En un mundo de fantasía en el que vivían todo tipo de seres vivos; ya sean humanos, animales, plantas, microorganismos, magos, brujas, y demás, existía un miedo que tenían en común... Eso era...
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Los Monster's.
Ellos, eran criaturas devora-humanos, se decía que venían de tierras lejanas, o también del espacio exterior, decían que venían de otro planeta, pero eso era algo muy extraño. Ya que era imposible que existieran los "extraterrestres" o "alienígenas", etc...
Los Monster's llegaron al planeta Tierra sin previoaviso, era una masacre. Todos los días, semanas, meses e incluso años; la humanidad y los demás seres vivos se estaban extinguiendo y los Monster's se convertían en los habitantes de esas tierras...
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Sin embargo...!
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Un día... Una extraña Organización de humanos se enfrentó a los Monster's... Y eso causó que esas criaturas se fueran muriendo muy lentamente y que la humanidad y las demás especies se levantaran una vez más... Convirtiéndose otra vez en los habitantes principales del Planeta Tierra.
-O, eso es lo que decía un libro, Steve.
-Heee.. Que genial.
-No!, no es genial. La humanidad se estaba extinguiendo, eso no es lindo, idiota.
-Losé, yo me refiero a esa tal Organización. Se hicieron en contra de los Monster's y los acabaron a todos.
-No... No es así.
-Ka...ren?...
La chica de cabello rojo y ojos azules naturales se dirigió hacia una ventana de la biblioteca en donde estaban.
-Oye Karen! ¿Que pasa?
-Steve... Los Monster's no se extinguieron...
-Qué? ¿Y cómo sabes eso?
-No lo sé... Sólo lo presiento.
-Instinto.. ¿Verdad?. Ya veo, ya veo.
-Steve, vámonos.
-Eh? Ah, bien... Vamos.
El chico y la chica salieron de la biblioteca de la Capital del país en donde habitaban y se dirigieron a la estación de tren.
-Steve, ¿Ya tienes los boletos?
-Eh?... Sí. Aquí están -dijo Steve mientras señalaba que estaban en el bolsillo izquierdo de su pantalón.
-Oh, ya veo.
-Te sienten..bien?
-....No...-dijo Karen, mostrando una mirada con mucha tristeza.
-Que sucede? ¿Quieres que te ayude en algo?
-Yo... No me siento... Bien... Emocionalmente...
-Tristeza? -dijo Steve.
-No lo sé...
-Karen... Talvez estés enferma. ¿Tienes fiebre? ¿Te duele la barriga?
-No!, ¿Acaso no dije que me siento triste?
-No, no lo dijiste.
-Sí lo dije!
-Karen... No lo dijiste.
-Pero!....
En ese momento su discusión fue interrumpida por la bocina del tren que estaba por marcharse.
-Ah! ¡El tren se pondrá en marcha!-dijo Steve.
-Qué?
-Vamos Karen!, o se nos irá y no quiero esperar horas para el siguiente tren.
-Espera Steve!
El chico agarró fuertemente la mano de ella y fueron corriendo hacia la puerta que estaba abierta en el último vagón. Entraron y se sentaron en el último asiento.
-Espera Steve.
-Qué?
-Quiero sentarme a lado de la ventana para que me dé un poco el viento.
-Eh? Ah, bien.
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-Ahora que lo pienso, hay muy pocas personas en este vagón.
-Talvez porque es el último vagón.
-O talvez es porque muy pocas personas van hacia Japón.
-Si... Talvez..............Hm? ¡¿JAPÓN?!
Karen sobresaltó y muy sorprendida gritó. Aunque también estaba confundida.
-Eh? Ah, ¿No te lo dije?
-Claro que no Steve-Idiota!
-Bueno, tranquilízate.