De Regreso Al Pasado

Romeo

Cuando terminó la clase, Alam salió del salón de clases seguido por Johnny. En el pasillo podían escuchar las fuertes risas y charlas triviales de los demás estudiantes que estaban allí.

Mientras caminaban en dirección al comedor escolar, Johnny no pudo evitar cuestionar a su amigo por su actitud de hoy.

"Ey Alam, estuviste muy tranquilo allá en el salón, no parecías tú mismo, te veías tan concentrado que hasta a mí se me quitaron las ganas de hablar".

"Sí, hoy estuvo muy interesante la clase, no pude evitar concentrarme en ella".

"..." Johnny.

"¿En serio te pareció interesante una cátedra sobre la firma de tratados de comercio en el siglo veinte? Veo que en realidad ese rechazo sí te trastocó un poco la cabeza después de todo".

Mientras se acercaban al comedor, Alam ignoraba por completo lo que Johnny decía a su lado. En el momento en que llegaron, llamaron la atención de muchos estudiantes. En el momento en que fueron vistos, más específicamente a Alam, se escucharon risas contenidas de muchos lados mientras dedos indiscretos y burlones apuntaban a Alam.

"¡Oh, parece que a nuestro Romeo se le olvidó muy rápido su papelón del otro día! ¿Qué, quieres probar suerte de nuevo? Tal vez hoy sea tu día".

Una voz burlona se escuchó a unos cuantos pasos de la entrada del comedor cuando Alam y Johnny entraron.

"¿Quieres una paliza, Mateo? ¡Hace tiempo que no te golpeo, quizás ya te está haciendo falta!" dijo Johnny con enfado.

Johnny estaba a punto de ir a la mesa de Mateo a confrontarlo por las burlonas declaraciones que salieron de su boca, pero fue detenido por Alam en el acto.

"Ey Johnny, calma hermano, ignora a ese tipo, vamos a comprar algo, tengo mucha hambre", dijo Alam mientras trataba de elegir entre unas empanadas o un pan para comer.

Johnny se sorprendió ante las calmadas palabras de su amigo. Es muy sabido por muchos en el colegio que Alam y Mateo han tenido muchos problemas en el pasado, muchos de ellos incluso han acabado a puños la mayoría de las veces. Así que se sorprendió mucho que Alam no intercambiara unas cuantas palabras con Mateo por lo menos.

"Está bien, comamos ahora. Si no quieres, me puedo comer tu parte", dijo Alan mientras estiraba una mano hacia el pan de Johnny al otro extremo de la mesa. El rostro de Johnny se crispó ante las palabras de su amigo.

"¡Diablos, no!"

Luego de tomar asiento en una solitaria mesa en una esquina del comedor, ambos disfrutaban de su merienda en paz, a salvo de la mirada inquisitiva en los ojos de Johnny. Alan no pudo evitar decir: "Solo di lo que quieras, Johnny. Parece que vas a explotar si no te dejo decirlo".

"¿Por qué no golpeaste a ese bastardo o por qué no le dijiste nada al menos? ¡Parece que el bastardo ya no recuerda la última golpiza que le diste! ¿Tal vez quiera otra?"

"Déjalo ir, Johnny. No vale la pena molestarse por eso", dijo Alan mientras le daba un bocado a su empanada y tomaba un sorbo de su refresco de cola. "Sabes que no me puedo meter en más problemas. No estoy tan bien como tú en lo académico. Hago cualquier alboroto más y me echan del colegio de golpe".

Así era. A diferencia de Alan, que tenía malas notas y era malo estudiando, Johnny era lo contrario. En realidad, era alguien con buenas notas en general. Era una persona que siempre sacaba buenas notas en exámenes o trabajos. Estaría en los primeros puestos académicamente si no se escapara seguido de las clases y buscara problemas con otros alumnos. A estos problemas, solía arrastrar a Alan la mayoría de las veces. Se podría decir que el estado académico actual de Alan en gran parte era culpa de Johnny. En el pasado, él solía influenciarlo para no entrar a clases y vagar por el colegio. Él no era como Johnny, que solo necesitaba uno o dos repasos y podría estar listo para cualquier ocasión. Él necesitaba dedicar tiempo para entender las temáticas, tiempo que no tuvo desde que empezó a relacionarse con Johnny.

"¿Qué tontería dices? Si lo escucho hablando mal de mi hermano otra vez, le partiré la cara al desgraciado".

Sabiendo que era una pérdida de tiempo intentar calmar a Johnny, Alan se dio por vencido.

'Diablos, ¿cómo puede este maldito ir bien en el colegio si, al igual que yo, vagaba mucho?", pensó Alan para sí mismo.




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