De mi propiedad

Capítulo 1.

Su labios pasa por mi cuello igual que su lengua. Intento apartarla haciendo movimientos en vanos. Mi respiración se agita cuando muerde mi barbilla.

- ¿P-puedes moverte? - Murmuró nervioso.

- ¿Quieres que lo haga? - Su aliento choca con mis labios.

Acerca más su rostro por lo que volteó la cara haciendo que sus labios estén pegados con mi mejilla. De un movimiento brusco por parte de ella gira mi cara haciendo ver sus ojos furiosos. Pasea sus dedos por mi mandíbula y cabello.

- ¿Porqué eres tan hermoso? - Rie mientras besa mi mejilla castamente -. Me alegra haberte encontrado.

Me mantengo en silencio miestras ella sigue tomándome mi rostro. Su cuerpo está muy pegado al mío y me siento muy raro tener sus pechos pegados en mi torso desnudo.

- Qué tonta soy venía a darte el desayuno. - Se levanta haciendo que pueda respirar mejor.

¿Qué clase de secuestro es esto?

- Cómo se que te gusta usar lentes te compre unos.- Me da un estuche negro.

Con nerviosismo abro el estuche y me sorprendo al ver unos lentes iguales que los míos.

- G-gracias.

- De nada mi amor.

- ¿Porqué me hablas así? - Susurró incómodo.

Ella se mantiene en silencio mientras me trae la bandeja y la deja en mis piernas.

- ¿Tiene algo de malo? - Sonríe -. ¿No te gusta?

Niego con la cabeza. Su expresión fue de sorpresa. Agarra los lentes y me los pone. He usado lentes desde hace más de tres años, no es porqué lo necesite la verdad es que me siento cómodo usándolo.

- Tienes que comer. - Niego de nuevo.

- Tengo que irme a mi casa mi familia debe estar preocupada.

- Le escribí a todos tus contactos. - Abro los ojos exageradamente -. No me gusta como te escribe una tal Luz.

- Es lesbiana. - Por accidente sale de mi boca.

¿Pero que hago?. No tengo que darle explicaciones a nadie.

- Eso es mejor. - Su sonrisa aparece de nuevo.

- Tengo que irme. - Intento levantarme pero ella me agarra por los hombros y me sienta de nuevo.

- Tú no puedes salir hasta que comas.

Con su mirada puesta en mi tomo de nuevo la bandeja encontrando una ensalada de frutas, un vaso de jugo de naranja y un yogurt.

- ¿Cómo te llamas? - No pude evitar preguntar.

- Soy Rose para ti. - Me guiña un ojo -. Hay que lindo te sonrojaste.

- N-no. - Niego.

- No te preocupes. - Ríe -. ¿Quieres preguntar más.

- ¿Esto es un secuestro?

- No sabía que los secuestros eran así Izan. - Ríe -. Y no, no es un secuestro cómo te dije antes te salve para que no te secuestraran.

Frunzo las cejas.

- ¿Porqué no tengo ropa?

- Olía a vómito. - Hace una mueca -. Además te vez bien así sin ropa. Bueno si no tuvieras nada estuvieras más que bien.

Me ahogó con la saliva y comienzo a toser. Sus ojos muestran un brillo de picardía.

- Tan lindo sonrojado. - Rie -. Tendré que decir más cosas así para verte tan tierno.

- Basta. - Susurró. Me siento muy raro cuando dice cosas doble sentido y eso que sólo la conozco hace veinte minutos.

- Me iré bañar ¿no quieres acompañarme? - Niego y ríe -. Tu te lo pierdes, Lindura.

Se levanta de la cama y se quita la playera que tenía. Escucho su risa al frente mío.

- Lindura no tienes porqué cerrar los ojos muy pronto verás todo esto. - Pasa sus dedos por mi cabello -. Sabes cuando te vi me sentí como si mi vida tuviera sentido aunque tú no estuvieras para mi ese momento. Claro sí no me conocías pero te prometo que no dejaré que nadie me aparte de tu lado, Lindura.

No sé escucha ningún ruido por lo abro los ojos. Mis amigos se burlaran de mi cuando se enteren que estoy temblando por las palabras de una chica. Terminó de comer y dejó la bandeja en la mesita de noche.

El sonido de una llamada que viene de una parte de está habitación hace que me levanté y lo comience a buscar. Es el mío por la música. Comienzo a rebuscar todo lo que veo y nada. Resignado me siento de nuevo en la cama pero el sonido se intefica por lo que tanteo las sábanas hasta encontrarlo.

Miles de mensajes por parte de Cole preguntando si estoy bien que contestará. Me sorprendo por un mensaje de voz por parte de el y es respondido por otro mensaje de voz.

Cole: Izan Gabriel no seas un hijo de... No bueno eso no, responde cabrón, estoy preocupado por ti idiota.

Yo: Izan está conmigo no deberías preocuparte en este momento está dormido cuando se levante le digo que le escribiste.

Mis ojos se abren de la impresión, su voz no era perversa con su toque de picardía como me habla a mi, si no dulce.

Cole: ¿Quién eres?

Yo: Su novia.

Cole: Ohh, le dices por favor que vaya a mi casa cuando se levante.

Su voz es claramente sorprendida. Obvio el sabe que no tengo novia. 

Hay no ahora tengo que aguantar una drama por parte de el.

Yo: No hay problema yo le digo.

¿Qué?, no, no y no. Yo no iré a su casa aguantar su drama.

Reviso más y más de mensajes por parte de mi familia quien se enteraron de lo que paso en la fiesta. Está vez ella sólo escribió que estaba en casa de Cole.

- ¿Ya te diste de cuenta Lindura? - Doy respingo por el susto.

- ¿Porqué le dijiste a mi amigo que tú eras mi novia?

Una sonrisa aparece en su rostro. Bajo mi mirada y trago grueso al ver que sólo tiene una toalla tapando su cuerpo.

- Lindura pronto lo seré.

No respondo nada, está chica si me confunde no entiendo porqué me trata así.

- Puedo usar tú baño. - Preguntó.

- Claro que sí amor. Ahí están las toallas y todo lo que necesites y en una bolsa ésta una ropa que te compré para que no uses esa ropa vomitada.

- Gracias. - Susurró.

Veo que abre una puerta y intuyo que es la del closet cuando veo que está distraída me voy corriendo al baño.

- ¡Lindura toda la noche me la pasé viéndote no tienes porqué esconderse de mi! - Una risa detrás de la puerta se escucha.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.