A veces la curiosidad por saber que piensan sobre ti puede adentrarte a una realidad que tal vez no te guste; cuando esto empezó me limité a mantener en silencio la mente de la falsa sociedad que me rodea.
Desde el asesinato de mi madre empecé a convertirme en un vengador anónimo de los criminales que merodean la ciudad, los localizo, leo sus mentes averiguando cuál será su próximo delito y paso la información a los policías que si no fuera por mí, no tendrían el crédito que tienen ahora (eran inútiles sin mi información), y como olvidar que también gracias al cerebrito de mi mejor amigo hemos conseguido invadir la privacidad tecnológica de muchos de estos criminales y pasarla a la base policial manteniendo siempre el anonimato.. pues.. es que ni la FBI sabe quién somos, y tampoco como localizarnos.
Somos el dúo de anónimo.
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Editado: 19.11.2024