CAPITULO 3

Mi madre llorando desesperadamente se encuentra arrodillada con la cabeza gacha, cuando la luz vuelve a encender veo que esta junto a un hombre que también está llorando pero no logro definir su rostro. Quiero acercarme pero no puedo, es como si mis pies estuvieran clavados al suelo.

-¡¡MAMÁAA!!-- grito pero es como si no me escuchara.

Se escuchan pasos nuevamente y está vez son tanto de tacones como de zapatos normales, y entonces mi madre levantan la mirada a la vez que se comienzan a escuchar sollozos ajeno de ellos, y con temor en sus ojos ambos miran a un punto detrás de mí. Cuando voy a voltear siento como si me cayera un montón de agua fría en la cara...... Y es que así es.....

Abro los ojos de golpe levantandome con rapidez de la cama, cuando mis ojos se acostumbra a la claridad de mi habitación veo un rostro el cual no esperaba ver justo ahora, un hombre alto de más o menos cuarenta años, con un poco de cabello negro se encuentra parado frente a mi con unos jeans de mezclilla y una camiseta negra junto con una chaqueta del mismo color, en su mano tiene un vaso vacío que supongo que su contenido era el que se encuentra ahora en mi rostro.

-Tengo dos horas esperandote en el estacionamiento, subo preocupado y me encuentro con que sigues durmiendo a estas horas, ¡¿Cuando vas a ser más responsable?!. --dice alzando la voz, o casi que gritando.

Miro hacia al reloj de la mesa de noche ..diablos son las 11:32 a.m... devuelvo la vista al hombre frente a mi, antes de responder miro sus ojos grises iguales a los mios que me miran con cierto resentimiento.

-Hola papá yo estoy bien y tú? No, no e desayunado y claro que vamos a ir a comer esas waffles rápido, antes de que se agoten. -digo usando un tono inocente como si no me hubiera olvidado que hoy es su cumpleaños.

Lo empujó fuera de la habitación cerrándole la puerta antes de que responda y camino rápidamente al armario sacando lo primero que encuentro que son unos jeans grises junto con una camisa manga larga negra.

Mi padre era un hombre muy alegre y con esa vibra que te hace confiar cualquier cosa en el, aún desde la muerte de mamá mantiene su buena energía de siempre pero también se ha vuelto un tanto estricto y controlador, aunque sé que no lo hace por mal yo no puedo soportarlo tuvimos muchos problemas, la mayoría era por qué se preocupaba demasiado por que fuera a alguna universidad pero lo único que siempre me ha importado es vengar la muerte de mi madre y siempre que llegamos a ese tema sensible para ambos terminamos discutiendo, por esa razón preferí vivir alejado de el no quiero atosigarlo con mi mala energía, pero eso no significa que no lo quiera.

Hoy es su cumpleaños me prometí tratar de estar feliz por el; aunque esa palabra es casi desconocida para mi; vamos en su auto camino a la cafetería de siempre, ninguno a dicho ni una palabra desde que salimos aunque no son necesarias, ambos sabemos que este día no es fácil para ninguno.

Pues la razón es que hace cinco años mi madre había organizado algo especial para papá, pero se olvidó del pastel y por más que le insistimos en que no se preocupara por eso, ella no hizo caso era muy testaruda y mientras papá estaba distraído recibiendo a los invitados mamá aprovecho de salir aún siendo las 10 de la noche a comprarle el pastel a papá, ese día fue cuando la perdimos para siempre, aún no se sabe exactamente como fue, solo la encontraron al día siguiente muerta de un disparo en la cabeza.

Él, hasta el día de hoy aún se siente culpable y lo sé, por eso estoy tratando de no ser tan negativo.

Llegamos al fin a la cafetería y ambos dejamos salir un suspiro, nos miramos y logro ver sus ojos apagados, le doy una sonrisa para animarlo y bajamos del auto, entramos a la cafetería donde nos atiende enseguida una chica rubia de ojos azules.

-¿Que les puedo servir?-- dice con una voz un tanto chillona, inclinándose demasiado hacia mi, me di cuenta de inmediato que intenta coquetear me.

-Unas waffles para cada uno, un café negro y uno con leche gracias.-digo con el tono más cortante que puedo usar.

-oh claro ya se los traigo.-- dice desilusionada y se va a preparar el pedido.

-Oh vamos muchacho deja de ser tan amargado, la chica solo era amable además está bonita.-- dice mi padre, aparentemente le cambió el humor.

-Sabes que detesto ese tipo de chicas, y con "ese" sabes que me refiero a que no me gustan las chicas que se insinúan.

-Pero solo estaba siendo amable, enserio ¿Cuando me presentarás una novia? O un momento...--abrio demasiado los ojos y comenzó a hablar muy rapido---Eres...? Por que si lo eres no me molesta sabes que no soy homofóbico pero me gustaría tener un nieto algún día y si "eres" está difícil, aunque sé puede adoptar también de cualquier.....

-NOOOO!!! DIOS!! --lo interrupo de inmediato-- no soy gay papá, solo que es díficil conseguir una chica que no sea tan superficial.

--Perdón, perdón es que yo solo preguntaba, mejor coma....

La puerta de la cafetería se abrió de golpe interrumpiendo a papá y todos dirigieron su mirada hacia está. Allí en la entrada habían dos hombres encapuchados tenían a una chica amenazada con una pistola apuntado a la parte trasera de su cabeza.

Pero si es ella!!!.-pienso de inmediato.

Es la chica de ojos verdes intensos que vi en aquel bar, la del cabello que parece fuego. Al verla mi pulso se acelera y no sé por qué siento mis manos sudar, se ve asustada su mirada va a todas partes hasta que se detiene en mi. Lanzan a la chica al centro de la cafetería y todos comienza a alarmarse al ver como ellos le dan un disparo en la pierna, ella grita adolorida y comienzo a entrar en pánico intento acercarme pero uno de ellos alza el arma apuntando hacia mi.

--Quieto idiota si no el siguiente disparo irá directo a tu cráneo --dice con una voz demasiado rasposa.-- muevanse saquen todo objeto de valor que porten encima y todo su dinero, y tú. --dice señalando a la chica y arrojándole un bolso-- vas a recolectar todas las cosas y las vas a meter ahí dentro, ¡¡RAPIDOOO!!.