Delayed

Capítulo 3

Vikram

¿Sabes todo lo que desearía?

—No pero cuéntame, te escucho.

—Ceder el control por una vez, hacer algo que nunca me atrevería pero que al recordarlo sea imposible arrepentirme —el anhelo mostrado en sus palabras me conmueve dejándome sin palabras por unos segundos.

Veo una chica muy hermosa pero con mucha tristeza oculta en su mirada.

—¿Por qué sería imposible arrepentirte al recordarlo?

—Porque debe ser lo suficientemente bueno y perfecto que al recordarlo me provoque la misma sensación que me produzca al momento de atreverme hacerlo.

Una respuesta profunda.

—¿Y qué sería ese algo que te gustaría hacer?

—Ese es precisamente el problema, no es un algo. Son muchas cosas.

—Imagino que por algo te gustaría empezar. ¿Qué sería? —observo la forma en que ha acomodado su cuerpo en el sofá y definitivamente debe practicar danza o algo parecido para conseguir colocar las piernas como la tiene ahora.

En algún punto de las horas que ya tiene aquí se a quitado los zapatos de tacón que llevaba con su espectacular uniforme cruzando las piernas una encima de la otra a un lateral de su cuerpo. El corto pero decente vestido que lleva se le ha subido un poco sin embargo, las medias pantis negra resguardan la piel de sus piernas.

Tiene piernas sexy.

No sé si es el alcohol que ambos tenemos corriendo en nuestros sistema pero empiezo a ver a esta chica como la mujer más hermosa y frágil del universo. A conseguido despertar un espíritu proyector que no me explico y que llega a ser desconocido para mí.

—Hacer que me enamoren —su mirada se pierde en algún punto empañándose en segundos. Por un momento creo que las lágrimas caerán pero se quedan retenida en sus preciosos ojos verde olivo.

—Dudo que nunca alguien lo haya intentando, preciosa no le hace honor a tu belleza bonita.

—Todos solo quieren una cosa, coger duro y pasarla bien. Es la tendencia y todos la siguen. Nadie se recuerda de explorar los sentimientos, de ir más allá, de lo bonito que es conocer, explotar esa chispa singular que atrae.

—Esa sería la primera, cuéntame sobre las otras —la insto tomando un largo trago de mi bebida al igual que ella lo hace.

—La segunda sería que me follen duro contra la pared y la última gritar al mundo la realidad oscura de mi madre.

El poco whiskey que aún queda en mi vaso me lo tomo de un solo trago, ahora sí siento su mirada sobre mí y una sobrecarga mayor recae en mi cuerpo. Es como si sus palabras activaran algo más allá en nosotros y ambos pudieramos sentirlo. Sé que es una chica especial, con un valor único y difícil de comparar. Solo tiene que mirarla para descubrirlo, todo en ella lo grita y lo quiero.

—Para la última podría estar ahí apoyándote para cuando lo decidas, para la primera estaría dispuesto a intentarlo y la segunda sería la más importante ahora mismo. Siempre que quieras estaré dispuesto.

Sus ojos nunca abandonan los míos mientras respondo, la leo y aunque sé que el efecto del alcohol juega en su sentido, su alma me dice que la decisión viene desde el corazón.

—Empezar por la segunda me parece bien, ya las otras veremos.

Es todo lo que necesito escuchar para lanzarme a sus labios, estos me reciben con la misma fuerza y deseo que experimenta mi espíritu. Son suaves como un algodón, apetitosos como las golosinas y su lengua pareciera una agradable pluma que al tocar mi cuerpo me enchina por completo haciéndome suspirar y aferrarme a la sensación. La tomo en mis brazos para llevarla a una esquina cerca de la puerta que da a la habitación, el espacio que me asignaron es más exclusivo y no tiene cámaras que cubran este ángulo. La desnudo por completo sin miramientos y luego hago lo mismo conmigo, ella no me aparta la mirada en ningún momento disfrutando de lo ve. Una vez ambos completamente desnudos se acerca para besarme y acariciar mi cuerpo, me tomo unos segundos para contemplar tal hermosa creación.

Tiene un cuerpo perfecto, sus senos son firmes y pezones grandes, tiene caderas anchas y unas nalgas redondas que mataría a cualquiera por solo mirarlas. Piernas firmes y parejas. Alzo el rostro tras estudiarla buscando arrepentimiento alguno en su mirada pero todo lo que veo es una decisión que me niego volver a cuestionar, la vuelvo a besar para con un movimiento rápido poner su rostro contra la pared recordando lo específica que fue. Sostengo su manos con una de las mías hacia arriba impidiéndole moverlas, desde atrás beso su cuello chupando su piel sonriendo con el detalle que hay en el, le dejé la bufanda puesta. Está abraza parte de su cuello dándole un toque elegante y muy sexy en la escena erotica que creamos. Beso toda su piel hasta llegar a sus nalgas donde la aprieto con deseo y gruño contenido. Muerdo suavemente uno de sus glúteos haciéndola arquear su cadera un poco para tener su vagina más expuesta para mí.

Me detengo un momento ahí separando un pocos sus piernas para llevar mi dedos hasta su clítoris y pellizcarlo al mismo tiempo en que mi boca sopla la zona. Un jadeo de placer sale de su boca y me deleito al escucharla. Se que nunca olvidaré el sonido de su voz después de esto.

—Oh Vikram... —manifiesta con voz excitada.




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