Del odio al amor

Eres diferente

Al llegar a casa la abuela estaba esperando, me había olvidado que esperaba que trajese a mis amigos, bueno por suerte no venía sola…

—Ya llegué.

—Bienvenidos.

—Con permiso —Dijo Adrián, no sin antes saludar a mi abuela, quien estaba encantada de que hubiese venido alguien conmigo.

—Deberían de pasar la cena está lista.

Y era más que notable, me moría de hambre, pero estaba claro que tenía que rechazarla.

—Eh no abuela, tenemos que hacer un proyecto sólo vine para pedirte permiso para hacer el proyecto en casa de Adrián, a cierto no los eh presentado, Adrián está es mi abuela, abuela él es Adrián mi... Amigo —le dije muy indecisa, ni yo misma sabía cómo referirme a él.

En verdad no quería llamarle amigo, pero no quería que la abuela se preocupase y era una gran excusa para que los próximos días no me preguntara sobre mis “amistades”.

—Mucho gusto.

—El gusto es mío —le respondió Adrián con una sonrisa demasiado formal, que yo no conocía y que debo decir me sorprendió.

—No seas tan formal, los amigos de Erika también son mis amigos.

Claro, si de verdad fuese mi amigo…

—Muchas gracias, respecto a lo del proyecto no se preocupe yo me encargaré de traer a Erika en cuanto esté terminado —le respondió Adrián, como si fuera un adulto, me sentía fuera de la conversación.

Pero era así, habíamos decidido ponernos de acuerdo para terminar el proyecto en su casa.

Adrián parecía una persona diferente una muy amable tal vez sólo estaba actuando — fue lo único que me vino a la cabeza—.

—Bueno entonces te la encargó.

—Claro que sí, gracias.

Después de eso salimos de la casa.

 

Al llegar a la casa de Adrián, me quede muy sorprendida su casa era grande tal vez su familia era rica, era de un color amarillo, fuera había algunos árboles, un pasto bastante verde y muy bien cuidado, había tres escalones en la entrada, y al lado de estos tenía un pequeño arbusto que aparecer de parecer tan natural, podría jurar que era artificial.

—¿Qué te pasa?

—Nada, por supuesto…

Deje de inspeccionar la casa, aunque fue un poco imposible evitarlo, claro solo un poco, ya que olvide todo cuando el abrió la puerta.

—Entonces vamos no piensas quedarte afuera ¿o sí?

—Si tienes razón.

Seguí a Adrián, mirando la casa, en el pasillo había unos cuantos floreros de decore, probablemente amaban mucho decorar con flores y la naturaleza, por dentro la casa era de color coral, aleje mi concentración cuando una mujer llamo a Adrián, tenía un cabello largo rubio recogido con una pequeña pinza, fue cuando me di cuenta de que el cabello de Adrián no era teñido, si no su color natural, la diferencia es que el cabello rubio de él era de un tono más oscuro.

—Adrián ya llegaste, tus clases de francés comenzarán en un momento tu padre consiguió un profesor muy reconocido —le dijo la mujer quien muy probablemente era la madre de Adrián, aunque creo que no se percató de mi presencia.

—Mamá podrías decirle a mi padre y al profesor que esperen en estos momentos voy a hacer un proyecto con Erika.

Algo que me sorprendió, fue que Adrián tomara clases de idiomas extranjeros en casa, aunque era de alguna forma notable su frustración cuando su madre menciono esa clase, y bueno imagine lo molesto que debía ser para él, después de todo tiene que lidiar con el colegio, con el club de química ¿O era de ciencias?, sin mencionar el futbol en el que posiblemente estaba ya que estaba ayudando al grupo de porristas.

—¿Erika?

La señora que ahora estaba claro era la madre de Adrián, me miro arqueando una ceja, poco a poco me inspeccionaba como juzgando quien era yo, lo que me hizo sentir nerviosa y mirar hacia otro lado. 

—Lo siento no te había visto, mucho gusto siéntete como en casa —me contestó su madre mostrando una gran sonrisa, yo solo le devolví la sonrisa.

Y para ser sincera su tono se mostraba amable, por lo que descarte la idea de que era la típica madre que odia a las amistades de su hijo, lo que me hizo sentir un alivio.

 

Casi después de eso, entro un hombre de estatura baja con un teléfono —que estaba segura de haber visto en la entrada— en la mano, le dijo a Adrián que lo estaban llamando, lo que me pareció absurdo ya que él tenía su propio celular para que lo llamasen.

—Adrián está ocupado...

Dijo su madre muy rápidamente, pero en ese momento Adrián negó con la cabeza.

—Está bien mamá iré a ver qué pasa, volveré rápido Erika quédate con mi madre hasta que regrese.

Después de eso Adrián se fue.

Y bueno que me dejara sola no me pareció muy buena idea.

La sala se envolvió en un gran silencio no sabía que decir, sólo observaba a la madre de Adrián quien era hermosa, y parecía muy joven, sus ojos eran de un color avellana oscuro, era lo único que tenía diferente a Adrián, ya que los de él eran más claros.

—¿Pasa algo?

Me pregunto, ella estaba mirándome en busca de una respuesta.

—Nada — le dije en un tono nervioso pensaba que tal vez se había dado cuenta de que la observaba.

—No te pongas nerviosa siéntete en confianza, y bien dime ¿cuando empezaron a salir?

No esperaba ese tipo de pregunta, quiero decir tengo poco de conocer a Adrián y ya asimila que tengo algo más allá de amistad con él.

Ella se dio cuenta de lo confusa que estaba por lo que me sonrió y trato de aclararse.

—Tú y Adrián.

—Eh nosotros en realidad...

—Sé que Adrián parece un chico frío pero no es así ya debiste de haberte dado cuenta, el no confía en cualquiera, muchas chicas lo siguen pero el odia a esas personas cree que son personas idiotas, disculpa por la palabra, ya que el hecho de decir quererlo sin conocerlo, pero tú eres diferente con solo verte me puedo dar cuenta que eres diferente eres honesta y tu rostro habla por ti, eres la persona más cercana que he visto hacia él, me alegra que Adrián haya conocido a alguien como tú, cuentan conmigo para todo.




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