Capitulo 65

Capitulo 65. Alfa y Luna. 

JADE CASTLELAND 

Mis manos y mis pies se sienten fríos, todo mi cuerpo tiembla levemente mientras que Clara termina de aplicarme un suave labial rosa en los labios y Ellie termina mi peinado el cual consiste en un medio recogido con un elegante moño en la cima, estoy muerta de nervios. El vestido que mi mejor amiga consiguió para mi es simplemente hermoso; es de un color blanco perla, de encaje en su mayoría, sus detalles son sutiles y un poco elegantes, sin exagerar. Aunque personalmemte detesto los zapatos de tacon, ésta vez hago un pequeño sacrificio y utilizo unos que combinan a la perfección con el vestido.

 Se supone que el día de hoy en la noche Aren se casaría con Tamara enfrente de las dos manadas y algunas manadas aliadas de otras partes del mundo, pero enrealidad para ese momento él y yo ya estaríamos unidos por la ley. Hoy sería el día en el que todo se decidiría. Si nuestro plan salía bien, el alfa Carlo tendría que aceptar su derrota. Lo único que me preocupaba era que el padre de Finn no respetara la cláusula y declarara la guerra a Blood Moon. Si eso pasa, será el fin de Darkwood y las alianzas entre manadas. 

— No puedo creer que estén haciendo esto.—susurra Ellie colocándose a un lado de Clara frente a mi—. Bueno, de hecho si lo creo. Desde que vi como se miraban ustedes dos supe que terminarían casándose y con mil hijos, lo que no me imaginé es que lo harían a escondidas de todos. 

Ambas hermanas suspiran sin quitarme la mirada de encima.

 — Sé que es una locura, pero lo amo... es mi otra mitad y no pienso perderlo, me niego a perder el amor justo cuando lo acabo de encontrar.—suspiro mirándome a través del espejo frente a mi—. Sé que mi vida es a su lado, jamás había estado tan segura de algo como lo estoy con esto, nos pertenecemos.

 Ellas sonríen ante mis palabras y asienten. El sonido de la puerta de mi habitación abriéndose nos sobresalta a todas. Mi corazón da un brinco cuando mis ojos se encuentran con los de Julie, mi hermana se cruza de brazos y sonríe un poco caminando lentamente hacia mi, trago fuerte y volteo a ver a Ellie. ¿No se suponía que mis padres y las gemelas se habían ido a visitar a Dominic y a mamá Alice? La rubia se encoge de hombros. 

— Juls, pensé que te hablas ido con nuestros padres...

 La chica niega con la cabeza. 

— No quise ir, no me gusta salir.—murmura y dirigiendo su mano hacia la mía para tomarla y observar de cerca mi anillo de compromiso—. Algo me decía que ibas a hacer algo arriesgado hoy, y supuse que lo harías a escondidas. Por eso le pedí a Jane que distrajera a todos en la mansión Vikram, nadie va a interrumpir tus planes.

 Una sonrisa se forma en mis labios y ella me corresponde, sin darle oportunidad de hacer o decir algo más, la abrazo con fuerza. 

— Gracias.—susurro contra su cabello oscuro.

 — Descuida, así cuando tengas hijos les podré decir que gracias a mi sus padres se pudieron casar sin interrupciones.—comenta con su voz dulce. 

— Estoy segura de que te lo van a agradecer. 

Ella asiente separándose de mi. Le ofrezco una última sonrisa antes de que Clara me de un pequeño ramo de flores azules y Ellie anuncie que la hora ha llegado. Lastimosamente solo dos de nuestros amigos podrían acompañarnos para ser nuestros testigos, y aunque hubo una amistosa riña de quienes serían los afortunados, Aren y yo decidimos que Finn y Ellie fueran quienes estuvieran a nuestro lado.

 Todo se estaba llevando a cabo en secreto; nadie más que nosotros sabía lo que estábamos haciendo, y es que si alguien llegaba a enterarse todo se iría a la basura y ésta vez no habría solución alguna. 

Ellie fue la encargada de llevarme en su auto hacia el lugar secreto en el que Aren me esperaba con un juez de confianza, gran amigo de Roger, quien había jurado mantener el secreto hasta que nosotros hiciéramos lo que teníamos que hacer. Para Aren no fue difícil armar todo esto por ser el futuro alfa de la manada líder del pueblo, la gente lo apoyaba y respetaba tal y como lo hacían con Dominic. Así que ya nada podría estropear nuestro momento. 

Media hora mas tarde Ellie estaciona el auto frente a una de las entradas del bosque, la mas alejada de todo. 

— ¿Aquí es?.—pregunto paseando la vista por todo el lugar.

 — No pero estamos muy cerca, anda, son pocos metros así que no sufrirás mucho con los tacones. 

Trago fuerte y salgo del auto al mismo tiempo que ella, entonces nos adentramos al espeso bosque y comienzo a seguirla a través de un pequeño sendero. Mi sorpresa es grande cuando unos minutos más tarde mis zapatos ya no tocan las piedras y tierra del sendero porque éste se encuentra cubierto con una gruesa cama de pétalos de rosas rojas. 

Suelto una risita y miro a Ellie emocionada, mi amiga toma mi mano libre y entrelaza nuestros dedos a la vez que me sonríe con los ojos inundados de lágrimas. Continuamos caminando un poco más y pronto llegamos al lugar. Mis ojos brillan cuando veo el lugar iluminado por el atardecer y unas luces blancas que adornan algunos arboles alrededor. Una mesa rectangular blanca se encuentra frente a nosotras, sobre ella yacen algunos papeles y varias cosas más, detrás de ella se encuentra un señor de la tercera edad bastante elegante observándome con una sonrisa amable. 

Y enfrente de él se encuentra mi rubio con Finn a un lado. 

Un nudo se forma en mi garganta mientras que mis ojos comienzan a cristalizarse, él realmente está allí enfrente, vestido con un elegante y sexy smoking negro... esperando por mi.

 A pasos lentos y un poco torpes retomo mi camino con la mano de Ellie aferrada a la mía. Mis ojos y los suyos se encuentran finalmente y una vez que eso pasa no se vuelven a despegar más, por lo que observo conmocionada como esos ojos celestes grisáceos que tanto amo derraman dos rebeldes lágrimas al mirarme caminar hacia él. Cuando menos espero yo también suelto algunas lágrimas de felicidad. Y cuando finalmente llego a él, Ellie suelta mi mano despacio para colocarla sobre la suya. Mi cuerpo sufre una pequeña descarga electrica al sentir su toque.