Rose Lewis:
Sólo observó sus labios moverse, soltando murmuros incoherentes, me perdí el hilo de la historia desde hace mucho tiempo.
Estoy en un tipo de transe.
Izan borracho simplemente es muy tierno. Cada rato consigue la menera de abrazarme y me siento tan mal querer que siempre estuviera así de afectuoso conmigo.
Me enferma pensar no poder tocarlo ahora que está muy vulnerable.
Prácticamente estoy encima de su cuerpo, no noto que está tenso como la primera vez. Su ceño se encuentra fruncido igual que sus rosados labios, sus ojos cristalizados están perdidos en algún punto del techo.
El olor ha alcohol está impregnado en su ropa, es un poco fuerte y me alegro no estar vomitando.
Sintiendo esa extraña sensación de cuidarlo me atacan nuevamente al sentir sus brazos rodear mi cintura.
- Tus ojos cambian siempre - uno de sus dedos pasa por la tela de mi sudadera -, yo quiero también.
- Tus ojos son únicos no necesitas que cambien.- Le doy un beso en la frente -.Uso lentes de contactos, Lindura.
- ¡Yo también los usaré! - Niego.
- No, no, no. - Peino su cabello hacia un lado -.Tus preciosos ojos no los cambiaras por otro color en un lente de contacto. Y también podrías lastimar tus ojos.
- Los usaré.
- Ya veremos.
Termina ignorandome contando los posibles colores que podría usar y que se haría un pirsing en la ceja como el mío. Volviendo a su balbuceo de hace rato.
No sé si sentirme contenta al escuchar su voz sin ningún rastro de nerviosimo o preocuparme a no verlo nervioso, cosa que es normal en el.
Sus mejillas sonrojadas es lo que me alegro que no se hayan perdido de su falta de timidez hacia mi.
El reloj marcando ya casi diez de la noche.
- Lindura - suspiró -, tienes que ir a dormir o no podrás ir mañana al instituto.
Sus labios se fruncen y sus quejidos no se tardan en escuchar.
- No, mañana es sábado .- Río.
- No, amor - aprieto su mejilla -, mañana es jueves los que indica que tienes que ir al instituto.
- ¡No queiro! - Se queja removiendose.
Es un pequeño bebé.
Me levantó de su cuerpo comenzando a caminar hacia la cocina sintiendo los torpes pasos de Izan atrás.
- Te haré un té. - Informó -.Lindura ¿De que eres alérgico?
Este arrasca la punta de su nariz posiblemente recordando.
Abro los gabinetes buscando las cajitas del té de manzanilla.
- Piña... ¡No! Era a los pepinillos.
Pepinillos. Pepinillos. Pepinillos.
Comencé a murmuralo para poder recordarlo en un futuro.
- Siéntate por favor no quiero que te desmayes. - Lo ayude a sentarse en un banquito.
- Sueño. - Recuesta su cabeza en la barra separadora de la cocina.
- Espera unos minutos más. - Pongo a calentar el agua.
- On the way down to your hause
[De camino a tú casa, entré]
Doy un suspiró de sastifacion al escucharlo cantar. Como su voz se regula a la letra de la canción.
- Santa Monica and La Brea
[Santa Mónica y La Brea]
Hecho la bolsita de té en una taza pequeña mientras vierto el agua caliente en ella.
- Watch the vampire score some dope
[Miró a un vampiro consumir algo de droga]
Me subo a la barra viendo que todavía no ha salido de su escondite. Debe estar muy cansado por dejar su rostro en la barra fría de la cocina.
- Tie my shoes, run through your mind
[Amarró mis zapatos y corro por tus recuerdos]
Wath if we never met?
[¿Qué ocurriría si nunca nos conocemos]
Wondering in pointless conversations
[Preguntándose en conversaciones sin sentido]
Wath if we never said "Hello" and "What's your name? "
[¿Qué ocurriría si nunca nos decimos... "Hola" y "¿Cuál es tú nombre?"
And maybe I could die treading water
[Y tal vez podría morir pisoteando agua]
Drowning under moonlight sonata
[Ahogandome bajo la sonata "Luz de la luna"]
So kill me like you used to, love me like you never did [Así que matame como solias, amame como nunca lo hiciste]
Cuando veo que no va a seguir la siguiente estrofa me inclino hacia el.
- Fuck me like I'm never coming back, babe [Follame como si nunca volvieramos a vernos]
- ¡No sabía que te gusta Blackbear! - Exclama.
- Yo creía que no te gustaba canciones así - le doy un apretón a su mejilla -, me sorprendes.
Este se remueve en la silla nervioso. Sin poder evitarlo una sonrisa se marca en mis labios.
- Toma tú té ya es hora de dormir, Lindura.
El no responde mientras toma su té distraído viendo un punto fijo en la pared.
Cuándo termina lo llevo hacia mi habitación y lo acuesto, quitó sus medias y zapatillas y dejó que se duerma así mismo.
No me sorprende verlo dormir de una vez, la ebriedad hace que te sientas más cansado.
Cómo no tengo ganas de dormir voy hacia la cocina y agarró un pote de helado de galleta y una cuchara.
Quedando en la sala viendo una película de tiburones muy cliché para mi gusto.
Izan Harrison :
- Eres completamente una dulzura. - Aprieta mis mejillas muy fuerte.
Me quejo adolorido echando mi cuerpo hacía atrás.
- Cuidado.
Me quitó el cinturón se seguridad e intentó abrir la puerta.
- No saldrás hasta que te despidas bien de mi y que me prometas que no harás lo mismo de ayer.
Gruñi viendo hacia afuera ya los pocos estudiantes que quedaban entraban hacia el intituto.
- Se que estas de mal humor por la resaca, Lindura - Le oigo suspirar -. Pero no saldrás hasta que te despidas bien y prometas que no saldrás más de fiesta.
- No. - Me cruzó de brazos.
- Lindura. - Gruñi más fuerte.
- No eres un perro. - Ruedo los ojos -. Vamos, cariño, coopera conmigo. Hace tres horas tenía que ir hacia el trabajo y no puedo por llevarte al intituto.
- No es mi problema.
- Bien - toma de mi barbilla haciendo que la vea -, que sea rápido, Izan.