Capítulo 21

Cuando ya tenía casi todo listo para llevar hacia arriba, escuché desde mi móvil una llamada entrante, tomé mi móvil y vi que era Alvaro, tenía dudas si tomar la llamada o no. Al fin decidí tomarla.

—Hola.
—Hola, ¿disculpa te molesto Denis?
—No Alvaro.
—Bien, sólo quería saber si saldrás conmigo mañana.
—Sí, por supuesto. No hay dudas.
—Me gustaría que fuera en la mañana, no sé si tú querrás también. O si podrás.
—Claro estoy disponible.
—Muy bien ¿A qué hora paso por ti?
—A las 10:30.
—Está bien pasaré por ti, gracias  hasta luego, pasa muy buenas noches.
—Igualmente, buenas noches.

Colgué el móvil.

Continué buscando las demás cosas que me faltaban, para si poder subir de nuevo, cuando terminé abandoné la cocina rápidamente y subí cuidadosamente, luego les entregué a las chicas lo que les había llevado. Y me acomodé con una interrogante.

—Empiecen, háblenme de ustedes, es como dijo Coreen hace unas horas en el ático, ustedes están raras —pronuncié curiosa —. Vamos no tengan vergüenza o miedo porque andan con un tipo feo —reí —. Mentira es broma. Pero si me muero por escucharlas gatúvelas.

—Yo estoy conociendo a un guapo inglés —confesó Ana sonriente —. Bueno. Es que aún no me había animado a conversar porque no estoy segura. No es lo mismo conocer que a ser conocido. 

Nuestras bocas se abrieron de asombró. 

—Yo estoy conociendo a un chico —confesó Lora —. La verdad no tengo muchas cosas que decir, él es lento. 

—Yo salgo con el chico que les comenté está mañana —confesó Sofía —. Bueno. Él usa aretes y tatuajes. 

Luego todas giramos hacia Coreen, era la siguiente en confesar.

—A mí no me miren, yo ni amigo, ni conocido, ni crush, nada de nada —confesó mi hermana —. Pero vamos continúen yo ando quiero saber más de ustedes. Lo sabía perfectamente que algo raro ustedes escondían, pero aún no es del todo claro.

—¿Segura Coreen? —le preguntó Sofía —. No me parece. Tú eres tan... Pero si tú lo dices.

Lo dicho anteriormente por Coreen no era muy convincente. Por más que ella ocultarse la verdad no era del todo creíble. Porque la conocíamos perfectamente. Coreen solía ser de las chicas enamoradas de la vida y del amor. De las personas que se entregan sin medir consecuencias.

—Claro, no miento —afirmó Coreen —. Pregúntenselo a mi hermana. Ella me conoce perfectamente y sabe cuando yo hablo mentira o cuando digo verdad. Y no me miren con esas caras que tienen, que eso no es extraño en mí. Además el asunto se centra en ustedes, no en mí. Ridículas —se giró hacia mí —. Vamos Denis tú eres la que falta por hablar. Estoy segura que tendrás muchas cosas que contarnos.

Justo en ese momento todas giraron hacia mí. Yo era la unic a que faltaba. De hecho sí tenía cosas que decir, pero sentía que no era el momento para conversa sobre ese asunto. Aparte de que se trataría de un tema un poco extraño. Yo estaba saliendo con un hombre lobo. Y no sabía cómo iban a reaccionar.

—¿Y tú Denis? ¿Qué tienes que contarnos? —me preguntó Ana.

—Yo nada de nada —respondí —. No tengo novio y ni salgo con nadie, sólo con amigos.