Sus ojos verdes, resaltan entre tanta oscuridad pero esta vez no me maravillan, al contrario, causan temor y escalofríos, no parecen sus ojos pero sé que lo son.
—¿Quien eres?.-se escucha un susurro leve.
Soy.... Soy.... ¿Quién soy?.
La confusión me invade mientras esa mirada se hace más intensa, una mirada cuyo rostro es indefinible, pero se de quién es aunque a la vez no. No hay sonrisa pero la dibujo, no hay cabello pero lo imagino, es el retrato de alguien quién realmente no está.
La pregunta es ¿Quien es ese alguien?.
Unas velas se enciende, estoy en un salón, ESE SALON, cuya decoración sangrienta da su toque tétrico, ¿Que hago aquí? Me pregunto una vez más, mis ojos miran su alrededor, esas esferas verdes ya no están.
—Buscas a alguien? .-Me preguntan varias voces que no provienen de ningún lugar.
No... o si, ya ni se qué pensar o hacer.
Me siento confundido y mareado, y lo tenso del ambiente aún me deja escalofríos, camino por el lugar buscando algo distinto, aún veo mismo... El mismo sillón, el mismo reloj en el centro del charco de sangre, sus grandes ventanales siguen iguales, y sigue habiendo alguien sin realmente haberlo.
Ese alguien me susurra cosas sin sentido, no entiendo que dice pero si sus latidos, como no sé, pero son rítmicos, ¿cómo sus latidos son más altos que sus sonidos?.
Esos latidos tan rítmicos de pronto se oyen acelerados y con ellos los tipicos pasos retumban en todos lados poniendome nervioso a más no poder. Frenan en seco al frente mío, aunque físicamente no hay alguien, puedo sentir su vibra que me inspira calma.
Cierro los ojos por el escalofrío que me causo esa calma repentina, al cerrarlos veo lo que antes no había, Ella es hermosa y extrañamente familiar, con una cabellera castaña y unos ojos de un color miel especial, me sonrió y me siento sonreír también, no sé por qué la quiero abrazar, también tengo ganas de llorar, llorar llorar y no parar, verla me da felicidad pero a la vez me hace agonizar.
Al abrir los ojos esa imagen bonita desaparece, y ante mi otro panorama se abre paso, me toma unos segundos recordar.
Aa si, me secuestraron no más por qué no saben quién soy.-pienso para mí mismo con cierta ironía.
Me confundió aquel sueño, pero lo que más me confunde es que no logro recordar a quienes pertenecía aquellos ojos tan singulares, unos verdes con un intenso bosque, otros mieles casi como si fueran oro, unos que inspiran terror, otros que te lleva a un calma extrema.
La puerta se abrío y entró esa chicas ojos verdes que aunque no son igual de singular, no me han de agradar, aparentemente viene calma, sus ojos fijos sobre los míos, no puedo ver nada en ellos, solo rabia y curiosidad, ahora es cuando me inunda una confusión más grande...
Qué ..NO VEO NADA?? .-me digo para mí mismo quedando atónito ante la situación.
Ella sonríe, tal parece notó mi pasmo.
—¿Que pasó? Vistes un fantasma?.- dice con ironía.
No entiendo qué pasa, solo recuerdo la tortura de sus hombre que por cierto me dejaron adolorido, pero no recuerdo consumir nada, al menos no algo que mi habilidad a de afectar. La miro con más detenimiento, sus ojos verdes no reflejan más que curiosidad y frialdad, no veo su mente, no veo nada. Y ahora soy yo quien preguntara....
—¿Quien eres?.
—¿Quien crees que soy?.-Pregunta con sarcasmo inentendible.
—Una loca, secuestradora paranoica que dice que la sigo cuando ni la conozco, A' y también malagradecida después de que te intenté ayudar con los supuestos ladrones que tú misma mandaste, en conclusión eres una maldita loca.-digo desahogando toda la rabia contenida.
Y para completar se comienza a reir como si hubiera dicho algo muy gracioso, se detiene y me mira con una sonrisa altanera.
—El loco eres tú, a cada lugar que voy estás tú, y...-se queda pensando como si no supiera si decirlo.
Que ocultará..
—No sé quién eres, ni te estoy siguiendo, no eres tan bonita como para desperdiciar mi tiempo contigo.-digo en tono de burla para molestarla, aunque al parecer no le afecto en lo más mínimo.
—Y tú pobre perdedor que te encuentras atado en una silla, quien aparentemente no hace absolutamente nada.- toma una carpeta marrón de una mesa.- Liam Ford, ex estudiante de la preparatoria Rots Markie,pasó de ser el chico popular con notas excelentes a ser un don nadie.
—Ohhh la psicópata me investigo, si sabes quién soy para que me tienes aquí??.-pregunto con fastidio.
—No se graduó, es hijo único.-continua ignorando mi pregunta- sus padres son Jackson Ford y Marie Márquez, Así que tú otro apellido es Márquez, interesante....
Me dio una punzada cuando mencionó el nombre de mi madre y la rabia me invadió inmediatamente.
—Eres una estúpida, solo déjame en paz, estás loca!! Que qué sabes que otras cosas pasarán por tú maldita mente.
.- digo alzando la voz.
Al reparar lo que dije abrí mis ojos como nunca y la miré, ya ella tenía su mirada puesta en mi, no había nada más que rabia en ellos, me sentí en un juego de miradas muy intenso.
—Tú sabés que está pasando, y ocultas algo, sabes por qué al mirarnos no vemos más que la rabia que ambos sentimos, y sabes que no es normal. Así que te pregunto por última vez, ¿Quien eres?.
Sus palabras me dejaron pensando, será que...no no puede.
Ella sabe que la miro, eso no se niega, pero sabe que la razón no es simple, ella también me mira por una razón, que alparecer es la misma, pero y si no lo es, y si ella enrealidad no sabe nada, o lo que pensamos no es lo mismo.
—Soy alguien capaz de destruirte, y no necesito ponerte un dedo encima, crees que tienes el control al tenerme atado, te crees saber de mí por haberme investigado, una información prácticamente nula para tu necesidad. Pero yo sí puedo destruir todo lo que quieres, puedo saberlo todo si lo deseo, tengo gente te lo aseguro.-digo en tono amenazante tratando de inspirarle algún miedo.- lo que yo tengo es mucho más que esto.
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Editado: 19.11.2024