Capítulo 14

—¿Segura ...? Estoy bromeando. No te lo tomes en serio —me dijo.

Justo en ese momento me llegó imágenes de Max. De hecho su nombre estaba siendo muy famoso estos últimos días. Hasta a mi madre ha esta molestando. Con lo pesada que puede ser, no ser por qué se anima a conversar con ella. Pero la va a conocer.

—Coreen... —mencioné.

—Dime hermana —me contestó.

Muy seriamente.

—¿Máx se ha vuelto a comunicar contigo? ¿Qué te ha dicho? ¿Qué no ha dicho? ¿Qué le duele? ¿Qué no le duele? ¿Qué quiere? ¿Qué no quiere? —le pregunté.

—Siempre lo hace y lo sabes —me recalcó —. Además creo que eso no de ser ninguna novedad para ti. Pues yo la verdad no sé si tú volverás con él. Una cosa es lo que tú digas hoy y otra lo que tú hagas mañana. El corazón suele ser traicionera ¿sabes? Aveces decimos no esto, no aquello pero caemos en el poso. Yo lo escucho pero eso no quiere decir de que yo quiero que el vuelva contigo. Aveces los seres humanos necesitamos a alguien que nos escuché. Talvez el no tenga esa esa persona que lo escuche atentamente. No somos amigos pero tampoco somos enemigos. Y me parece interesante escucharlo. Sólo eso.

—Estuve pensando en mudarnos o sea tú y yo a Greenmoon, ahí no veré a Max. No quiero ni siquiera a que moleste a nadie de mi alrededor —le aclaré. Coreen abrió la boca para hablar y perpleja.

—¡¿Pero por qué?! —exclamó.

Coreen sabía perfectamente a que me refería, no sé por qué se exaltó. Probablemente quería indagar. Saber más a fondo.

—Porque quiero olvidar el pasado y empezar a vivir una vida nueva y no quiero que Max me moleste. Él tiene que resignarse. El pasado, pasado es y eso él lo tiene que entender de una vez por todas —le expliqué suavemente —. ¿Entiendes?

—No podrás huir una vida entera —me dijo —. Si te duele supéralo aquí. No huyendo. Búscate un nike o novio y ya.

—No huyo Coreen, sólo me gustaría alejarme un poco de Costa hermosa —le aclaré —. Además me gustaría vivir en otra ciudad. Conocer nuevos aires. Me han hablado bien de esa ciudad, no creo que nuestros padres se interponga. 

—En ese caso... Lo pensaré —me dijo, se recostó y cerró los ojos.

Mi hermana era muy apegada a mis padres, no quería por nada del mundo alejarse de ellos, además no sabía si mis padres iban a aceptar ya que ella tenía 16 años. Mi universidad se encontraba en Greenmoon la ciudad podría ser una maravilla.

Y de pronto vino a mí recuerdos de Alvaro, de pronto recordé lo que era, maldije a mí misma el haberle dado mi número móvil.
Pero algo más me había movido para que no lo hiciera. 

—Veré hasta que punto podría llegar —decidí arriesgarme y conocerlo más a fondo.

A la señora Helen no le mencionaré nada. Comprobaré con mis propios ojos que tan peligroso o bueno puede ser un hombre lobo. Pero algo de lo que yo estaba decidida. Lo quería conocer. No se puede juzgar a las personas sin conocer. Cada persona es única. Todos tenemos un punto de vista diferente. Así que soy curiosa eso sí. Pero jamás dejó de conocer algo por miedo. De que me atrevo, me atrevo.