Al día siguiente, mi padre continuaba conversando con mi mamá, más calmado pero con un tono más serio. Todos nos sentamos en la mesa a diluir el desayuno. Cuando habíamos terminamos mi padre dio la noticia de que retornaríamos. El viaje se había terminado, nuestros ánimos se cayeron al instante, pero ya yo había predicho eso la última noche, no tuvimos otra opción que aceptar la decisión. Él era muy celoso con su casa y difícilmente dejaba a personas quedarse allá sin él. Nos movimos a preparamos nuestras maletas, después en la habitación sentí mi móvil vibrar y lo tomé, vi un mensaje de Alvaro. Le escribí explicándole que hubo un cambio. Partimos a Costa Hermosa nuestra ciudad. Le dije a papá que me dejara en un centro comercial, las chicas vinieron conmigo. Y mis padres partieron rumbo a la casa.
—Entonces nos quedaremos paseando por la ciudad —pronunció Coreen —. Uy, yo que estaba planeando algo... Y tuvimos que partir. ¿Qué será? ¿Denis tú sabes las razones de nuestra llegada tan repentina?
—Sí, Coreen, nos quedaremos paseando por la ciudad. Pero en cuanto a nuestros padres no voy hablar de eso ahora. No es que yo sepa algo precisamente, sólo sospecho algo. Es mejor que regresaremos en la noche. Esperemos que a papá se le baje el enojo que lleva por dentro —le respondí —. Olvidemos ese asunto de papá por ahora.
—Vamos a entrar. ¿Qué esperamos? —Ana no quería durar un segundo más parada —. ¡Los rayos del sol me están matando! ¡Dios si que les gusta el sol!
—Olvidé mi monedero, lo dejé maleta en mi maleta —dijo Lora —. Me imagino que ustedes andan con algo de dinero.
—No te preocupes yo ando con algo de dinero y una tarjeta de crédito —le respondí —. Es suficiente para pasar una buena tarde nosotras.
Proseguimos a caminar hacia adentro del centro.
Conversamos un poco mientras caminábamos, una vez adentro nos quedamos en la pizzería y compramos pizza, cuando terminamos de comer nos quedamos ahí sentadas.
—Nenas yo creo que ya me voy mi chico me espera —dijo Sofía.
—Si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma —pronuncié —. ¿Tan rápido Sofía te citas con tu...? ¿Enamorado? ¿Amigo? ¿Novio? O lo que sea.
—Para que esperar más tiempo. Es algo obvio necesito verme con mi chico —comentó Sofía —. Y... en lo que respecta a mi tía ojalá todo mejore entre su esposo y ella.
Asentí.
—Sabes como son las cosas entre ellos —le recordé —. Espero a que me presentes a tu amigo pronto. Ojalá sea bueno y no uno como lo que Coreen suele elegir aveces.
Sofía se rio. Y desvíe mi mirada hacia Coreen. Estaba que explotaba, pero por dentro ella sabía de que yo tenía razón. Los gusto peculiares se mi hermana eran extraños aveces. Aveces yo llegaba a pensar si era que tenía pacto con el diablo.
—Ese último novio de Coreen daba miedo —pronuncié mirando a las chicas —. No lo supongo; lo acredito de que es un satánico. Gracias a Dios que terminaron y dejaron de verse, porque o sino mis padres les iba a dar un infarto cuando vieran esa adquisición de Coreen.
Todas nos despedimos de Sofía.
Luego se levantó Sofía inmediatamente y se marchó como había dicho anteriormente.
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Editado: 29.05.2024