Capítulo 2

Vikram

—Estaría llegando a españa al medio día señor Vikram, la reunión con el señor Rezik sería dos horas después de su llegada.

—Perfecto ¿están todos confirmado para la junta en portugal al día siguiente?

—Así es señor, todo está cuadrado. Le he enviado su agenda por correo para más comodidad suya.

—Bien, muchísimas gracias Shana.

—A la orden señor Vikram, buen viaje.

—Tienes suerte de tenerla, es muy eficiente en el trabajo que hace —dice Tahiel a mi lado y no le quito razón.

—Lo es.

Shana a sido mi asistente personal por bastante tiempo y no la cambiaría por nadie, a visto el desarrollo y crecimiento de cada proyecto que nos han llevado a ser quienes somos ahora.

—¿Preparado para la experiencia de hoy? —vuelve hablar Tahiel, mi sobrino.

—No me queda de otra, pero eres un tramposo lo sabes ¿cierto?

—Y tú un mal perdedor querido tío —dice lo último con esa sonrisa malvada que suele tener en el rostro.

—Aprovecharte de mi embriaguez para hacerme apostar algo como esto es una bajeza Tahiel, no es de hombre.

—Viniendo de ti no me ofende tal comentario además, que el dueño de una de las aerolíneas privada y Lounges más exclusivos viaje en vuelo comercial no es nada del otro.

—Apostar tal cosa en un juego de puntería estando borracho era la única forma de conseguirlo.

—Eso es correcto —dice con una enorme sonrisa en la cara parqueando el auto en el aeropuerto.

Las ganas de borrarle su felicidad con mi puño no son pocas.

Tahiel es mi sobrino y mejor amigo, soy tres meses mayor que él y el hecho de ser el primer sobrino nos hace parecer hermanos. Es lo más mujeriego y fiestero que pueden conocer, hemos vivido muchas locuras juntos de las cuales ninguno se arrepiente.

—Te deseo buen viaje, ya luego me contarás la experiencia.

—Pagarás por esto Tahiel, sabes que lo harás.

—Ya veremos —sonríe y muevo la cabeza en forma de negación para marcharme.

Ser el dueño de la terminal más importante del aeropuerto hace que muchos me conozcan y parece irónico que teniendo una terminal de vuelos privados y los Lounges más exclusivos esté viajando en un vuelo comercial. Esa fue la fabulosa idea que se le ocurrió a Tahiel a la hora de apostar el día que fuimos a practicar puntería en un campo abierto.

Mientras estoy en la fila para hacer el check in recibo la notificación de la aerolínea donde se me informa que el vuelo se a retrasado, maldito sea Tahiel por haberme comprado el vuelo en una de las aerolíneas con peor servicio. Los vuelos son económico y muy accesible pero los delayed lideran sus operaciones así que esto ya me lo esperaba.

Fue astuto en especificar cómo serían las consecuencias de la apuesta.

Me acerco al mostrador de la chica aún cuando no alza la mano en señal de estar disponible para que pueda pasar el próximo cliente en la línea, me urge orinar por lo que no me lo pienso dos veces y me detengo enfrente suyo. Lo primero que mis ojos captan es la original forma en que ata la bufanda a su cuello, la luce muy bien.

—Hola, me gusta la forma en que te colocas la bufanda —noto que el escuchar mi voz la trajo de regreso a la realidad.

—Bienvenido a Sky line señor, un placer asistirle —dice sonriendo.

—Gracias. Disculpe, me acerque sin haber esperado. ¿Puede asistir o se moverá? —pregunto ya que no quiero parecer un cliente de esos mal educado e irrespetuoso.

—Descuide señor, ¿cuál es su destino final? —contesta y sonrío. Realmente me urge ir al baño y estar más cómodo.

—Gracias, viajo a España.

—No sé si tiene el conocimiento pero su vuelo está... —intenta decirme lo que ya sé y la interrumpo.

—Retrasado. Lo sé, luego se quejan de la competencia —comento hundiendo los hombros gracioso sin mucha importancia.

No pierde tiempo en hacerme saber con solo la mirada que el comentario le a molestado, lo siento por esta nena pero es una realidad, triste pero la es.

—Se quejan pero solo dicen, quizás si accionarán sobre lo que piensan las cosas fueran diferentes —me responde alzando una ceja para tomar mi pasaporte y comenzar a escanearlo en la máquina.

Sonrío al ver su carácter y aunque otro en mi lugar le daría un mejor comentario me recuerdo que ante todo soy un caballero.

—Creo que a tus superiores no le gustaría escuchar eso Issa pero tienes razón y disculpa, no quería ofender. Es solo la realidad —digo pronunciando el nombre que logro ver grabado en la placa identificativa que trae puesta.

—No estoy ofendida, como acaba de usted decirlo, es solo la realidad. Buen viaje —defiende su punto sin dar su brazo a torcer.

—Gracias y eso espero, llevarme una buena experiencia con ustedes.

—Le aseguro que así será —le sonrío amablemente antes de marcharme.

Podría decir que Tahiel no fue tan malo del todo, al menos me compró el vuelo en primera clase lo que me otorga el beneficio de poder esperar en el Lounge que le ofrece a sus clientes exclusivos. Al entrar a la recepción de dicho Lounge una chica de piel oscura con ojos muy llamativos me recibe, saludo con amabilidad y le entrego mis documentos de viaje para que pueda hacerme el registro.

La noto un poco nerviosa y asumo que posiblemente sea por el hecho de saber con quién está tratando. No seré el chico más apuesto del mundo pero estoy entre lo que lo son, tanto así que más de una marca de ropa, artículos deportivos y demás me han contactado para ser figura de grandes campañas cosa que por supuesto rechazo. No soy modelo y nunca me a gustado ese rollo, me gusta vestir bien y de vez en cuando posteo alguna foto pero no más que eso. Todavía no entiendo la cantidad de seguidores que tengo en mis redes sociales.

Observo mi alrededor siendo esta la primera vez en visitar este lugar, tiene cierto nivel de comodidad y lujos pero creo que cambiar ciertas cosas le daría un nivel mucho más grato a sus visitantes. Otra chica me guía por el lugar dejándome en unos apartados, es un espacio más privado en el cual podré ir trabajando en mi laptop en lo que llega la hora de mi abordaje.