Del odio al amor

Sin hablas

Al regresar del Sena, sentí la sensación de que era un sueño, tenía miedo de que al despertar todo acabase.

Me senté en mi recámara, y revise mi celular, tenía varios mensajes, al parecer eran de Samantha, Kevin, Leonel y uno de mamá, también había uno de un número que desconocía.

Obviamente comence a leer el de mamá.

{Mamá:  Erika, ¿Como estas, has comido bien?, Necesito contarte algo, creo que es algo muy importante para ti, preferíria contártelo personalmente, iré a verte pronto, te quiero muchísimo, cuídate}

Me quedé con la intriga que tenía qué contarme mamá, trate de olvidarme de eso y continúe leyendo los demás mensajes.

 

{Samantha: Erika!! El exámen es pronto ya estudiaste?, Iré en tres días, tengo muchas cosas que contarte, te extraño mucho amiga}

 

{Kevin: te tengo buenas noticias, iré a realizar el exámen de admisión para la universidad con ustedes, además tengo muy buenas ideas para continuar con nuestra operación Cupido, seguro que conquistas a Adrián. }

 

Debería de decirle que yo y Adrián ya somos novios?, Creo que mejor dejo que el mismo se de cuenta cuando venga.

 

{Leonel: Erika, en verdad necesito tu consejo, pasado mañana llegaré a París Francia, te veré en el aeropuerto.}

Ahora todos quieren hablar conmigo?, Que les pasó a todos, mi preciado tiempo se lo llevan.

 

{Desconocido: te veré afuera de la preparatoria, a las 2)

Este mensaje me intrigaba  mucho mañana no tenía clases, en mi mente pasaron un montón de conclusiones, no sabía si ir o no, talvéz alguien estaba jugandome una broma o si talvez se confundieron de número, no sabría al menos que fuera, después de pensar en eso me lavé los dientes y me fui a dormir, cuando desperté solo estaba la madre de Adrián me dijo que Virginia y Adrián habían salido a algunas tiendas de ropa, me senté a desayunar, espere a que la madre de Adrián se fuera, le deje una nota en la que explicaba que saldría, tome mi abrigo y salí directo a la preparatoria, llegue un poco antes, no veía a nadie que yo conociera, comence a considerar la idea de que tal vez el número se había equivocado, y era un error que me hubiera llegado a mi celular, pero era demasiado temprano para sacar conclusiones, sólo me quedaba esperar hasta las dos, esperé sentada en una banca, faltaba menos de dos minutos, me levanté de la banca, para regresar, pero antes de que me fuera escuché una voz, que me dijo "Viniste", me voltee rápidamente para ver quién era, era un chico, un adulto, sentía que lo había visto en alguna parte, no sabía si responderle o quedarme callada y regresar, obviamente la segunda opción era la mejor, pero quería saber para qué me había echo venir aquí.

-¿Quien eres?- le pregunté.

-No sabías quién era y aún así viniste.

-Solo vine a comprar algo -menti.

-A pesar de que estabas sentada, esperando a ver si venía alguien.

-No tengo ningún interés en hablar con usted.

-Pero yo si contigo, por eso vine.

-No lo conozco, no creo que tengamos nada de que hablar.

-Me acompañas a desayunar.

-Es qué acaso no entendió lo que le dije.

-No, no entendí, así que vamos a desayunar.

-Si tiene que hablar conmigo, hágalo de una vez.

-sera después de desayunar Erika

-¿Como sabe mi nombre?

-Quien sabe.

-eh?

-Vamos entonces.

-Lo siento, pero si no me dice quien es usted como quiere que confíe en usted.

-Si tenías miedo, no entiendo porqué viniste.

-Bien le diré, crei que se trataba de una broma, sólo vine por curiosidad.

-Y sabes que gracias a tu curiosidad podrían tanto secuestrarte como hacerte algo, eres demasiado confiada, y demasiado despreocupada, para la próxima se más inteligente.

-Es un consejo o un regaño.

-Las dos cosas.

-Puedo por lo menos saber con quién estoy hablando?

-No seas tan formal, dime cómo tú quieras.

-Es más sospechoso.

-se está haciendo tarde vamos a desayunar.

-A desayunar o a comer?, Porque prácticamente ya es tarde.

-supongo que a comer.

-Esta bien, pero una vez termine me va a decir, quien es usted, y por qué me está buscando.

-Esta bien.

-Y por último no confío en usted, así que preferiría que  fuéramos a ese restaurante, hay muchas personas, me sentiría más segura.

-Esta bien, no veo el problema.

Después de decir eso, nos dirigimos al restaurante.

-¿No quieres algo? -me pregunto

-No, así estoy bien, termine rápido por favor.

-No tengo prisa.

-Pero yo si.

-esta bien, después vamos al parque.

-claro que no, después de que termine me dirá quien es, no pienso hacerle compañía todo el día.

-no te estoy pidiendo que me hagas compañía todo el día, sólo la mitad del día, después de todo tengo cosas que hacer.




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