Capítulo 74

Lo primero que me vino a la mente era que esto no se iba a poner bueno. 

—¿A qué viniste? ¿A restregarme en cara que Denis me fue infiel contigo? —le refutó a Lester—. O simplemente... ¿Mostrarle lo que soy? No veo buenas intenciones en ti.

—Estás muy equivocado, Alvaro aún no entiendes, si la traje es para que viera la persona maravillosa que eres tú —contestó irónicamente Lester. Y echó una carcajada.

Alcé una ceja.

Alvaro se volteó hacia mí y me miró pero no decía nada. Yo tampoco dije ni una palabra, quería que dijera lo que tenía que decir. Después de un rato pude decir algo ya que ninguno de ellos decían nada.

—Que descabellado eres, eres un criminal Alvaro —pronuncié lentamente—. Cómo tienes hagallas para dañar a alguien. Lo que haces demuestra lo que tienes en tu corazón. ¿Acaso no piensas en el dolor que puedes causar? ¿No tienes conciencia?

Adelantó su paso hacia a mí y se quedó estacionado a unos centímetros cerca de mí. Se veía serio y obviamente nada bueno podría salir de su boca.

—¿En serio? ¿Tienes el descaro de decirme que soy un criminal mientras tú te revuelcas con este tipo? Que estúpido he sido en darte toda mi confianza, ni siquiera respetaste tu casa —comentó duramente enfadado —. Tú no vales la pena. Es más; ni voy a decirte lo que te mereces porque no perderé mi tiempo por una persona como tú. Eres un desperdicio de mujer. Que bueno que me di cuenta a tiempo de lo que eres.

Me sentí humillada, pero era inútil tratar de explicarle porque no iba a entender, yo no tenía ganas de insistir tanto en algo que quizás no tendría solución jamás, yo en verdad nunca lo había engañado, bajé la cabeza porque me había intimidado y obviamente me sentía mal. Alvaro se emprendió sus pasos más hacia mí y se inclinó hacia mi oído quedando muy cerca.

—La verdad duele, pero es la verdad y se tiene que decir. Las mujeres como tú se quedan solas por calenturientas —me susurró al oído—. Recuerda que no soy como el idiota y títere que tienes al lado tuyo, soy mas que eso, lástima que no llegaste a aprovechar el tiempo cuando lo debiste hacer. Y has perdido un verdadero hombre como lo soy yo.

De hecho; me sentí molesta y dejé que terminara para yo después decirle unas cuantas cosas. Al ver que se había enderezado, alcé mi cabeza y puse mis ojos en él también que me miraba fijamente a los ojos, entonces decidí expresar mis pensamientos también.

—Eres un idiota, yo nunca he estado con ningún hombre, con eso te estoy diciendo todo. Lástima me das por lo que dices y por como estás llevando tu vida. Lástima por no llegar a conocerme lo suficiente. Le agradezco a Lester por querer mostrarme la verdadera persona que eres. Un ser despiadado y cruel —me expresé. 

Vi que su rostro cambió al escuchar lo último que dije, quedó perplejo. Él entendió muy bien lo que yo había dicho. Pero lo dicho, dicho está. Luego cambió al estado que estaba anteriormente.

—Pero Lester estaba en tu habitación junto a ti, eso tiene muchas cosas que decir —comentó entre dientes—. No me vengas con comentarios estúpidos.