Viejo amigo

"Oh, Alam, en serio viniste. Pensé que no vendrías a la escuela por algunos días". Un brazo envolvió mi cuello mientras me tiraba hacia abajo, mientras escuchaba esas palabras.

Mis ojos se entreabrieron un poco mientras trataba de recordar quién era este tipo guapo. El tipo medía 1,75 metros de altura y tenía el cabello castaño claro y de él se emitía un ambiente juguetón y travieso.

"¿Qué quieres, Johnny?" dije con un poco de enfado visible en mi voz.

Si este es Johnny, uno de mis supuestos amigos de aquella época, este fue una de las personas a las que acudí cuando el negocio del streaming empezó a decaer. En ese tiempo le pedía a Johnny que me ayudara a conseguir un nuevo lugar donde vivir, ya que con el poco dinero que estaba generando con el streaming me era imposible pagar el alquiler donde me quedaba. Sin embargo, este maldito me ayudó, pero a hundirme más.

"Bueno, ¿qué te pasa? ¿Por qué tan alterado, muchacho? ¿Aún no lo superas?"

"No, no es nada. Olvídalo, solo me duele un poco la cabeza".

"¡No te preocupes! Veo que aún no lo superas. Solo estás un poco estresado. Tranquilo, tu amigo aquí te invitará esta noche a una fiesta para olvidar las penas. ¡Eso hará que tu corazón herido mejore!"

Alam estaba un poco sin palabras. Este cabrón que en el pasado lo volvió alcohólico quiere hacerlo de nuevo.

"Estoy bien. No tienes que preocuparte por mí. Como dije, solo me duele la cabeza un poco. ¿Y qué es todo eso del corazón roto y eso de superar que hablas?"

Al ver a Alam preguntando eso, Johnny lo miró con una mirada extraña en sus ojos. Pero al segundo siguiente, dijo con una risita baja: "¡Maldita sea, hermano! ¡Tan fuerte fue tu reacción ante el rechazo que tu cerebro borró tus recuerdos penosos para evitar un trauma!"

"Uhhh, ¿qué pasó? No recuerdo de qué me hablas".

"Dijiste que estabas bien, pero viéndote bien creo que estás peor de lo que creí. Decidido, vendrás conmigo esta noche sí o sí", afirmó con un movimiento de cabeza Johnny.
"Johnny, ¿vas a decírmelo o no lo que pasó?"

"... ¿De verdad no recuerdas lo que pasó?" Johnny quería volver a verificar. No podía decir si Alam estaba bromeando o no, por la expresión seria en su rostro.

"Está bien, lo diré. Pensé que estabas bromeando. Pero maldita sea, ¿cómo puedes olvidarte de cómo te le confesaste a Melisa en mitad del comedor delante de todos, y cómo te rechazó sin ni siquiera dejarte terminar tu confesión?"

"..."

"Ah, fue solo eso, pensé que era algo grave, no me asustes así la próxima vez, infeliz."

Johnny se quedó un poco sin palabras, no pudo evitar pensar para sí mismo: "¡joder, si ser rechazado de esa manera no es nada, no quiero saber cómo reaccionará cuando le pase algo!".

Ahora que Johnny lo menciona, ya lo recuerdo. Aparentemente, hace unos días, cuando estábamos en el descanso para el almuerzo, Alam se levantó de su asiento y fue al centro del comedor, donde se suele sentar Melisa, y sin mediar palabras se le confesó en el acto. Sin embargo, antes de que terminara su declaración de amor ante Melisa, fue rechazado sin dudar.

"Pensándolo bien, sí que fui imbécil. ¿Por qué Melisa, una belleza e inteligente señorita de una familia acomodada, sería novia de un patán, flojo, buscador de problemas y mal estudiante como yo? ¿Qué tengo de bueno además de mi apariencia?" "..." En fin, no culparía a la chica, si fuera yo, habría hecho lo mismo.

Alam se quedó parado en el sitio mientras Melisa se alejaba de la mesa con disgusto en su cara. Sacando a Alam de su estado, fue la risa burlona y el murmullo de los demás estudiantes que lo señalaban con el dedo.

"¡¿Qué estás mirando?!"

Johnny, que estaba no muy lejos de Alam, intentó consolarlo: "Broder, ¿estás...?" Antes de que pudiera preguntar, Lu Chen salió corriendo del comedor antes de que Johnny pudiera reaccionar.

"¿Recuerdas todo ahora?" preguntó Johnny sintiendo mi hombro a un lado.

"Sí, sí ya recordé bien."

"Pensé que no vendrías por un tiempo por vergüenza o algo así. Si mal no recuerdo, ese día no volviste más después del receso."
Alam recordó que en ese entonces se sintió tan avergonzado y humillado que, en vez de volver a clases, se escapó y se fue a la sala de juegos.

"En serio, ¿por qué te le confesaste a Melisa?" Johnny estaba un poco sin palabras. "¿Este tipo cree que puede conquistar a las bellezas o qué?"

Alam se encogió de hombros. "Sí, fui un iluso al hacer algo como eso. ¿Cómo podría una chica como Melisa andar con un vago como yo?"

Johnny suspiró por lo tranquilo que actuó Alam en comparación con lo avergonzado y molesto que estaba ese día. Dijo con seriedad: "Alam, no tienes que preocuparte por nada, tu amigo aquí presente me presentará a algunas chicas esta noche. Seguro que encontrarás a alguna que te guste, quizás puedas concretar la cosa también, ¿quién quita?".

Dijo Johnny mientras pensaba en qué chicas podría llevar a la fiesta de esta noche. Johnny, que estaba a punto de hablar de algunas chicas, fue interrumpido abruptamente por las declaraciones de Alam. "No, no es necesario. No quiero salir con ninguna chica en este momento".

Salir con alguna chica en este momento para Alam era una pérdida de tiempo. El año se estaba acabando y sabía que si no hacía nada, perdería el año, y eso era algo que no quería.

"Pero Alam, amigo, no puedes renunciar a las citas solo porque una chica te rechazó. ¡Las chicas que invitaré está noche son bellezas! Encontrarás a alguna que te haga olvidar a Melisa seguro. Solo ven a la fiesta, te presentaré..." Johnny estaba a punto de terminar su declaración cuando sonó el timbre de la clase. El profesor entró al salón, poniendo silencio a todas las conversaciones en el aula.