 Una sonrisa se desplaza en mis labios y acorto nuestra distancia para besarlo con fuerza, nuevamente nos envolvemos en una burbuja de pasión en la que no existe nada más que nuestras bocas danzando juntas a un mismo ritmo, en un momento me encuentro sobre la cama con él encima mio, abrazo su cuerpo con mis brazos y piernas acortando todo tipo de distancia, el rubio suspira sobre mi boca y acaricia la piel descubierta de mi cintura robándome silenciosos gemidos. 

— Con un jodido demonio, Aren Vikram bajate de mi chica mala antes de que entre y te baje de ella por los pelos de Rapunzel esos que tienes. 

Aren suelta un fuerte gruñido al escuchar la voz de Finn a unos metros de nosotros y se separa de mi sentándose a mi lado con una expresión asesina en el rostro, suelto una gran carcajada mientras cubro mi rostro con mis manos. 

La situación me sobrepasa y no me queda de otra más que descojonarme de la risa, la cual aumenta al ver a mi mejor amigo bajo el marco de mi destruida puerta mirándonos con indignación y con las manos sobre su cintura luciendo como una mamá sobreprotectora. 

— ¿Por qué no tocas la jodida puerta, Trainer?—gruñe Aren mirándolo mal.

 Finn dirige su mirada ahora incrédula hacia Aren, y muy cinicamente se acuclilla y toca tres veces con su puño uno de los pedazos mas grandes de mi puerta, sin quitar su mirada del rubio. 

Una serie de carcajadas me ataca y no tengo ni tiempo de ponerme a pensar que sueno como una foca atragantándose.

 — ¿Eres estúpido Vikram?.—Finn vuelve a ponerse de pie—. No sé ni para qué pregunto cuando ya sé la respuesta, y tú deja de reirte que esto es algo serio. 

Cubro mi boca intentando acallar mi risa pero simplemente no puedo, me estoy muriendo de la vergüenza y él no está ayudando mucho, Aren me mira con una sonrisa dulce mientras río un poco más bajo hasta que finalmente me callo y la vergüenza me ataca con más fuerza.

 — Lo siento.—me disculpo con ambos, pero ellos solo me miran sonrientes, aclaro mi garganta un poco incómoda por sus miradas—. ¿Por qué me miran así?. 

— Por que estamos felices de verte llena de vida otra vez.—contesta Finn acercándose a mi, me siento sobre la cama y sonrío apenada.

 Mi amigo me revuelve el cabello cariñosamente sin dejar de sonreír. 

— Pero sinceramente no puedo creer que ustedes dos estén fornicando aquí mientras todos estamos allá abajo hablando del jodido clima de mierda que hay en el pueblo.

 Aren y yo nos reímos apenados, la verdad es que ambos hemos olvidado por completo que abajo hay muchas personas esperándonos, espero que nadie sospeche lo que estabamos haciendo porque se me caerá la cara de vergüenza si es así. 

— Lo siento, pensábamos bajar en unos minutos.

 Finn me lanza una mirada diciéndome "Si, claro", Aren se pone de pie haciendo una mueca. 

De pronto alguien más aparece por el marco de mi puerta, inevitablemente suelto un bufido de desagrado cuando la veo, la sanguijuela de Trisha se adentra a mi habitación sin pedir permiso y mira a Aren sonriéndole con dulzura, ¿qué acaso no le duelen las mejillas de tanto sonreír? Maldita.

 — Vine a decirte que debo volver a mi casa, pero creo que estás muy ocupado, así que llamaré un taxi para que venga por mi... 

Ella deja la oración al aire esperando a que el rubio le diga algo, él me mira indeciso y yo asiento disimuladamente soltando un suspiro cansino.




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