Capítulo 18

Caminaba hacia mi casa a paso lento recordando la plática que tuve con Alvaro. Me parecía buen chico y no dudaba un segunda en quererlo conocer. Llegué a la casa, y me dirigí hasta la cocina, encontré a mi hermana Coreen ya había empezado a preparar lo que íbamos a hacer para la cena.

—Pensé que no me ibas a ayudar Denis —pronunció de mala gana —. Sales por ahí y ni siquiera me invitaste. Lo haces porque soy tu hermana menor y me echas a un lado como si fuera un pañuelo viejo.

—¿Por qué tan temprano estás preparando la cena Coreen? —le pregunté —. Te había dicho que me esperara, pero tú como terca al fin, me recibes con reproches fuera de lugar.

—Quiero salir de esto ya. ¿No te parece? Temprano es mejor así no hay que ahogarse —comentó —. Más tarde veré que inventó para no aburrirme en esta casa.

—Lo sé, sólo que mamá tiene su horario fijo además me agrada  —le dije.

—Pues ven y ayúdame —ordenó.

—Ya voy —le dije alzando los ojos para arriba. 

Respiré.

Avancé mis pasos hacia la nevera y la abrí para tomar una coca cola. Me acerqué a Coreen para conversar más cerca de ella.

—¿Coreen qué tanto sabes de Sofía? —pregunté.

—¿Por? —espetó.

—No entiendo a Sofía ¿Por qué esconder a ese chico de papá? Él es como es pero no es para tanto. Me huele que hay algo más... No sé. Es extraño —le confesé a mi hermana —. ¿Será qué estará saliendo con algún bandido? Me aterra la idea de que sea así.

—Sí, es extraño. Pero ella sabe en qué andará metida —dijo Coreen.

—Vamos a conversar un poco más a fondo —le comenté.

—¿A fondo a qué te refieres?

—Coreen aveces nosotras nos hemos avergonzado por algún ligue o ex novio que hemos tenido. Créeme me ha pasado. Después que se va el amor, podremos ver los defectos del susodicho. 

—Claro Denis, lo dices porque tú eres de esas que mira defectos y cuando llega el momento de la separación te averguenzas, eso es algo que debieras tú de revisar y analizar antes de dar un sí.

—¿Y tú tan perfecta? ¿No, hermanita? 

—Sí Denis, soy perfecta. ¿Y qué?

—Eres increíblemente perfecta imperfecta. 

Coreen alzó una ceja.

—Por lo menos no moriré virgen. No soy moralista y lo sabes.

—¿Acaso es pecado ser virgen? 

—No. Pero te pierdes de muchas cosas en la vida. 

—Déjame así Coreen.

—Muérete Denis con tus boxers llenos de tela de araña. 

—Que malvada eres Coreen. 

—Ya te lo dije, no soy una santa. Prefiero ser una diabla que ser un ángel.

Rodé los ojos.

—Tus charlas no me provocan ningún tipo de sentimientos Coreen —volví a repetirle —. Además recuerda que como tu hermana mayor, yo podría ponerte entre la espada y la pared. ¿Se te ha olvidado las veces que yo te he visto llegar a casa tarde en la noche? ¿Y para que nuestros padres no te castiguen he callado? Tú ni siquieras valoras eso Coreen.

Terminé de beber mi coca cola y me uní a preparar la cena junto con mi hermana. Después de cenar Coreen, Ana, Lora, Sofía y yo nos unimos a charlar en el ático de la casa.