Dejarte de amar

Capítulo 6

                         Jueves 22 de mayo  

Espero por fin decirle a mis hermanas quien es el chico que me gusta. 
Ya a pasado tanto tiempo desde que no lo veo, espero poder verlo finalmente hoy. 

Al salir del instituto descubro que las chicas ya estan esperando mi salida. 
Han estado así por varios días, desde que les conté que gustaba de un chico. Desde entonces están de necias con que quieren conocerlo, solo que no hemos tenido suerte estos días.

Caminamos a la parada del bus y veo la hora dándome cuenta que aún son las 12:30 así que no podremos ver al chico.

– aún es temprano... —comento — no creo que logremos ver al chico que me gusta.

– veamos si tienes suerte – dice Nicol sonriendo como cómplice.

Abordamos el bus y empiezo con mi negatividad elevada al 100%. 
Sé de sobra que no lo veremos. 

*berrinche imaginario* 

JAJAJA okay, era una dramática empedernida... Okay, sigo siendo una dramática, pero no a grandes alturas.”

– ¿nos bajamos del bus? – pregunta Nicol 

– a mi no me gusta bajarme del bus – digo con una expresión de pocos amigos, si, si, llamenme aburrida pero... ¿Por qué quiero quedarme parada esperando otra media hora a que llegue el próximo bus cuando puedo estar el resto del camino sentada?

– hagamos algo — empieza Nicol a “intentar convencereme” — si se sube el que te gusta no nos bajamos y si no se sube nos bajamos para ver si viene en el próximo bus – mmmmm es una idea muy tentadora, demasiado tentadora mejor dicho.

Termino aceptando...

¡¿Que?! 

Es por una buena causa.

Cuando el bus llega a la parada del chico en cuestión, efectivamente no está.

– ¿y? ¿Ya se subió?– pregunta Nicol viendo hacia todos lados desesperada, como si conociera al chico. 

– no – digo sabiendo que aún tengo otra opción.

– ¿si nos vamos a bajar?– pregunta y rápidamente digo que sí.

Al llegar a donde las chicas tenían planeado bajar, pedimos que detengan el bus y caminamos hacia la parada.
Esperamos por minutos que parecen eternos (gracias a mis nervios) hasta que por fin, veo como se acerca.
Subo emocionada de más y empiezo a buscar un poco disimulada, al chico.
Hasta que doy con él, mi corazón da un vuelco cuando lo veo ahí, con un sudadero naranja colocado sobre los hombros sin preocupación alguna, esta con sus amigos.

– ¿està o no está? – pregunta Valentina sacandome de mi trance.

– sí, ahí está — sonrió ampliamente

– ¿quién es? – pregunta el cuarteto al unísono 

– el que esta haya atrás — señalo sabiendo que él no esta viendo.

– ¿quién? – preguntan de nuevo, pues hay muchos chicos de ese lado

– ¿el de sudadera anaranjada? – pregunta mi prima con preocupación y esperando que diga un no por respuesta. Pienso que a ella también le gusta.

– siii – digo con una gran sonrisa y asintiendo tan emocionada. 

Cuando bajamos el cuarteto se dispone a ponerle un apodo.

– el estudia en el Liceo Maya – dice Yasmín pensativa, si, así se llama el colegio de donde proviene esta belleza. 

vale... Me doy vergüenza, ahora que lo pienso, ese chico no estaba tan lindo ”.

– si también me di cuenta de eso – dice Valentina 

– ¿algún apodo para él? – pregunta Nicol, entonces Lizel, Yasmín y Valentina siguen con su misión de buscarle un apodo.

– ya se... ¡¡MAYA!! – gritan al unísono

Todas reímos por tal apodo, no es de los mejores pero no esta tan mal después de todo.




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