Movilicé mis manos para tomar sus brazos, e intentar de tranquilizado, Alvaro se veía alterado y podría explotar. Temía un poco por lo que pudiera suceder. Una persona enojada puede llegar a transpasar los límites de la paciencia.
—Por favor cálmate, no es lo que tú piensas, yo no te engaño con él, sólo conversábamos cómo amigos que somos —traté de tranquilizarlo pero no escuchaba —. Vamos a conversar sobre esto tranquilamente.
Parecía ido inundado en sus pensamientos, sabría Dios lo que le estaba pasando por la cabeza. Sentía una mala sensación de que las cosas no iban a terminar bien.
—Suéltame, no me digas nada, no me engañes —dijo enfadado y quitó mis manos de él —. ¿Crees que voy a creerte después de encontrar a Lester sentado junto a ti en tu cama?
—Alvaro es cierto lo que ella dice —le dijo Lester a Alvaro —. Yo sólo vine a comunicarle algo muy importante y nos quedamos conversando sobre ese asunto. Por lo menos créele a ella y no a mí, si de verdad la amas.
Alvaro apartó su mirada de mí y lo miró enfadado. Era evidente la rabia y el repudio que sentía hacia Lester.
—¡Cállate idiota! —gritó Alvaro —. ¿Crees qué voy a creeré? No les voy a creer nada. Ustedes me estuvieron viendo la cara de idiota —pausó por unos segundos para luego proceder —. No les voy a creer nada. Ustedes no tienen ninguna justificación alguna para querer convencerme de lo que acabo de presenciar. No necesito ver más para saber de que ambos mantienen algo.
—Escúchala Alvaro —pronunció Lester, bajó su cabeza y su mirada hacia el suelo —. Confía en ella, por favor.
Me mantuve observando a ambos, había mucha tensión. De tronos veía a Coreen estacionada presenciando la escena. Y lo que sorprendió es que hasta el momento no había dicho nada.
—No voy a escuchar lo que esta mentirosa va a decir —dijo duramente —. Ya se los dije anteriormente, no pienso tragarme sus mentiras.
Decidí abandonar mi habitación, emprendí mis pasos dejando a Lester y Alvaro allí juntos. No valía la pena seguir intentando de convencer a Alvaro, si él continuaba con su postura de no creernos a ambos, y bajé las escaleras silenciosamente. Coreen me había seguido los pasos.
—Lo siento hermana, yo no sabía que ese tipo era tu novio —me dijo Coreen preocupada, cuando estuvimos abajo —. Tú no me habías dicho nada al respecto. ¿Por qué? Dame una explicación. Tenías novio y lo tenías callado.
Suspiré.
—No te preocupes Coreen, por nada. Hay cosas que suelen suceder sin uno esperarlo, sino me cree que se vaya a la mierda —dije enfadada —. Y no te lo había dicho porque lo estábamos intentando, a ver como podría salir las cosas.
Avancé hacia la sala de estar y mi hermana prosiguió.
—Denis, ese tipo difícilmente creerá en ti, pero dime; ¿qué hacía Lester en tu habitación? ¿Eh? Sería algo sospechoso encontrar a alguien con tu pareja.
—Él conoce a Alvaro y estábamos hablando de él —le respondí sentándome en el sofá —. Pero no era para tanto, eso lo pienso yo.
En ese momento Alvaro bajaba como alma que se la llevaba el diablo. Se le salía humos por los poros de lo enfadado que estaba. Lester venía caminando detrás de él.
Cuando Alvaro se había ido, entonces Lester comenzó a hablar.
—Lo siento Denis —se disculpó Lester.
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Editado: 29.05.2024