Me quedé en embobado viendo su pequeña figura en el escenario, moviendo sus caderas de una manera tan delicada y sensual que dolía.Tome asiento en una mesa apartada, sola donde podía verla perfectamente a ella y pedí un trago.El lugar estaba sumido en silencio total viendo a esa pequeña mujer bailar solo se escuchaba una música suave que no pude reconocer.En un momento nuestros ojos se encontraron, y podía sentir la tensión entre ambos, la miraba con deseo y total descaro, esta al sentir el peso de mi mirada bajo la cabeza.Esta chica me volvía loco y eso no era bueno.Me molestaba lo duro que me ponía con solo mirarme.Era una tentación andante con esos ojos saltones color miel, una pequeña nariz, labios regordetes y rosaditos invitando te a morder los, mejillas rosadas, pequeños pechos que cambian en mis manos perfectamente, con un culo delicioso y piel blanca.La más perfecta que haya visto ni a Sofía le había visto una piel tan perfecta y eso que ella era modelo y se aplicaba cremas para su cuidado, tenía un pelo envidiablemente largo y castaño. Definitivamente era una chica con una belleza inigualable y me tenía deseoso de ella.La música se acabó hizo una reverencia , los aplausos no tardaron en llegar y con ellos silbidos eufóricos ella me dirijo una última mirada y salió del escenario.Me pare del asiento y me fui a la oficina a organizar mis ideas.No era un hombre que se resistía, si algo me gustaba iba por ello y ya.Pero esto era diferente era una chica trece años menor que yo y no estaba en mis planes estar con una mocosa ni tenía pensado involucrarme con ninguna mujer de este lugar no suelo involucrar el trabajo y mi vida personal.No era un hombre fiel y eso Sofía lo sabía ella era una mujer madura solo disfrutábamos del cuerpo del otro no le daba explicaciones ni nada si aparecía alguna buena pieza me la tiraba y no quería que una mocosa cómo estas se fuera a creer que por haberse acostado con su jefe tenía algunos privilegios.Estaba decidido no caería en esa tentación que significaba el pequeño ser de Rebeca.
Escuché el teléfono sonar y lo tome enseguida.
En línea.
-Dime
-Bastián ¿Dónde carajos estás?
-Estoy en dónde mi nueva adquisición.
-Tenemos que hablar.
Rebeca
Baje lo más rápido que pude del escenario y me diriji a mi habitación.Las manos me temblaban al igual que las piernas, había sentido su mirada todo el tiempo sobre mi y eso me hacía sentir mucho nervio sobre todo viniendo de un hombre tan atractivo y misterioso como él.Por muy raro que pareciera nunca en mi vida sentí una atracción tan fuerte como la sentía como con él a pesar del poco tiempo que lo conocía y lo cruel que parecía ser.Por años llevo bailando en este lugar y nunca en esos años experimente esos nervios como hoy.Desde el primer momento en que empeze a bailar digamos que no era de las favoritas pero el tiempo fue haciendo de las suyas dando curvas notables e irresistibles para cualquier hombre cosas que giro a mi favor.Cada vez que me paraba en el escenario a bailar podía ver las miradas de deseo de los hombres lo cual me hacía sentir poderosa y la mujer más hermosa de este lugar llegó el momento en el que todos pedían a gritos que bailará y con el y tiempo y con solo veinte años me volví la sensación del lugar.Muchos hombres prometian pagar cuantiosas sumas de dinero por una noche con ellos pero a todos los rechazaba, algunos eran hombres de gran atractivo que pretendían sacarme de este lugar y tratarme como una princesa como según ellos me merecía.Pero ese no era mi plan.Segui bailando y me volví la mejor.Hombres venían solo a verme bailar y eso me rejocigaba en gran manera.No pensaba quedarme en este lugar yo quería ser libre, una bailarina profesional y viajar a muchos países hermosos y algún día casarme con un hermoso vestido blanco en la playa dejando atrás mi pasado en este lugar, eso solo era un sueño el cual pensaba cumplir muy pronto.