Cap. 35

♡♡Capítulo 35♡♡

Samantha

Me despierto espantada, intento moverme, pero no puedo, muevo mis brazos y los pies, pero tampoco puedo, estoy amarrada, miro por todo lado, pero no se ve nada, esta oscuro.

Se que estoy en una cama, mis brazos están abierto amarrado en cada esquina de la cama, mis piernas están separadas amarradas por igual, siento miedo, pero aun siento la ropa y eso me alivia un poco.

Donde estoy, analizo, tratando de acordarme que paso y todo me viene a la mente, no puede ser digo empezando a llorar, porque a mí, esto no puede estar pasando, debe ser un sueño. Escucho la puerta abrirse, intento ver quien es, pero no se ve nada, esta oscuro.

--Por fin despertaste muñequita-... es Arturo y prende la luz, mi miedo crece más, lo miro aterrada. --Pensé que no ibas a despertar nunca, no debí golpearte tan fuerte-... 

Él se acerca a mí, con su mano empieza a tocarme las pierna y va subiendo hasta llegar a mi cara, intento zafarme pero me es imposible, el me agarra el rostro, tiene su cara frente a mí, me lame toda la cara, que asco, me da nausea, cuando el termina le escupo en la cara, él no se inmuta.

--Viejo infeliz, suélteme, no me toque-... le grito con rabia. El solo me da una sonrisa perversa.

--Que agresiva eres, me encanta-... me suelta la cara de mala forma, creo que se va, pero no, se queda viéndome y me pega una cachetada bastante fuerte.  --Eso es para que vayas aprendiendo quien manda, niñita-...  me dice.

Ese golpe me ha dejado aturdida, me siento mareada, maldito, yo lo miro con odio, tengo deseos de llorar, pero no lo hare, no le daré el gusto de verme derrotada, él se va y apaga la luz, a oscura otra vez.

Dios ayúdame, ¿porque a mí?, no entiendo, ¿qué hago?, no me puedo soltar, sigo intentando salir de los amarres, jaro con fuerza y nada, ya me duelen las mano, al parecer le hizo unos nudos bastantes fuertes, me siento cansada, trato de tranquilizarme y pensar, ¿donde estaré?.

**********

Nose en qué momento me quede dormida ni que tiempo ha pasado, sé que tengo hambre y sed, me duele la cara, cuando me lamí los labios sentí el sabor a sangre, ese maldito infeliz, empiezo a escuchar voces que se está acercando. Me hare la dormida, al parecer alguien más está involucrado, abren la puerta y siento que prenden las luces.

--Te dije que esta dormida todavía no haga que te encierre a ti tambien-...  habla Arturo molesto.

--Que le vas a hacer-...  esa voz, no lo puedo creer.

--Algo que me dará satisfacción a mi persona, la he deseado tanto tiempo-... 

--Quiero hablar con ella, verla a la cara, para que vea que perdió y que Cristian será mío-... dice Cistal, se escucha no muy convencida 

--Luego te dejare que le des la comida cuando despierte, ahora sal no fastidies más-...

Siento que apagan la luz y se van, abro los ojos, intento ver, y me doy cuenta que se asoma una luz por una ventana, parece ser pequeña, no creo que sea de día, me imagino que se viera más claro. 

Yo no puedo creer que cristal este involucrada en esto, esa desgraciada, como puede ella hacer esto, que fue el mal que yo le hice. Me siento muy cansada, necesito comer, estar en esta posición es horrible y cansa más.


No quiero ni pensar que me hará el, es un maldito psicópata. Necesito saber exactamente lo que cristal me dirá, por su tono de voz no la escuche muy convencida con lo que dijo.  

Pasa más tiempo y no tengo ni idea de cuanto y nadie viene, que estarán planeando, y si el me viola, no, eso no va a pasar, espero que no, prefiero morirme a tener que sentir a ese hombre encima de mí, de solo pensarlo me da asco.


De repente abren la puerta y prenden la luz y la veo, ella está parada con una bandeja de comida, le doy una mirada asesina, cierra la puerta.


--Como te encuentras-... me dice acercándose a mí.


--Feliz, no me vez, estúpida-… me da una pequeña risita.  --De que te ríes, aparte de loca secuestradora, te burlas-..


--Lo siento, no me burlo de ti, solo que me dio gracia lo que dijiste es todo, mejor ven, tienes que comer-..


--No quiero gracias, puedes irte-.. ella me mira con temor, yo volteo mi rostro en señal de negación.


--Tienes que comer porfavor, no quiero que el amo se moleste, come-… yo volteo a verla, su mirada es de súplica, ella le dijo amo, conozco ese término. 


--¿Que dijiste?, lo llamaste amo-... ella agacha la cabeza.  --Cristal mírame, porque lo llamas así, podrías explicarme-... 


--No puedo, come porfavor-... me dice en un susurro.


Me quedo viéndola por un momento, algo le paso a ella, para que actúe así, porque muy gallita cuando ha estado frente a mí y lo demás. después de ese momento y ella dándome una mirada suplicante decido comer, aparte de que tengo hambre.