Capítulo 7

La tensión en el aire se espesaba con cada palabra que escapaba de los labios de Jordan. Su mirada desafiante me atravesaba como dagas afiladas, y su tono de voz, cargado de desdén, resonaba en mis oídos. Era como si estuviera dispuesto a desafiar al mundo entero con tal de proteger a alguien que le importaba.

—Esto es demasiado incómodo —murmuré, tratando de mantener la compostura mientras la furia bullía en mi interior.

¿Quién se creía para llamarme idiota?

Ante mi respuesta, Jordan no mostró ni un ápice de arrepentimiento. Más bien, parecía reforzar su postura, como si estuviera convencido de que tenía derecho a juzgarme.

—Me disculpé con él, además, no es problema tuyo —intenté calmar la situación, aunque mis palabras apenas lograron mitigar el conflicto.

—Todo lo que tenga que ver con Klaus es mi problema — declaró Jordan con determinación, como si aquellas palabras fueran un juramento sagrado.

—¿Acaso eres su guardaespaldas? —La pregunta escapó de mis labios antes de que pudiera detenerla, alimentando el fuego del enfrentamiento.

Jordan me escrutó con una mirada penetrante, como si estuviera evaluando si merecía una respuesta. Finalmente, con un gesto de desdén, se dio la vuelta y se marchó, dejándome con la sensación de haber tocado una fibra sensible sin siquiera darme cuenta.

Pero qué tipo tan raro. 

Qué oscuros secretos ocultará bajo su fachada de indiferencia.

A lo lejos, divisé a Katherine acercándose. Su presencia era como un rayo de luz, su sonrisa irradiaba calidez y amabilidad.

Pasó junto a Jordan y le dio un codazo, observé con curiosidad mientras Katherine se acercaba a mí, como si hubiera algo más entre ellos de lo que yo podía percibir.

—Al final pude dar con el aula, gracias por esperarme — expresó Katherine con una sonrisa radiante, rompiendo el hielo con su amabilidad.

¿Esta chica nunca para de sonreír?, me pregunté con cierta envidia, maravillándome de cómo podía mantener esa actitud tan positiva.

Katherine era hermosa en todos los sentidos de la palabra, con su cabello oscuro enmarcando unos ojos profundos y una piel pálida que contrastaba con su sonrisa resplandeciente.

Empezamos a caminar hacia nuestro salón de clases, y aproveché la oportunidad para saciar mi curiosidad.

—¿Cómo conoces a Jordan? —le pregunté a Katherine, deseando desentrañar el misterio que envolvía la relación entre ellos.

Kat volteó a verme con el ceño fruncido, como si estuviera sorprendida por mi pregunta.

—Es mi primo —reveló Katherine, su tono de voz dejando entrever una pizca de orgullo.— ¿Tú cómo lo conoces?

—Bueno, no lo conozco —admití, recordando el encuentro tenso en las escaleras.— Nos encontramos y... bueno, las cosas no salieron muy bien.

Finalmente, llegamos al aula y nos sentamos juntas. La clase transcurrió sin incidentes.

Mientras caminábamos hacia la salida del instituto, vi a Jordan de pie en un rincón, observándonos. Su mirada era intensa, como si estuviera evaluando cada uno de nuestros movimientos. Me sentí incómoda bajo su mirada, me despedí de Katherine y aceleré el paso para salir de allí lo más rápido posible.

Al llegar a casa, me quedé pensando en todo lo sucedido ese día.