Decisiones Erróneas

Capitulo 27

Dos semanas despúes 

Todos los preparativos estaban listos, pero a Luna antes de que el ritual se lleve a cabo deseaba invitar a Mecle y a su esposo, no había mejor oportunidad que aquella para solucionar todo con su amiga y conocer al hombre del que se había enamorado.

Por esta misma razón, al no tener ningún pendiente que realizar partió junto a sus guardias  hacia el hogar de su amiga. En el camino iba incómoda debido a que hacía ya un par de día un extraño sentimiento se instaló en su vientre, decidida a no darle importancia lo dejo pasar y admiro al pueblo por la ventanilla del carruaje.

Cuando el andar se detuvo supo que ya habían llegado a su destino, espero a que algún guardia abriera la puerta para descender y cuando lo hizo le indicaron que vivienda era la de la dirección.

Por muy extraño que parezca, en el momento que se dirigía a esta, una sensación de angustia se instaló en su garganta. Y con las manos temblorosas tomó el pomo de la puerta para tocar, pero le fue imposible ya que alguien la abrió abruptamente. Al levantar la mirada pudo encontrarse con la expresión sorprendida sobre el rostro del padre de sus hijos.

Sorprendida y extrañada solo pudo decir lo siguiente:

-Busco a Mecle 

 

 

***

 

 

Laila se paseaba desesperada por los pasillos del palacio, intentaba encontrar al príncipe Felix lo más pronto posible pero era una tarea que le estaba resultando difícil. Por más que lo buscaba no lograba dar con él, y lo peor de todo, no podía preguntarle a nadie sobre su paradero ya que no debían relacionarlos por ningún motivo. Nadie debía saber que se conocían lo suficiente como para hablar entre sí.

Cansada de buscar decidió ir hacia la caballería donde dos caballos listos la esperaban  para partir, solo requeriría de uno en aquel momento.

Pero grande fue su suerte cuando al pasar por el jardín que conducía hacia su destino pudo encontrarse con que el príncipe Felix se encontraba cuidando las flores de este. Decidida a que no tuviera oportunidad de huir de ella, se acercó lentamente a él.

Y tal como lo planeo estuvo lo suficientemente cerca como para evitar su huida.

-Sé que mi accionar en aquellas circunstancias fue totalmente errado y apresurado, no contábamos con bastante tiempo y eso impidió que mi mente hallará otra solución. Pero aún tenemos oportunidad de solucionar el destino atroz que le depara a Luna, solo debes escucharme.

-Entonces habla, te escucho

-Que bueno que quieras oírme pero no contamos con demasiado tiempo, debemos partir. Te prometo que te contaré todo en el camino.- le informa mirándolo con súplica para que la siguiera y esperará cosa que por suerte sucedió. 

Al llegar a los establos, se montaron en sus respectivos caballos y partieron rumbo a su destino. Luego de minutos de andar 

-¿Al menos me dirás a dónde nos dirigimos?-cuestiono Felix empezando a arrepentirse de estar ahí con Laila.

-Vamos al hogar de Mecle, la antigua doncella de Luna.

-Y porque hemos de ir hasta allí?

-El padre de los hijos de Luna se encuentra con ella, intentaremos evitar que nuestra princesa se encuentre con ellos. Porque si lo hace podría provocar en ella un gran dolor.

-¿Me estas queriendo decir que el ahora esposo de Mecle es el padre de los hijos de mi sobrina?

-Así es, por ello debemos evitar que se encuentren.

-Acelera el paso entonces- ordenó el príncipe aumentando el galope del caballo...




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