Defenders: aventuras en Ponos

4. Todo en orden

El sol salió, los chicos finalmente llegaron al pueblo. Al llegar, notaron que algunas casas estaban totalmente destrozadas; al parecer, algún Skrill llegó y devoró algunos corazones humanos.

—¡Les he dicho que fue un demonio! —Exclamó un hombre furioso.

—¡¡DEJA DE DECIR ESTUPIDECES!! —Respondió otro aún más enojado.

Habían asesinado a ocho personas, entre ellas el viejo Shon; mujeres y niños también fueron víctimas de aquella criatura. En un árbol muy cercano al pueblo Kaut, se lograba apreciar la silueta de un hombre como el que Eric vio.

—¡Miren! ¡Ahí! En ese árbol está un Defender, es igual al que vi aquella noche —Apuntó Eric.

—Supongo que está aquí por lo ocurrido, vayamos a buscarlo —Agregó Len.

Los cuatro chicos caminaron sigilosamente hacia el hombre, llegaron y Alex lo bajó de un tirón haciendo que caiga al suelo.

—Uhhg... Mierda... ¡¿Pero qué carajos tratan de hacer?! —Dijo el hombre apuntando a Alex con una espada bastante filosa.

—Perdón, perdón, pero necesitamos su ayuda —Respondió Eric, intentando calmar las cosas.

El Defender decidió hablar con ellos en otro lugar, los llevó al bosque y pidió una gran explicación sobre la interrupción de su misión.
Eran aproximadamente las seis de la mañana y ningún Skrill se atrevió a salir.

—Queremos ser Defenders, podemos rastrear al Skrill que ocasionó este desastre y exterminarlo —Dijo Eric con una mirada seria.

—JA, JA, JA... ¿Ustedes.... matar a un Skrill? No digas mamadas, chico —Respondió el hombre, juzgó a Eric sin antes haber visto lo que horas antes logró.

La mirada de Eric cambió, ahora ya no tenía la misma postura confiada que recientemente tomó. Era fácil decirlo, pero él no tenía pruebas para afirmar lo sucedido.

—Bueno, están de suerte..... Recientemente tuvimos algunas bajas de Defenders y necesitamos más —Respondió dándole un gran giro a las cosas—. Ve a Eldoria, ahí podrás unirte a la O.A.S y volverte un Defender.

El sujeto desapareció de la nada, tal vez se largó de ese lugar a una alta velocidad. Eric quedó impactado al igual que sus amigos.

—¡Puta madre, ya lo teníamos! —Exclamó Len.

—Vayamos a comer algo, después nos iremos a Ciudad Segura —Sugirió Alex.

Pasaron al rededor de doce horas; los chicos terminaron de comer, durmieron y reunieron suministros para el viaje. Eldoria era un pueblo en donde se encuentra el cuartel de la O.A.S, el lugar más protegido de todo Ponos; un viaje de tres horas es lo que estos jóvenes tendrán, pues deberán ir a pie.

Comenzó a llover y el camino estaba totalmente enlodado, era difícil andar por el bosque durante una tormenta; un árbol fue impacto por un rayo, ocasionando una llama intensa que sin duda atraería Skrills.

—Vamos, caminaremos por ahí hasta llegar al campo de flores —Susurró Eric apuntando hacia una ruta.

Eric compró una gran mochila en la que guardaría las herramientas y alimentos, Alex gastó sus ahorros en un mapa con la ubicación exacta de Eldoria.

Finalmente llegaron a la carretera en donde el camino hacia Eldoria era recto, pero sin haberlo pensado, un Skrill aparece bloqueando el camino. El monstruo era completamente gris, tenía unas largas garras y ojos rojos brillantes como un rubí.

—¿Quién eres tú...? —Preguntó un asustado Eric.

—¡JA, JA, JA, JA! ¡CUATRO NIÑOS, QUÉ DELICIA! —Exclamó el sádico sujeto.

"𝗧𝗲𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮 𝗺𝗮𝗹𝗱𝗶𝘁𝗮: 𝗔𝘃𝗮𝗿𝗶𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲"

El Skrill se lanzó hacia los cuatro amigos para cortarlos en trozos con sus afiladas garras.

—La sangre de ustedes cuatro me servirá para ganar más poder, así tendré la fuerza para retar a una Runa Maldita y ocupar su lugar —Dijo.

El hombre los iba a matar y sin pensarlo, Alex tomó el hacha y se enfrentó al Skrill él solo. Al ser el más fuerte de los cuatro, sentía la necesidad de luchar y defender a los demás.

—¡No dejaré que dañes a más personas! —Exclamó el chico mientras golpeaba al monstruo con el hacha, dejándole la cara hecha trizas.

—A lo largo de mi vida como Skrill he matado a veintisiete personas, tú serás el número veintiocho —Afirmó el hombre después de detener el hacha con una mano, demostrando su gran fuerza fisica.

Alex estaba asustado, sentía picazón en todo el cuerpo y empezaba a pensar en su muerte, el enemigo cargó poder en su otra mano y le dirigió un golpe directo a la cabeza que lo mataría. Era inevitable la muerte de Alex, sus amigos solo podían observar sin hacer nada, pues estaban heridos y no llegarían a tiempo; era un golpe directo tan rápido, si acaso tardaba tres segundos en conectar, pero...




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