19 de Diciembre de 2013.
05:06pm.
Táchira, Venezuela.
Se encontraba encerrada en su habitación, sus sollozos eran cada vez más fuerte, jalaba su cabello en la búsqueda de un dolor mayor del que sentía, se sentía hundida y usada, sucia, tanto que la única salida que veía en el momento era la muerte, estaba cegada por el dolor, y era la única salida que su mente proyectaba en aquel momento ruin.
Ya estaba harta de llorar, sus ojos estaba hinchados, su pecho dolía al igual de su cabeza y nudillos.
Golpear la puerta de su habitación no había sido lo mejor.
Miro la hojilla detenidamente, aquel objeto metálico que yacía en su mano derecha, entonces su mente proyecto todo lo malo que sucedió para que ella tomara la decisión de acabar con todo.
Recordó como entrego su cuerpo a Dailek, un chico que solo la quería para sexo, esto hizo que la sensación de estar sucia aumentara, y que la palabra puta se reflejara en frente; ya que después de todo, eso era, una puta que le habían pagado con supuesto amor y cariño.
Al terminar esta relación, el chico difundió un video en su escuela. En él aparecía Heather manteniendo relaciones con el chico, las burlas despedazaron a Heather. Para ella las consecuencias se extendieron a perímetros más amplios: su familia, sus amistades, los docentes. Su espalda soportó demasiado peso, su delicado equilibrio disminuía con cada insulto, con cada estallido de carcajadas. Cada insinuación y señal despectiva le quebraba la piel, todas las espaldas del mundo se giraron simultáneamente para ella. Las voces de su escuela le otorgaban títulos diversos, aunque en resumidas cuentas, todos significaban lo mismo: la fácil, la golfa... la puta.
La gota que colmó la copa es el divorcio en curso de su padre, al parecer, Tatiana, su madre, se le olvidaba que las relaciones amorosas eran conformadas por dos integrantes. Esto ha hecho que ambos se distancien de ella, haciendo que se sintiera menos fuerte y tomara la decisión.
Fuera de sus pensamientos, miro las tres cartas que yacían sobre su cama, y delineo con la vista, la silueta de los nombres escritos sobre estas.
"Mamá y Papá" era la primera carta.
"Abigail Dukermend" era la segunda, dirigida a su mejor amiga.
"Liam Almerez" era la tercera, dirigida a su mejor amigo.
Al final, la muerte parecía más ligera que la vida
Dio un suspiro cansado, mientras tomaba con firmeza la hojilla y la empezó a afincar en su muñeca izquierda.
Primer corte.
Segundo corte.
Tercer corte.
Cuarto corte.
La sangre empezaba a acumularse en un charco cargado de dolor, que aumentaba poco a poco.
"Lo Siento" murmuro Heather antes de caer inconsciente.
Ella sentía al fin, su alma descansar de todo el peso
Una patada fuerte de Liam derrumbo la puerta, dando paso a Abigail, Tatiana y el, quienes entraron rápidamente al ver a la castaña tendida en el suelo.
Su madre soltó un grito de dolor e inmediatamente corrió hacia el cuerpo inconsciente de su hija. Los lamentos no esperaron ni un segundo más para salir de los labios de la madre
Abigail se tornó pálida al ver a su mejor amiga rodeada de sangre, las lágrimas caían rápidamente de sus ojos castaños, rápidamente tomo su celular y llamo a la ambulancia.
Liam se acercaron a ella, sin importar que la sangre manchara su ropa y trataba con esmero detener la sangre.
"Heather Gretchen... si de 18 años de edad... Pirineos I... por favor apresúrense" decía Abigail al teléfono.
Minutos después llegó la ambulancia llevándose a la joven inmediatamente.
Liam estaba en la habitación mientras que Abigail trataba de tranquilizar a Tatiana.
Miro en su móvil el mensaje recibido por parte de Heather de hace una hora. "Lo siento Liam".
Sabía lo que significaba, por eso recurrió rápidamente, antes de que todo empeorara.
No era el primer intento de suicidio que cometia Heather.
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𝓔𝓵𝓲𝔁𝓲𝓻_03
Editado: 27.07.2020