Capitulo - Extra 5 - final

💖💖Extra-5 final💖💖

Cristian

Un año después…...

—Madre por favor podrías calmarte, me estas poniendo nervioso— digo viéndola caminar de un lado a otro en la sala de mi casa.

—Como quieres que me calme, no te das cuenta de que falta poco y eso me tiene muy nerviosa, no pensé que en tanto tiempo pasaría algo así y no puedo evitar ponerme nerviosa, así que hijo, te voy a pedir que no me pidas eso, ahora mismo es imposible— me dice sentándose en el sofá y tapándose la cara con sus manos, yo rio.

—Te desconozco madre, nunca te había visto así y ¿porque los nervios?, eres una mujer adulta— digo sentándome a su lado y abrazándola. —No tienes que estar así, al contrario, debes estar feliz, eso es lo que importa en estos momentos, mírame— le digo, ella se descubre el rostro y veo lagrimas en sus lindos ojos. —Porque las lágrimas mamita querida, te dije que no quiero verte mas nunca llorar— digo limpiándole el rostro mientras le sonrió con ternura.

—Lo siento hijo, lloro, pero de felicidad, amo a Gregorio y no pensé que este momento llegaría— me dice sollozando más fuerte. —El me hace sentir la mujer mas bella del mundo, me trata como nadie lo hizo— dice y se calla de repente, se en que su mente piensa o quien piensa y eso me molesta, pero no se lo demuestro.

—Olvida el pasado madre, ya paso mucho tiempo, dedícate al presente, a querer a mi suegro o padrastro, no sé, esto es confuso— digo y ella ríe. —Así te quiero, siempre sonriendo—

—¿Que es confuso cariño? —

Esa es Sam que esta parada en la puerta y nos observa con una sonrisa y empieza a caminar hacia nosotros, yo me quedo como un idiota viéndola, Dios, esta mujer me vuelve loco, su caminar es tan sensual, además la condenada solo trae un pantalón cortito y un top de tirante que no deja nada a la imaginación, que me provoca hacerle el amor en este sofá. Ya cerca me levanto le agarro de la cintura y ella me da tremendo beso dejándome con ganas demás.

—Discúlpame suegra-madrastra, es que nunca me puedo controlar cuando veo a mi esposo— dice viéndome con una sonrisa pícara y guiñándome un ojo, provocando que mi amigo allá abajo se empiece a endurecer más, ella mira a mi madre y su sonrisa se le va. —Pero ¿porque estas llorando?, ¿qué te hizo mi papa?, dímelo porque, aunque sea mi padre lo castrare— dice ella sentándose al lado de mi madre y la abraza.

—Querida tranquila, nada, tu padre no me hizo nada, al contrario, me hizo mucho— dice mi madre con una sonrisa algo rara, Sam ríe bajito y yo las miro entornando los ojos sin entender nada. —Es que estoy nerviosa, en unos días es la boda y estoy así, perdónenme, yo vine aquí a molestarlos y seguro ustedes tienen cosa que hacer, yo me voy, además tengo que seguir organizando la boda, Dios que feliz estoy—

Ella se levanta se limpia las lágrimas y con una enorme sonrisa se va sin dejar que digamos algo. Pero ¿qué paso aquí?, ¿porque se fue así?, no entiendo nada. Unos besos me hacen volver a la realidad y tengo a mi esposa devorándome mi cuello y empezando a desabrocharme la camisa.

—Mi reina hoy estas algo caliente— le digo agarrándole el rostro y besándola con ímpetu, devoro su boca con tanto deseo y pasión que no quisiera soltarla.

Después de un rato de besos nos separamos por la falta de aire, pegamos nuestra frente, nuestra respiración esta descontrolada.  

—Siempre lo estoy y solo por ti, quiero sentirte, esta mañana no fue suficiente, quiero más— me dice volviéndome a besar.

Cada día amo mas a esta mujer, me tiene como un idiota enamorado, haciendo todo lo que me pide, la amo tanto.

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Llego el gran día, yo debo reconocer que estoy nervioso y no sé por qué. Mi madre se va a casar y estoy feliz por ella.

—Mi rey, ¿estas nervioso?, pareces la novia— me dice Sam mientras me abraza y ríe.

—No es gracioso, si lo estoy, pero no creas que no estoy feliz, es que creo que la felicidad me tiene así— le digo dándole un beso apasionado, una tos hace separarnos.

—¿Cuándo dejaran esa calentura?, estamos en la casa de Dios respeten— dice Rossy  

—Pero mira quien habla, oye amigo, controla a tu loca— digo y todos reímos, menos ella que me mira molesta, pero luego se ríe.

Al fin mi madre avisa que esta lista, quiso arreglarse ella sola, por más que mi esposa y sus amigas le insistió en ayudarla dijo que no se preocupen por ello, que ella sabe cómo arreglarse, que para eso hizo varios cursos de maquillaje y peinado.