Dylan Fisher.
Un rayo de sol colándose entre mi cortina me daba directamente en la cara, abrí mis ojos con dificultad para acostumbrarme a luz irritable, un dolor de cabeza insoportable me invadió de golpe, haciéndome cerrar mis ojos, entonces los recuerdos de anoche de la celebración después del juego me invadieron, había tomado como nunca. Me senté en mi cama pasándome las manos por la cara, estaba exhausto, necesitaba una ducha, y un vaso de agua. Vi la hora en mi teléfono, eran las 4:00 pm, había dormido mucho, me dirigí al baño y abrí la ducha me mire al espejo, y vaya cara de muerto que tenia.
Me meta a la ducha dejando que el agua simplemente cayera sobre mi, entonces recordé la noche anterior, había ido a la casa de Leah, que idiota, nada mas a mi se me ocurre hacerlo, solo para advertirle algo del que no me hará caso, y me trajo a mi casa quien diría que haría eso por, o simplemente le di lastima. Si lo mas probable.
Sali del baño y me vestí para salir de mi habitación.
—Buenos días, Dylan—dije mi madre apoyada de la encimera con una taza de café.
—Buenos días, mamá—dije bebiendo un vaso de agua.
—La pasaste bien anoche, supongo—dijo con una expresión seria mientras me miraba fijamente.
—Suspire—Se que estas un poco molesta mamá, perdón.
—Dylan, solo no quiero que termines como tu... no quiero que estés en la mala vida—dijo pensativa.
—Mamá, no estoy en la mala vida, te lo juro.
—Eso tenlo un poco en duda mamá—dijo el idiota de Aaron.
—Cierra la boca, idiota.
—Dylan—me regaño mi madre—Aaron cariño, a que hora iras a tu cita con Leah.
Mierda, cierto que que este idiota saldría con Leah.
—A las 5 mamá, quiero llevarla a un lugar muy lindo que vi hace unos días.
Tenia que hacer algo, no iba a permitir que Aaron saliera con Leah, espera, que estoy haciendo, porque me voy a preocupar de una chica que ni siquiera le caigo bien. No tengo porque hacer nada, los dejare en paz y ya. Me tenia que dar por vencido, no voy a estar detrás de ella toda la vida, aunque quisiera, se que debo dejarla en paz.
<<Tal vez sea hora, Dylan>>
Leah Blake.
—¿En serio no tienes algún vestido casual? Increíble—grito Roxy desde mi closet.
—No, las reuniones a las que voy con mamá, suele ser elegante, la mayoría, asi que mi mamá solo me compra vestidos de noche.
Estábamos en mi habitación y Roxy me estaba ayudando a arreglarme para mi salida con Aaron, pero estábamos indecisa, yo no tenia muchas cosas casuales, y no puedo ir con un simple jean y una camisa, según Roxy. Debo admitir que estaba un poco nerviosa, no es la primera vez que salgo con un chico, pero aun asi mis nervios estaban a flor de piel.
—Ok, esto es perfecto—dijo saliendo del closet.
Sostenía un vestido corto color blanco. No recordaba tener eso, vaya.
—Me parece bien, pero le falta algo—me dirigí a mi closet y busque mi blazer blanco—, ok esto no es muy casual Roxy—dije saliendo del closet viendo el outfit completo.
Era un poco formal a mi parecer, no lo se, ni siquiera sabia a donde iremos asi que no tenia muchas opciones.
—Me parece perfecto, te puedes poner las botas blancas que te pusiste en mi cumpleaños—sugirió.
—Bueno, esta bien. Iré a cambiarme—dije dirigiéndome al closet con mi ropa.
Me cambien y paso un rato, ya casi era la hora y estabas mas nerviosa que quien sabe, no sabia a donde me llevaría Aaron, ni que íbamos a hacer y eso era lo que me ponía mas nerviosa. Mientras hablaba con Roxy se me vino a la mente recuerdos de la noche anterior, y el momento con Dylan. <<no salgas mañana... con mi hermano>> <<En serio, no vayas con el, Leah>> Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, que querría decir Dylan con eso, no lo sabia, pero algo estaba claro tenia que averiguarlo. Dylan podría ser un idiota, si, pero sonó tan seguro de si mismo cuando lo dijo.
—Tocaron mi puerta—Señorita Leah, un chico llamado Aaron la espera abajo—dijo Richard, el asistente de mi padre, detrás de la puerta.
—Ay dios, ya-ya voy—dije nerviosa—¿Estoy bien?—le dije por quinta vez a Roxy.
—Estas perfecta, Leah. Ve y pasara super—dijo con una sonrisa.
—Gracias, y prométeme que me esperaras aquí, por favor—suplique.
—Lo prometo.
Suspire, y baje para recibir a Aaron, mientas bajaba las escaleras jugaba con mis manos nerviosa, y pensando que iba a decir y no cagarla en el intento.
Respire profundo antes de tomar el pomo de la puerta y abrirla.
—Hola—dije apenada con un sonrisa.
Aaron me miro de arriba abajo con los ojos abiertos y sin decir una palabra, me estaba poniendo mas nerviosa de lo que estaba.
—Wow, estas... hermosa—dijo viéndome con una sonrisa.
—Gracias—Sentía mis mejillas arder.
Ya para ese momento mis mejillas estaban rojas, el rojo era mi color últimamente. Aaron eran todo un caballero, se la paso todo el camino preguntándome cosas como: "¿Que cosas me gusta?", "¿Cuál es mi color favorito?", etc.. Me resultaba tierno su interés hacia mi, y aunque no sabia a donde me llevaba, me sentía muy bien con el, teníamos una conexión muy linda a mi parecer. Nunca creí que saldría con alguien después de mi ultimo novio, en serio quede sin ganas de estar con alguien, tenia esperanzas de que Aaron fuera diferente, y no resulte ser un idiota como los demás, al fin al cabo, me estaba demostrando que no lo era. Mis expectativas eran tan altas, pero aunque me demostraba, no confiaba del todo, y eres es uno de mis defectos, me cuesta confiar en los demás, era frustrante de vez en cuanto al igual que era bueno en algunas ocasiones.
—Bien, llegamos—dijo estacionando el auto.
—¿Dónde estamos?—pregunte viendo por la ventana un enorme edificio.
—Ya lo veras—dijo abriéndome la puerta.