¿de quién me enamoré?

Capítulo 4

Narra Sr. Misterio.

La conferencia había sido todo un éxito; los estudiantes tuvieron presencia absoluta, cosa que me hizo sentir un poco más relajado, al ver que estaban comprometidos verdaderamente con el proyecto.

Quise acercarme y conversar un poco con Jessica, pero no lo considere correcto y mucho menos ético. Tenía unas ganas desesperadas de pedirle disculpas, por mi comportamiento la otra noche, pero sentía que no era el momento correcto para que ella descubriera mi verdadera identidad.

Decidí enviarle un mensaje, para que estuviera al tanto de que me había gustado verla. Intente escribir varios mensajes una y otra vez, pero no fui capaz de sentirme cómodo con uno, así que sólo me limite a imitar su acto y le envié un simple y seco ¨hola¨

Narra Jessica:


 Estaba camino a casa de mis padres, me sentía bastante emocionada por finalmente lograr compartir con ellos. Tenía casi 5 meses sin verlos y de verdad los extrañaba mucho, escuchaba música relajadamente, hasta que me llegó un mensaje e inmediatamente todo mi cuerpo entró en alerta.

De: Sr. Misterio.
 —Hola.

Quise pensar que era una broma cruel de su parte, intente en la medida de lo posible no sentirme intimidada por su atribución. Pero la verdad es que no tenía planeado responderle, ya que la última vez que lo había hecho, me había tratado como una porquería y no era para nada mi intención ser tratada de la misma manera, así que borre el mensaje e hice cómo que jamás lo recibí.

Narra el Sr. Misterio:

Pasaron aproximadamente 4 horas desde que le envía el mensaje y jamás recibí ningún tipo de respuesta de su parte, seguramente ella no quería saber más nada de mí, o estaría enojada por la manera en la que me había comportado la última vez. No la culpaba, luego de haberla visto en la reunión de la universidad, comprendí que ella no era como las demás chicas a su alrededor, que lo único que hacían era observarnos con cara de depredadores observando su próxima presa.

Por otro lado al ver su manera de vestir nada provocadora y tan armónica, comprendí que ella era de ese tipo de mujer, en el que puedes confiar. Pues seguramente no está contigo por tu dinero o lo que representas, según palabras de otros colegas en el proyecto, ella era una de esas personas dulces, con las que siempre podías estar dispuesto a tener una conversación basada en algo interesante y no en temas superficiales.

Quise planear un nuevo encuentro con ella, me decidí a buscar en mi agenda algún evento en el que pudiéramos volver a chocar, para intentar acercarme pero desafortunadamente no había uno, hasta dentro de unos 6 meses, cosa que me hacía sentir un poco mal.

Intenté concentrarme en la medida de lo posible, en todo lo que tenía pendiente por hacer, pero no fui capaz… ella no desaparecía en ningún momento de mi mente y eso me tenía bastante frustrado.

Muchas veces suelo hacer cosas por impulso que terminan haciéndome luego lamentarme, por no haber pensado mejor, pero no le daba importancia, pero en estos momentos por alguna extraña razón, me importaba lo que esa muchachita estuviese pensando de mí.

Decidí no darle importancia al asunto y enfocarme en mis labores para así no tener que estar atormentándome día y noche por su desinterés (no lo logre.)

Narra Jessica:

Al llegar a la casa de mis padres; ellos me estaban esperando desde la entrada y mi madre al verme corrió y me dio un fuerte abrazo, llenando mi rostro de muchos besos. Me aferré a su cintura y disfrute de sus caricias, ya que había olvidado por completo lo que sentía cuando estaba a su lado, ellos eran demasiado sobreprotectores conmigo pero amaba sentir su afecto.

Soy de ese tipo de personas a las que aunque no eran demasiados expresiva, de verdad le gustaba recibir afecto de parte de sus seres queridos y ese era el mejor lugar en el mundo para mí: la casa de mis padres y su deliciosa compañía.

Agradecida estar con ellos y agradecí poder viajar para pasar mi rato libre con su compañía, tenía que admitir que me había sentido bastante mal por no haber venido antes, pero la universidad no me había permitido un viaje, de haber hecho algo así seguramente hubiese terminado perdiendo alguna materia del semestre y la verdad no era lo que yo quería.

Mis deseos eran graduarme en la fecha correspondiente o quizás antes, cosa que estaba comenzando a ver un poco fuera de mi alcance ya que cada vez la universidad se ponía un poco más compleja y sentía que no podía con mis deberes como era necesario.

Entré a la casa acompañada por ellos, papá al verme me dio un fuerte abrazo, un beso y me ayudó con mi equipaje para entrar a la casa juntos. — Estás bastante hermosa hija. —mencionó alegre mi madre.

—Demasiado para mi gusto, creo que has estado enfocándote en lo físico y no en lo académico tesoro—intervino como siempre un poco tosco papá.

Intente ignorar su comentario, él solía siempre ver lo malo de las cosas y no me sorprendía del todo su reacción al verme, la verdad es que sí, al irme a la universidad tenía otro tipo de apariencia. Pero gracias a mis amigas y todo el amor que Rosa ha puesto en mí, he aprendido a quererme un poco más y siento que es lo correcto, como mujeres muchas veces descuidamos nuestro aspecto, pensando que lo que vale únicamente es lo que tenemos en el cerebro y en cierto modo es así, pero creo que el que queramos ser inteligentes y preparadas no significa que físicamente debamos lucir desarregladas.




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