Del odio al amor.

☆1

Leah Blake

—Vamos a volver a llegar tarde—dije corriendo rumbo a la escuela.

—Si y lo peor es que nos toca con la profesora Barnes.

Estaba corriendo junto a Henry quien al igual que yo se quedó dormido, íbamos a llegar de nuevo tarde y lo peor es que nos toca historia con la profesora Barnes la profesora que nos odia, ya que desde 4to año llegamos tarde a sus clases y no le agrada nada eso.

Después de 5 minuto al fin habíamos llegado.

—Por. Fin. llegamos—dije tratando de recuperar el aliento.

—Si, con 10 minutos restantes.

—Si por lo menos no llegaremos tarde a historia-festeje.

Nos adentramos a el edificio y caminamos los pasillos hasta llegar a nuestros casilleros.

—Hola odiosa, llegando tarde-dijo burlón.

Dijo la persona que menos quería ver... Dylan Fisher el idiota de la escuela, bueno para mí lo era.

Cerré el casillero de golpe y me voltee a ver al pelinegro.

—Ash, no tienes una cosa mejor que hacer que venir a molestarme—me di la vuelta y me dirigí hacia mi clase seguida de Henry y el idiota de Dylan.

—No tengo otra cosa que hacer, y además estamos en la misma clase—se posicionó a mi lado.

—Lamentablemente-murmure.

Sonó la campana y llegamos justo a tiempo.

—Señorita Blake, joven Taylor que sorpresa al llegar temprano.

—A mi también me da gusto verla.

Rodee a la Sra. Barnes y me dirigí a mi puesto que estaba en una esquina junto a una ventana. En eso Dylan se sentó al lado mío.

—Perfecto voy a pasar dos horas con Dylan Fisher yeiii-dije sarcástica.

—Por favor, no mueras de la emoción.

—Tranquilo, tratare de contenerme—sonreí.

Me senté y la clase comenzó.

(***)

—Esto a su vez condujo a la disolución formal de la URSS en diciembre de 1991, la declaración de independencia de sus repúblicas constituyentes y el colapso de los gobiernos comunistas en gran parte de África y Asia—culmino—. ¿Alguna pregunta?.

Nadie dijo nada.

—Bueno chicos se pueden ir.

Cerré mi cuaderno y me levanté con la mochila en hombro directo a la salida.

—Hen, nos vemos en el receso.

—Si adiós.

Me dirigí a mi casillero para sacar algunos libros para mi clase de literatura.

—BOOH—dijo Dylan cerrándome el casillero.

Me asusté y sin querer pegue mi frente contra la esquina de mi casillero haciendo un rasguño.

—Mierda—dije sobándome la parte afectada—, estoy sangrando—dije viendo mi dedo.

—Ouh lo siento mucho—me agarro del cara—, ven vamos a la enfermería.

Asentí si decir nada y nos dirigimos a la enfermería.

—Listo-dijo la enfermera poniéndome una bandita.

—Gracias, Katherine—agradecí.

—De nada, ahora anda a tu clase, se te hará tarde.

Asentí y salí de la enfermería, en el pasillo estaba Dylan apoyado en la pared frente a la puerta de la enfermería.

—¿Qué haces aquí?—pregunte.

—¿Estas bien?—dijo ignorando mi pregunta.

—Si estoy bien, ¿Por que no estás en clase? ya va comenzar.

—Estaba esperándote.

—¿Para que?.

—sonrió— Fui el que te causo el accidente, y además Henry me obligo.

—Rodee los ojos—Bueno adiós.

—Oye, espérame, te ves graciosa con esa bandita

—Cállate.

Me fui a la siguiente clase y llegue justo a tiempo. Me dirigí a mi puesto y a mi lado se sentó Dylan.

«Dios no puede ser cierto»

—Bueno chicos antes de empezar la clase vamos hacer grupos de dos elegidos por mi, es para un mini proyectó para el jueves de la próxima semana, ¿de acuerdo?.

Todos asentimos.

—Perfecto, empecemos Sam Smith y Taylor Williams—Siguió nombrando a los grupos hasta que me nombró—Leah Blake y Dylan Fisher.

«Esto no puede estar pasando dios, trágame tierra».

—Tendrán que elegir un libro de cualquier categoría y hacer un resumen, los integrantes del grupo tienen que discutir y así estar de acuerdo, entendido.

"Si" dijimos todos en unísono, estaba un poco molesta no quería hacer equipo con Dylan sería mi peor castigo.

(***)

Salí de mi clase de matemáticas y por fin era receso y solo faltaban dos clases más y ya.

Abrí las puertas de la cafetería y todos me miraron pero no le di importancia y me fui a pedir mi comida.

—Un frappé de durazno por favor—pedí.

—Claro.

La encargada se dirigió a la máquina de frappe para comenzar a servir en el vaso.

—Un pedazo de pizza y una cerveza de raíz por favor.

Me voltee a ver quién era.

—Oh hola odiosa.

—Tomen.

La encargada nos dio nuestros pedidos, me dirigí la mesa donde se encontraba Henry y Sam, seguida de Dylan.

—Puedes dejar de seguirme—dije rodeando las mesas para llegar a mi destino.

—Nop, estoy aburrido.

—¿Y porque no te vas con tu grupito de idiotas?.

—Están en detención.

—Claro que sorpresa—masculle—, y que tal con tu novia.

—No es mi novia.

—Si claro y yo soy la mujer maravilla-dije sarcástica.

—¿Sabes? amo tu sarcasmo.

—Si yo también—sonreí.

Llegué a la mesa donde estaban los chicos y me senté, al igual que Dylan.

—Hola chicos.

—Hola L.

—Hola Leah.

—¿Qué hace el aquí?-pregunto el Henry señalando a el pelinegro.

—A mi también me da gusto verte Henry—dijo para después beber de su cerveza de raíz.

—No se la verdad, solo me siguió porque no quiso ir con su novia.

—Que no es mi novia-dijo con la boca llena.

—Enserio—asintió—díselo tu mismo.

En ese momento llego aquella rubia abrazando a Dylan por detrás.

—Bebe, dónde estabas te estaba buscando.

—Primero: no me digas "bebé", y segundo: no tengo porque darte explicaciones.

—¿Qué haces con esta?—me miró con desagrado.

—Pues es mi amiga.

—Amiga? ni en sueños—dije con desagrado—, vino por voluntad propia Maddi, me harías un gran favor si te lo llevas.



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En el texto hay: amor-odio, romance

Editado: 26.07.2025

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