Defenders: aventuras en Ponos

3. Empieza el entrenamiento

Al siguente, los chicos se adentraron al bosque para planear su entrenamiento y, quizá empezarlo.

—Bien. He traído esta hacha para cortar algunos árboles que nos servirán para la fogata del campamento —Dijo Eric sacando su herramienta que llevaba guardando desde que murieron sus padres.

El hacha que tenía en manos era de su padre; cuando Eric aún era un niño de ocho años, su padre le enseñó a talar árboles, pues se dedicaban a vender troncos en el mercado.

—Vaya arma, se ve bastante filosa —Mencionó Len—. ¿A cuánto me venderías esa hacha?

—No está a la venta, mi padre mencionó en algún momento que esta hacha tenía un metal raro, acero celestial.

Alex miró detalladamente y vio que no era del todo acero celestial, pues mantenía una gran parte de hierro.

Pasaron un par de horas y finalmente elaboraron la fogada, Cami llevó algunos sacos de cuero que tenía en casa. Len había cazado algunos conejos para la cena, esta chica cocinaba delicias.

—¿Creen que las criaturas nos encuentren? —Cami preguntó con temor; la chica más joven, también era la más débil y asustadiza.

—Consideren la idea de dormir ahora mismo, me iré a descansar —Añadió Alex notando la situación peligrosa en la que todos se encontraban.

El bosque no era muy seguro y menos en la noche, pues los Skrills cazaban a los humanos que solían adentrarse al oscuro bosque. Algo aterrorizaba a Eric, se sentía vigilado por todas partes.

—Fue una mala idea venir... —Pensó.

Un hombre alto y tenebroso apareció delante de los cuatro amigos, era un Skrill hambriento que encontró la cena perfecta. Alex tomó el hacha de Eric y se lanzó hacia la criatura.

—¡¿Qué haces?! —Exclamó Len viendo a su amigo cortar el pecho del Skrill sin parar.

El chico le abrió una gran herida al hombre, pero éste cerró lo que Alex había conseguido con mucho esfuerzo y, le conectó una poderosa patada haciendo que el chico se alejara.

El Skrill, tenía escamas en la piel parecidas a un dragón, era completamente rojo y sobresalían dos grandes cuernos de la cabeza, su mirada era aterradora y parecía que siempre estaba molesto.

—¡¡CORRAN!! —Gritó Eric muy asustado.

—Los voy a asesinar y tomaré sus cabezas como pequeños trofeos —Dijo el hombre de escamas con un tono muy confiado.

Los chicos corrieron y por accidente, cayeron en un lago que parecía muy antiguo; vieron una cueva y en la entrada, habían rocas con dibujos tallados, los dibujos mostraban las instrucciones para crear armas con el poder suficiente para matar Skrills. Eric se acercó y vio los dibujos en las rocas, ya sabía cómo funcionaban.

—Alex, dame el hacha —Pidió Eric—. Ya sé cómo vencerlo.

Alex le dio el hacha y Eric la sumergió en el lago haciendo que el arma brille de un tono blanco, parecía como absorbiera la luz. El chico estaba decidido en acabar con esa criatura, empuñó el hacha y salió de la cueva.

Eric salió del lago con el hacha y llamó la atención de su enemigo gritando fuertemente; el Skrill encontró al chico, se lanzó directo encima para asesinarlo y devorarlo, pero Eric rápidamente lanzó un corte con el hacha, haciéndole un gran corte en el cuello.

—¡Vamos! ¡Acaba con él! —Exclamó la pequeña Cami.

—Mocoso imbécil, ¡te devoraré! —Exclamó el sujeto con aspecto de dragón preparándose para atacar.

El Skrill estaba demasiado furioso, la rabia que emitía asustó a los cuatro chicos, pero Eric no dejaría morir a sus amigos. El joven dio un paso adelante y cortó la cabeza del Skrill cuando se acercó lo suficiente.

El hombre quedó impactado, no podía aceptar su derrota, se cristalizó de un tono verde y se rompió.

—Mierda.... Casi muero del susto —Mencionó Len con una respiración agitada.

—Vámonos, no quiero quedarme en este puto lugar —Agregó el vencedor chico al ver la mirada de sus compañeros, entendió que sus amigos ya creían en la posibilidad de asesinar Skrills.

—Tenemos qué ir caminando en silencio o aparecerá otro —Susurró Cami.

Era muy obvio que todos esos gritos atraerían a toda una multitud como un artista al llegar a un concierto, sin embargo, los jóvenes se alejaron del lugar sigilosamente, quizá así puedan evitar toparse con otro Skrill... ¿o no?




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