Capítulo 19

Jenny en su habitación se vestía, para ir a ver a Derek en el trabajo e invitarlo algún lugar como agradecimiento, se colocó un vestido floreado corto sin tirantes con una chaqueta jean y zapatos de tacón, se dirigió hasta la alcaldía en su auto para visitar a Derek.

Al llegar saludo a todo personal que la encontraba en la recepción se encontró con la secretaria del alcalde y pregunto por Derek –buenos días señorita.

–Señorita Jenny. Buenos días –saludo Marlene –si busca a su hermana no está aquí.

–No estoy buscando a Derek. ¿Se encuentra aquí? –pregunto.

–El señor Derek tampoco está aquí, pidió permiso para quedarse en casa –contesto.

Jenny guardo silencio –¿Sera que me puede dar su dirección?

–Claro –Marlene saco un pedazo de papel y anoto la dirección.    

–Gracias –tomo la dirección marchándose.

Volvió a su auto rumbo a casa de Derek llegando un poco tiempo, miro la casa era agradable y llamó al timbre. Miro a la señora Gaby salir a recibirla y la reconoció al instante.

–Buenos días señorita. Dígame. ¿Qué desea? –pregunto la señora Gaby.

–Buenos días señora. Busco a Derek. Quiero saber cómo esta –contesto.

–Está enfermo –contesto la señora Gaby.

–¿Qué le paso? –pregunto preocupada Jenny.

–Bueno, ayer se puso a jugar con sus hijas con el agua y le dio una fuerte gripe –contesto la señora Gaby.

–Las niñas están bien –pregunto.

La señora Gaby sonrío al ver más preocupación por las niñas –claro. Quiere pasar a verlo.

Asintió. La señora Gaby la llevo hasta la habitación de Derek donde lo encontró recostado, con sus dos hijas sirviéndole una taza humeante y unas galletas. Se notaba que sus hijas lo querían mucho, al ver como lo trataban.

–¿Jenny? ¿Qué haces aquí? –dijo Derek al notar su presencia.

–Papi no hables, casi me haces regar el Té –dijo Sofía.

–La señorita vino a visitarte –intervino la señora Gaby.

Eva observo a Jenny –tu eres la señorita que conocimos en el hospital.

Jenny asintió –sí, siento molestar solo quería saber cómo estaba su padre –dijo ella.

–No está bien. Eso le pasa por jugar con nosotras –continuo Eva.

Derek rio –¿Qué sucede Jenny?

–Quería invitarte a salir, pero veo que estas mal y espero que No…

–No te preocupes –intervino Derek antes que mencionara a Nora –de hecho, llegas en buen momento, estas brujitas me insistían en salir a jugar al jardín.

Las niñas se alegraron y se dirigieron hasta Jenny –gracias señorita –dijeron ambas entregando el Té y una galleta.

–Claro y que a mí me parta un rayo –dijo Derek.

–Toda persona que nos ayude, es nuestra amiga –dijo Sofía.

–Deberías salir también. El día es agradable y podrás relajarte –dijo la señora Gaby.

–Está bien. De lo contrario esas brujitas me van a fastidiar –contesto Derek levantándose de la cama.

Las niñas sonrieron, dando un salto corrieron para ir al jardín trasero. Jenny miro la energía y alegría de aquellas pequeñas, volviendo a mirar a Derek algo cansado.

–Son buenas niñas –dijo con suavidad.

La señora Gaby fue tras ellas –son terribles diría yo –hablo Derek. –Vamos. Caminaron hasta el jardín donde ellas ya se encontraban jugando con el señor José Miguel y las niñas lo llamaron. –Parece que faltare unos días más al trabajo. Algo me dice que Ana va estar feliz de no verme.

Jenny rio –estoy segura.

…

–¿Quién está detrás de esto? –pregunto el señor Lucio muy molesto a Subaro.

–No lo sé señor, pero tendremos noticias de las huellas dactilares que arroje el peritaje de esas armas que Jenny recogió –contesto Subaro.

Lucio se levantó de su sillón, caminando por la oficina –muy bien. Mantenme informado de todo. Quiero saber quién se atrevió a lastimar a mi hija, para hacerlo pagar.

Subaro guardo silencio, sentía un trasfondo en las palabras de Lucio y por la sensación que sintió no podía ser nada bueno. Lucio Salvatierra era alguien de familia, amaba a sus hijas como nadie y saber que alguien lastimo a un miembro de su familia lo enojaba en el alma haciéndolo cometer cualquier barbaridad.

–Estaré pendiente señor –dijo Subaro.

–Por cierto. Cómo va el proyecto con la alcaldía. Ana lo está haciendo bien. –indago Lucio.

–Por supuesto señor. Se ha manejado bien, al igual que su compañero que también está en el proyecto –contesto Subaro. No dijo nombres ya que esto podría significar problemas para Ana y Derek.

Lucio no sabía nada del regreso de Derek, mucho menos que tenía dos hijas si se enteraba de ello no sabía de lo fuera capaz. Todavía guarda mucho resentimiento y odio hacia su ex empleado, el hombre que le arrebato el amor de Nora.