Denis entre lobos 1

Capítulo 50


La señora de la casa avanzó sus pasos hacia nosotros, a un metro de distancia se detuvo, y se quedó mirándome. Sabía que iba a hablar conmigo o a preguntarme, se veía misteriosa como cuando una persona sabe algo de alguien y lo mira detenidamente sin emitir ningún tipo de sonido.

—¿Coreen está en casa Denis? —me preguntó mi mamá.

—No se encuentra —le negué —. Tiene que venir de camino. Ya sabes mamá como es ella. Si la llamo se enoja, deja que llegue a la hora que llegue. Y no estoy para discutir con Coreen por su rebeldía. Déjala disfrutar un poco.

Desvió su mirada y emprendió sus pasos a caminar.

—Cuándo regrese a la casa, si la ves; dile que la quiero ver —dijo mi mamá con tono serio mientras caminaba hacia su habitación —. Y que se abstenga de no querer verme, porque es muy en serio lo que quiero conversar con ella. Espero de que tú en verdad no me estés ocultando nada con respecto a Coreen

Rodée los ojos, luego crucé mis brazos y vi a Lester que me observaba.

—¿Qué me ves? —inquirí con una ceja alzada.

—¿No puedo verte? —replicó haciendo el mismo gesto que hice anteriormente —. Tienes unos ojos muy hermosos.

—Gracias —me sonrojé —. Tengo novio Lester. 

Me detuve a pensar un poco, Lester aún continuaba observándome sin decir nada. Luego de yo haberle dicho de que tenía novio, me había parecido estúpido. Quizás una conducta defensiva para que se abstenga de enamorarme. Su mirada no era una mirada común, percibí que había algo más que fuera una amistad.

Se aproximó a mí, acercando su cara muy cerca y su mirada hacia a mí, se inclinó hasta la altura de mi cara. Quizás para poder visualizar mía facciones con exactitud. Esa actitud me puso un poco nerviosa. Me pasmé, pero no le di a entender mis emociones del todo, estaba tan cerca de mí...

—Eso a mí no debe de importarme, si me gusta alguien, hago lo que sea para que esté a mi lado —me susurró.

Esas palabras me tensaron. 

«Pero qué estaba diciendo este tipo». 

«¿Será qué le gusto?»

Di dos pasos hacia atrás cuando escuché lo que había dicho, me puso un poco nerviosa y me sorprendió a la vez, Lester poseía unos ojos misteriosos que conectado con su voz, lucía como si fuera un Dios y seductor,  cuando me compuse del asombro de sus palabras emocionalmente continué hablando.

—Espero que en esta ciudad puedas tener una nueva vida como deseas —le dije mirando hacia él —. Aquí encontrarás lo que deseas, lo demás dependerá de las decisiones que puedas tomar en un futuro.

Emprendió un paso hacia mí y se colocó tan cerca que pude percibir su respiración, me tensó un poco más. Mi corazón estaba palpitante.

—Gracias —pronunció y puso su dedo índice en mi boca por unos segundos luego lo quitó. 

—¿Estás nerviosa? 

Negué. 

—No es lo que parece Denis. ¿Te pone nerviosa mi cercanía? 

—¿Por qué debo yo de estar nerviosa?

—No lo sé, pero lo estás aunque lo niegues. 

—¿Crees en el amor a primera vista? —me preguntó. 

—Claro que lo creo. ¿Por qué me haces esa pregunta?

—Después lo sabrás Denis. ¿Verdaderamente amas a tu novio?

—Sí, lo amo. 

Asintió y se marchó.




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