Cap. 11

💖💖 Capítulo 11 💖💖

Samantha

Ya han pasado varios minutos creo y el sigue caminando va rápido y yo aun cargada, será que no se cansa, pero no me puedo quejar tengo una vista aquí abajo increíble, vaya, su trasero esta más grande, se ha ejercitado muy bien, estoy deleitándome, cuando siento que de repente me baja, por fin, pero no debió bajarme así, porque mis pies tambalearon y casi me caigo, pero el me agarra a tiempo.


—Estas bien, discúlpame, no pensé que te podías caer—


—No pensaste, casi me matas, estás loco— le digo, exagerando un poco.


—Si estoy loco, pero por ti, pero no te estabas quejando, te sentí calmada y observándome el trasero, o no es así— me dice con esa sonrisa tan bella.


—De verdad que estas bien loco, yo no estaba viendo nada, además no tienes nada interesante que yo pueda ver— le digo riéndome


—No parece, pero ven vamos— me agarra del brazo, no se para donde me lleva, pero no lo detengo.


Se me hace familiar el lugar, ya me acorde, yo pase por aquí con Iván, seguimos caminando.


—Oye me llevas muy rápido, estoy cansada y para dónde vamos-— le digo


—Vamos a un lugar, relájate— me dice.


El me lleva arrastra, agarrándome del brazo, se dónde estoy, pero para donde me lleva, estoy viendo una cabaña, estamos muy cerca de ella, es la misma que vi cuando regresaba con Iván, parece que vamos a entrar en ella, pero está loco.


—Espera, no podemos entrar a una casa así, es ilegal—  le digo, el empieza a reír. —Porque te ríe, no es gracioso, no pienso entrar y si llega el dueño, estaremos en problemas—


—No te preocupes cariño, el dueño esta aquí y no va a ver problemas, te lo prometo, ven— me dice.
 

Yo no entiendo nada, él dice dueño esta aquí, pero la cabaña se ve que no hay nadie, estamos en la puerta, él está sacando algo de su bolsillo, es una llave y con ella abre la puerta, es que soy retardada, él es el dueño, me dice que entre, y eso hago y el lugar se me es muy familiar, he estado aquí antes, pero si es la cabaña de mi sueño, no puede ser, me volteo y lo veo con una sonrisa, yo estoy sorprendida, este lugar se ve mejor que en el sueño.


—Te gusta? — me pregunta


—Si, está muy linda, ¿tu vives aquí? —  le digo, mientras observo la cabaña.  —Podría vivir muy bien aquí, es acogedora—  


—Te gustaría vivir aquí? — me pregunta muy sonriente y me arrepiento de lo que dije.  —Este es mi humilde hogar, vivo aquí hace un par de años—

—Ya yo había estado aquí, en la cocina hay una ventana que se ve el lago verdad—él me dice que si con la cabeza, creo que le sorprendió que supiera eso, yo estoy más sorprendida, que sea la de mi sueño.


—Como es posible, tú te fuiste hace tiempo, y esto no estaba—


—Soñé con ella, tu estabas aquí y yo te apuñale— le digo riéndome. Sin contarle el sueño en sí.  — Y para que me trajiste aquí—


—No lose, fue el primer lugar que paso por mi mente—  me dice, mirándome fijamente, esto me está poniendo nerviosa.  —Sabes no conocía ese lado tuyo tan rudo, me gusta, y que fue lo paso que le pegaste—


—Te dije que controlaras a tu noviecita, ella se lo busco y si sigue le va a ir peor— le digo molesta.


—No es mi novia, deja de decir eso, podemos hablar— me dice acercándose a mí.
 

Que él me diga que no es su novia, me da mil años de vida, pero no le voy a mostrar mi felicidad. 

—Nadie la mando, es una estúpida, tienes que controlarla— le digo dándole la espalda y dirigiéndome a la cocina. 


—No me cambies el tema, ven— me detengo para encararlo, cuando me volteo, está muy cerca de mí, demasiado cerca.


—Que es lo que quieres Cristian, iba a buscar agua pero mejor ve tú, eres el dueño— le digo, para que se aleje de mí, cuando veo que se va a buscar lo que le pedí, me dirijo a la puerta para irme, cuando ya estoy cerca de la puerta me llama.


—Para donde vas, tú no te escaparas de mi—


—A esto se le llama secuestro, por si no lo sabes—


—No te pasara nada que no quieras, y no te estoy secuestrado, pero dime a que le temes— me dice sonriendo.


—Yo temerle a algo, para nada, te equivocas—


—O tienes miedo de admitir lo que aun sientes por mi— me dice. 


Mi cara es de sorpresa, creo que fui muy obvia, no, el solo lo dice para ver si adivina, aunque a estas altura no me lo puedo negar ni a mí misma, desde que lo vi se removió todo lo que pensaba que se había acabado.


—Yo sé que tu aun sientes lo mismo que yo siento por ti— me dice. Acercándose más a mi lentamente.


—Tan seguro estas—

—Muy seguro, tu mirada te a delatado, desde que nos vimos te has puesto nerviosa, por más que disimules no podrás ocultarlo—


—Te equivocas, yo no siento nada por ti, eso fue en el pasado y en el pasado se queda—


—Eres terca, no lo quieres admitir porque?, acaso estas celosa— me dice con una sonrisa.


—Celosa yo, ja, ja, no querido y menos de esa estúpida de Cristal, porque estaría celosa, dime— le digo cruzándome de brazo.


La verdad me da rabia verla junto a él, pero no lo admitiré nunca, mi orgullo es grande.


—Bueno, como no sientes nada por mí, no te molestaría si voy a buscarla, verdad—dice.


—Que... has lo que quieras no me importa, ve y búscala— le digo molesta, mi cara es de rabia pura, como se le ocurre decirme eso.


—Ves, si sientes cosas por mí todavía, de lo contrario no te molestaría, tu cara siempre te a delatado, y te conozco muy bien— habla con una sonrisa.


Cuando voy hablar el me agarra por la cintura, estamos cara a cara, hago el intento de soltarme, pero él no cede, yo no hago mucho esfuerzo, me siento bien así, volteo mi cara, no quiero que mis ojos me delaten más.


—Sam porfavor mírame—  me dice, no lo mires, no lo mires, no lo mires, me digo a mí misma. El me voltea la cara de nuevo para que lo mire.


—Yo no te he podido olvidar, te amo como la primera vez, eres mi todo, mi vida y cuando te fuiste sentí que se me iba el alma, que me moría, dime porque te fuiste, teníamos planeado de irnos juntos y faltaba un año para eso— me dice, sin soltarme, sus ojos se cristalizan un poco