Decepción

Capítulo 4

NICK FOSTER

pensé muchas cosas, me di cuenta que mi vida la verdad no tiene nada divertido, pero bueno, no puedo hacer nada para que cambien. Estoy agotado, ayer pase todo el día leyendo, por la noche me acordé del examen de hoy y me quede hasta tarde estudiando, no soy tan estudioso, es solo que este examen vale mucho.

Salgo de la cama, tomo un baño, me visto y bajo. Eduardo está en el sofá, creo que duerme mejor ahí que en su propia cama. Lo despierto para que se levante y se vaya a bañar para ir a la universidad.

-¿Pero que coño quieres?-me dice frotándose los ojos.

Ayer llego tarde, tiene varios golpes en su cara, apesta a alcohol y su celular no ha parado de sonar.

-Hoy hay clases tarado.

-mierda, ¿hiciste mi tarea?

¿Pero y a este qué carajos le pasa?, no hago la mías y voy a estar haciendo las de él, ya no lo soporto.

-Sí, solo que la deje en China, lo siento.

-Que gracioso, estoy hablando en se...

No lo escucho, camino y lo dejo ahí en el sofá. Como siempre me toma aproximadamente 10 minutos llegar a la universidad, es un poco temprano, llego al salón y solo están siete personas, me miran y yo solo sigo a sentarme al último puesto, el examen de hoy será de Ciencias.

La profesora llega, nos da las hojas del examen, pide que nos callemos, que no hagamos ningún tipo de ruido, al que toque colándose le quita el examen y le baja cinco puntos.

Comenzamos, la verdad es que esta difícil, me distraigo pensando en los libros, en las músicas. Me quedo pensando en un libro que tuvo un final triste, pero lo imagino de otra forma, y sonrío.

La profesora se para en frente de mi.

Que fastidiosa, la verdad es que no la soporto, odio a esta profesora. Es la típica profesora que te regaña sin tu estar haciendo nada, la que dice que te calles cuando es otros que están hablando.

-Concentrado, esa no es la respuesta.

Señala la hoja, todo el mundo voltea a mirarme, la profesora los regaña y siguen con lo suyo. Nos dio una hora para terminar el examen de cuatro hojas.

La verdad si que esta difícil, si no hubiese leído tanto y no hubiera recordado lo de mi hermana, de seguro no estuviera tan perdido como lo estoy ahora. Termino con la tercera parte, ya varios alumnos han entregado los exámenes-no comí nada antes de venir, tengo mucha hambre- la hora pasa y me apresuro antes que la profesora pase por mi puesto a quitarme el examen.

-Los resultados de los exámenes los daré en mi próxima clase- dice tomando sus cosas y largándose del salón.

Las próximas horas son aburridas. Salimos al descanso, Eduardo llega a donde estoy, me pregunta si puedo ir con el a una parte y...

Resulta que la parte es una mesa con las chicas, Ximena, Karol y Anna están ahí, llegamos a donde ellas están, me siento y Eduardo hace lo mismo.

-Antes que digas que no quieres estar aquí-habla Ximena- queremos decirte que tenemos algo para ti y para Eduardo.

Yo estoy entre Karol y Anna, Eduardo esta en mi frente con Ximena al lado. Si no es para comprarme un libro no quiero nada. Me miran a espera de que diga algo, no digo nada y Karol es la que habla.

-Bueno, ya que Eduardo y tú nos ayudaron, queremos agradecer por eso, si hubieran sido otros chico la verdad no me quiero ni imaginar lo que hubiera pasado-Habla Karol comiendo una papa frita- Así que muchas gracias, ahora pueden pedir lo que quieran.

¿Está hablando en serio?, no es que lo hice a espera de algo, tampoco lo hice porque soy amable, lo hice porque se me dio la gana. El momento se aprovecha, así que hago una lista mental de los que libros que no tengo, en total son siete pero no creo que me vayan a comprara siete libros.

-Quiero libros-les digo-y no me digan nada porque es eso lo que quiero.

Eduardo pone los ojos en blancos, Ximena solo me queda mirando, Anna no puede creer que pida libros y Karol está más pendiente de sus papas que de otra cosa.

-¡No! no te voy a dar libros te voy a dar discos- habla Ximena.

-Yo tampoco te daré libros, que aburrido eres- dice Karol- Te daré pizza por tres días ¿va? Seee.

Bueno lo de los discos está más que perfecto, escuchar músicas mientras comes pizza debe ser genial, Anna tiene que comprarme los libros y todo será perfecto.

-Bueno, ya que nadie te dará los libros, yo te los compro- dice Anna mirándome.

Eduardo pide dinero pero las chicas no se lo dan, Karol le dará tres día de pizza, Ximena le dará una caja de cerveza y Anna le ayudará con las tareas por una semana.

Pasan los 15 minutos del descanso y volvemos a las clases. Salimos, los chicos me están esperando y nos dividimos, las chicas comparan lo que necesitan, la caja de cervezas, los discos, y Eduardo se irá a casa.

Me quedo con Anna y nos dirigimos a una biblioteca donde podemos comprar los libros que queramos, ella dice que puedo tomar lo que quiera.

Entramos, es inmensa, hermosa, compraría toda la biblioteca si pudiera. Nos dirigimos a un parte donde están los libros de ficción, tomo dos, luego nos dirigimos a la parte donde están los libros de terror y tomo uno.

-¿por qué amas tanto leer?-me pregunta Anna viendo los libros en mis mano- es solo un libro, nada de eso es real, todo es mentira, deberías leer los de la vida real y no los de ficción.

¿Pero y a esta qué le picó? puede que sí, la verdad todo es mentira, la verdad nada de lo que está en esa hoja paso, pero ¿y cuando lloro porque uno de ellos murió? Cuando me molestó porque la pareja que quiero no se casan, cuando el que debe morir no muere y me da hasta rabia que dejo el libro de lado, solo por un rato porque no puedo vivir sin ellos. Puede que lo que esté en el libro no sea real pero, lo que yo siento sí, sí es real y mucho, he pasado hasta una semana llorando por un libro. Deberíamos respetar los gusto de cada persona, porque el que está leyendo soy yo.

Y pensar que solo lloro con libros, pensar que solo me enamoro en libros.




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