Capítulo 55

Voltée a mirarlo y sonreí, decidí seguirle el juego.

—Y tú tienes unos ojos muy penetrantes, extraños, tus ojos esconden enigmas, secretos, eres como la luna; oscura, que brilla en la oscuridad —respondí con ironía, luego suspiré —. Espero que no me mal interpretes. 

Sonrió y enarqueó una eja.

—Vaya, eres una poeta —comentó sonriente —. No tengo por qué mal interpretar algún argumento tuyo. 

Hizo lucir su dentadura con una sonrisa de oreja a oreja. Aparté mi mirada de él y la ubiqué hacia otro lado.

—Todos somos poetas, unos hacen relucir su poeta que hay en si mismo y otros no. Aveces la inspiración del momento hace relucir en un momento determinado el fluir de las palabras y pensamientos desde el corazón —le expliqué suavemente —. Cuando nos enamoramos nos convertimos en poetas y decimos muchas cursilerías. 

—Pero hay algo que hay que tener claro; hay que estar enamorado para que ese poeta surja —aclaró. Asentí.

—Así es —afirmé —. Enamorado de la vida... Enamorado del amor...

Nos quedamos en silencio otra vez. De pronto me surgió la curiosidad de querer saber sobre la vida romántica de él.

—¿Qué me podrías contar de ti? —cuestioné —. Tu vida... 

Lester suspiró.

—Mi vida... Ha sido común. No hay nada interesante.

Alcé una ceja sorprendida y me giré a mirarlo. 

—¿Cómo que no? Aunque sea en una vez en tu vida te has enamorado.

—Sí, me he enamorado. Pero no quiero hablar de eso en este momento.

Sonreí.

—Lester tiene corazón. 

—Por supuesto que lo tengo. No soy como muchos que engañan a las mujeres. 

—¿Te gusta la estabilidad? ¿Cierto?

—Podría decir que sí. Aunque aveces es mejor estar soltero.

—Exactamente pienso igual que tú, Lester. Coreen es lo contrario.

—Como te había dicho anteriormente, hoy no es el momento para conversar sobre mi vida privada. 

—Lo entiendo. 

Continuamos conversando sobre otros temas, mientras nos deleitabamos con nuestras ocurrencias.

—¿Tienes pareja? —le pregunté curiosa.

—No.

—¿Me podrías contar algo más de ti? 

Se rió. 

—¿Algo así como que haría para conquistarte? 

Su pregunta me sorprendió de una manera inesperada. No me esperaba que diría eso, pero me puse a analizar de que podría haber sido una broma. 

—No entiendo como un tipo como tú está soltero. 

—¿Por qué? 

—Al menos  pienses en alguien más.

—Denis yo no estoy pensando en alguien más. Y de verdad no me gustaría indagar en este momento sobre mi pasado.

—Pero luego sí.

Hubo unos segundos de silencio. Al parecer Lester estaba pensando antes de decir algo.

—Luego te contaré.

—Eso espero, no creo  por uno deba de morirse porque no esté en una relación con alguien.

Lester se retiró de mi habitación como a las 10:30 de la noche, cuando se retiró, me tumbé sobre mi cama y dejé que la música siguiera sonando. Me dormí y desperté en la madrugada vi como un humo rosado provenía del pasillo, pude ver el color porque la luz de mi habitación estaba encendida. Era algo muy hermoso sentí paz y tranquilidad dentro de mí. Me dormí sin darme cuenta, cuando desperté ya era otro día.