Andrew
— ¡Hola! — dijo Stefani dándome un abrazo, al cual correspondo.
— Lo mismo digo, ¿cómo estás? — pregunté.
— Bien, gracias. — respondió.
— Adelante, pasa — dice Stefani, notando mi hesitación y dando paso a la entrada.
— Gracias — le respondo y avanzo hacia el salón. Allí, Tessa se me acerca y me bombardea con preguntas. Luego de explicarle lo necesario, ella me presenta a sus amigos. Ha cambiado mucho desde la niña tímida que conocí; parece que les ha hablado mal de mí a sus amigos. Al parecer Tessa no es tan adorable como todos pensaban, lo cual me hizo gracia. Quizás no la conozco tan bien después de todo.
Ella lucía tan radiante como siempre, con un vestido que realzaba su figura y un escote que despertaba mi curiosidad. La urgencia de sentir su piel bajo mis dedos se hizo más pronunciada, una necesidad irracional que debía ser satisfecha. Decidido, la saqué a bailar, pero mis ojos notaron que Carter nos observaba. Esa simple visión desató un torbellino de emociones en mi interior. A Tessa siempre le había gustado Carter, y un celo inexplicable me invadió cada vez que los veía juntos. En un impulso casi primitivo, la atraje aún más hacia mí en un baile íntimo, explorando el espacio que nos separaba.
La conversación con los chicos fue un breve respiro. Cuando me percaté de que Carter estaba hablando con Tessa, la furia me embargó de nuevo.
Entonces, una idea maquiavélica germinó en mi mente.
— Chicos, ¿qué les parece si animamos un poco esta fiesta? — pregunté, permitiendo que mi sonrisa adquiriera un matiz malicioso.
— ¿Cómo? — respondieron al unísono, sus miradas reflejando dudas y curiosidad.
— Tengan confianza en mí. Puede ser que Tessa haya compartido ciertas historias distorsionadas sobre mí, pero permítanme asegurarles que no reflejan la realidad — respondí con calma, deslizando una pizca de misterio en mis palabras y una sonrisa enigmática que insinúa que hay mucho más oculto detrás de lo que parece.
Los chicos intercambiaron miradas inquisitivas, sus ojos brillando con escepticismo y anticipación. Había encendido su curiosidad, y eso era precisamente lo que buscaba.
La revelación de mi pasado universitario los tomó por sorpresa.
— Rosa, ¿me haces un favor? — pregunté con un tono sugerente — Prepara unos tragos fuertes, shots de cráneo — solicitando con un aire de confianza.
— ¿Shots de cráneo? — Preguntaron confundidos los chicos.
— Shots de cráneo — confirmé con una sonrisa traviesa — En la Universidad los llamaban así, los más fuertes y letales. Bebí muchos de esos cuando estuve en la Universidad — añadí, dejando que el misterio se cerniera sobre mis palabras.
— ¿Universidad? — Preguntaron Rosa y Kevin.
— ¿Bebías mucho? — Preguntaron Kimberly y Noah.
— Vaya, chicos, ¡qué preguntas satíricas! — respondí entre risas.
Los chicos bajaron la mirada, visiblemente avergonzados.
— Está bien, no es para tanto. — Mi voz mantuvo un tono confiado mientras recordaba a Rosa su tarea.
— Claro, ¿por qué no? — respondió Rosa, encaminándose hacia el lugar donde estaban las bebidas.
Mi mirada se posó en Tessa, que ahora estaba junto a Carter. Sus miradas habían dejado de comunicarse, prestándome atención.
Y he allí el inicio de mi plan.
No sabes lo que te aguarda, Tessa. Jamás imaginaste que al aceptar adentrarte en este juego, te aventurarías más allá del tablero de lo previsible. Ni que tu certeza en conocerme a la perfección solo te llevaría a descubrir lo equivocada que estabas, mientras te sumergías en un abismo del que no tendrías escapatoria.
Editado: 04.09.2023