29 de Agosto del 2023
Bogotá, Colombia
Estás en todo, en todas partes y a todas horas. No sé qué es lo que esperas que haga o diga, ni siquiera yo sé si me encuentro en la capacidad de tal cosa.
Pareces imprescindible, aun cuando las cosas fueron dichas y quedaron claras. Sé que lo haces a propósito, como una forma de castigarme. Lo has conseguido, si te reconforta saberlo.
Solo han pasado tres días desde la última carta. Solo tres.
Me había jurado que no saldría de mí más palabras, que sería este tu castigo —apelando a la situación en la que nos encontramos— pero me dolió mucho más a mí. Tú vuelas libre por el mundo, hablas con las personas, vives la vida que tienes que vivir; pero ¿qué me queda a mí? Los lamentos perdidos de un amor fundado en una mentira; me quedan las noches tristes, largas, silenciosas, en las que solo me queda pensar y eres tú en quien pienso; me queda el vacío en el pecho, ese donde iba tu nombre y ahora solo deja pasar el aire gélido de esas mismas noches eternas; me queda tan poco que dudo mucho que tenga sentido permanecer un día más en el valle de la incertidumbre.
He querido reemplazarte, lo intento con la misma ferocidad con la que te quería, pero lo único que consigo es pensar que tú eras mejor que todos.
Los días parecen tan eternos en mis memorias del olvido, esas que habito con más frecuencia. Supongo que los seres como yo estamos condenados a sufrir por seres como tú. No te tomes ninguna molestia, te lo pido, tampoco remuevas el voto de silencio, porque flaquearían mis murallas y lo único que me queda lo protejo dentro.
Hazme un favor y consíguete un nuevo amor, así yo podré odiarte un poco. Sí, búscala a ella, a quién le escribiste la canción y dile que, en efecto, no la amas un poco menos sino un poco más. Sé feliz, ¡te lo imploro! Necesito saber que mi sufrimiento al menos vale la pena. Has del mundo un lugar menos triste y, si después de mucho años aun piensas en mí, regresa que aquí estaré esperándote.
Con un sentimiento de impotencia
Siempre tuya
A.D.I