Denis entre lobos 1

Capítulo 71

 


El silencio emanaba en el taxi, Lester y yo visualizábamos las calles mientras el taxi abordaba en las calles y ninguno decíamos nada, pues decidí romper el hielo. El taxista parecía un hombre serio, de un momento a otro encendió la radio de su auto y colocó música suave.

—Lester —mencioné de repente—. Se te ha olvidado datos de mí.

Volteó a mirarme saliendo de su mundo de pensamientos y habló apuntándome con su dedo índice.

—El primer día que te vi, te asustaste, ¿lo recuerdas? — me hizo recordar aquella escena.

Era de noche cuando yo estaba afuera de la casa y me había topado con Lester, fue de lo más extraño. Supuse que quizás Lester vivía por ahí, pero como entendía su naturaleza no tenía insistencia de saber mucho.

—Sí... —afirmé—. Pero ese momento era algo obvio. Ver a una persona en la oscuridad casi sin esperar, es para salir corriendo. Las noches aguardan mucho peligro y tú lo sabes muy bien, Lester. En tú caso; no tienes miedo a nada, o lo supongo. Me agrada lo que proyectas; una persona sería, educada, inteligente, misteriosa, acertiva...

Llegamos en un rato bien largo, era un lugar apartado, el taxista sintió miedo, lo veía en sus ojos a través del retrovisor. Lo entendía, cualquiera se asustaría estando en un lugar desolado, donde no se veía a nadie, había un establecimiento, pero parecía abandonado.

—¿Están seguros de querer quedarse aquí chicos? Este lugar parece aterrador, muy desolado y muy pocas casas cercanas —mencionó el taxista a penas pudo hablar—. ¿Qué harán aquí? ¿Quién les sugirió la loca idea de quedarse aquí? No es de su obligación contestarme.

Por unos instantes nadie dijo nada.

—No se preocupe señor, estaremos bien, conozco muy bien este lugar —le respondió Lester al taxista tocando su hombro—. No es como parece, además conozco algunas personas de estos alrededores. Puede irse en paz que no pasará nada. Y gracias por preocuparse.

Lester prosiguió a pagarle y yo me desvíe mi cabeza a mirar el ambiente por el vidrio, de hecho parecía un poco a Silent Hill, cuando Lester al fin salió del auto le dije lo que opinaba del lugar mientras yo llegaba hacia él.

—El lugar es bonito pero... —pronuncié, hice una pequeña pausa—. Matan a una persona y no aparece, las gramas son muy altas, no sé como es que hay casas por aquí. Estas personas que viven por aquí al parecer no quitan las ganas constatemente, son un poco descuidados.

Lester me hizo una seña de que lo siguiera. Emprendió sus pasos y yo lo seguía mientras observaba la naturaleza de noche.

—Por aquí habitan los hombres lobos ¿No sientes su presencia? Pero descuida no te pasará nada andando conmigo —me aclaró—recuerda que yo te protegeré mientras estés a mí lado. Recuerda no apartarte mucho de mí, porque hay cazadores que no tendrán piedad de ti, Denis.

Con él me sentía segura y sí; yo confiaba en él. Me tendió su mano para que camináramos juntos agarrados de la mano para más seguridad. Y recordé justamente el lugar donde Coreen y yo habíamos caminados de noche. Sus manos era muy suave y me sonrojé un poco.

 




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