Demonio

1

 

Narra Lili

Me encuentro entrando como de costumbre, atacando a mi oponente y tirándolo al suelo como siempre gane, ya me había cansado así que me fui a mi casa volando, mis alas, mis hermosas alas son como de dos metros cubiertas de plumas negras y en los bordes un poco moradas, todos los demonios la tienen haci solo con la diferencia de los bordes, solo los de la familia real tienen las alas como las mías los demás son completamente negras, llegué al castillo y lo primero que vi fue el trono de mi padre que muy pronto será mío, camino hacia mi habitación me quita la ropa de entrenamiento y me pongo algo más casual, me acerco hacia el balcón y veo el cielo, un tono completamente oscuro, está calmado ese quiere decir que mi papá está calmado, el cielo refleja las emociones de mi padre Lucifer, el rey de todos los demonios, extiendo mis alas y salgo del balcón y empiezo a volar necesito alimentarme, nosotros no somos como las demás especies, los demonios se alimentan del miedo, de la tristeza pura y claro de la inocencia puede ser de un adulto pero ellos casi no tienen, la inocencia más pura es la de los niños, podemos comer comida normal pero eso no nos satisface, me encuentro en el bosque cerca de aquí hay varias manadas de lobos pero como es de noche no se van a dar cuenta, voy visitando manada por manada, alimentándome del miedo de sus pesadillas y la inocencia de los niños, hasta que por fin termino con todas excepto una, la manada Luna Roja, en esa manada está el rey de los alfas, atarreizo en los limites de la manada y voy adentrandome caminando tranquilamente a la manada, hasta que escucho como me gritan

–Alto, no puedes entrar demonio– dijo un chico alto, musculoso 
–Quien lo dice– 
–El beta de la manada, no dejare que hagas desastres, que haces aquí– dijo mientras se acercaba 
–No quiero causar problemas solo necesito alimentarme– dije lo más tranquila 
–no dejaremos que te comas a los niños – dijo mientras me aventaba polvo de hadas, si en algo somos alérgicos los demonio es a ese maldito polvo, nos hace débiles –Ataquen guerreros, no dejen que escape–

Varios lobos se vinieron encontra mia si estuviera bien los derrotaría muy fácil pero no puedo el maldito polvo ya hace efecto en mi, me siguen atacando y yo me intento defender, me siguen aventando más polvo hasta que no puedo más y caigo derrotada me lanzan una red de cadenas, intento mantenerme despierta pero finalmente caigo en la oscuridad.

Me despierto desorientada, estoy en un celda casi no veo nada está muy oscuro, solo hay como una cama de piedra intento pararme y caminar pero me doy cuenta que tengo cadenas en las manos y en los pies, estoy muy débil necesito alimentarme .

Han pasado horas desde que estoy aquí, sigo muy débil, escucho que bajan y abren una puerta, no puedo ver a la persona hasta que se acerco un poco hacia la luz y vi que el mismo chico que me aventó el polvo.

–Que bueno que despiertas, el alfa de la manada ya fue informado de tu llegada no tardará en venir, en cuanto llegue sabremos que hacer contigo, pero mienstras tanto necesito saber que plan tramas– dijo cruzado de brazos y muy serio 
–Yo no tengo ningún plan, solo venía a alimentarme, y no por qué sea un demonio voy a estar armados guerras, solo peleó por mi reino y si lo quieren atacar, suficientes problemas tenemos con los angeles para estar aumentando problemas con los perros– dije mientras me trataba de parar 
–No iba a dejar que te llevaras a los niños para alimentarte– dijo enojado 
–Yo no me los iba a llevar, así no funciona nuestra alimentación– dije enojada, siempre en las leyendas cuánta que los demonios se alimentas de los corazones de los niños pero eso es absurdo 
–Como si no conociera a tu asquerosa raza– En ese momento el parece que se está comunicando con alguien por qué empezó a hacer gestos –Ya llegó el alfa, este es tu fin demonio– dijo mientras se daba la vuelta y se iba.

Necesito alimentarme para recuperarme del polvo, necesito salir de aquí, necesito descansar un momento ya en la noche podré hacer que alguien quien esté cerca tenga una pesadilla y si me da suerte puede que sea un niño, me alimentare se su inocencia y de su miedo, solo han pasado otras horas y nadie ha venido, llegó la noche, por fin, necesito concentrarme y poner toda mi atención para utilizar mis poderes  solo tengo una oportunidad, me concentro hasta que por fin, en la parte de arriba hay una niña, durmiendo tan tranquila empezó a meterme en sus sueños, normalmente no los hacemos por qué con solo su inocencia nos satisface, o ellos solitos tienen las pesadillas, pero en estos momentos necesito todo el miedo posible, lo logré entre en sus sueños, ahora a asustarla después de unos minutos se escucha como grita y en este instante empiezo a absorber su miedo junto a su inocencia, no absorbió mucho pues llegaron con ella y la tranquilizaron pero si fue suficiente para mantenerme de pie y meterme en los sueños de los demás niños, empezó a concentrarme y por fin de unos minutos todos los niños de la manada empiezan a gritar, absorbo todo rápidamente y me estoy recuperando.

Despues de unos minutos ya no se escucha nada de gritos, pero la puerta se abre dejando a ver al maldito del beta y aún hombre muy guapo, alto con unos ojos preciosos, tengo que admitirlo el perrito tiene lo suyo, y a un montón de guardia detrás de ellos, el chucho parece que está oliendo algo y hasta que sus ojos se topan con los míos y me mira sorprendido, cómo si nunca hubiera visto a una demonio.

 




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